11 pueblos de Asturias en los que perderte este oto?o

M¨¢s all¨¢ de sus grandes ciudades, el encanto de Asturias se encuentra en sus pueblos. Algunos de ellos injustamente desconocidos. El oto?o es una estupenda estaci¨®n del a?o para recorrerlos. Te presentamos 11 destinos. ?No te olvides la c¨¢mara de fotos!

Bermiego (Quir¨®s)

La aldea de Bermiego, en el concejo de Quir¨®s, enamora al visitante por la atm¨®sfera que desprende y le traslada a ¨¦pocas remotas. Parece que el tiempo se ha detenido al pasear por sus calles diminutas, en las que se suceden rincones m¨¢gicos con casitas de piedra de sabor tradicional y el sonido de la naturaleza todo lo invade. En este escenario de cuento surgen numerosas rutas de monta?a donde descubrir tesoros naturales. Uno de ellos es el Tejo de Bermiego. Este ¨¢rbol milenario es el de mayor edad de Asturias y uno de los m¨¢s antiguos de Europa. Con un tronco que supera los 6 metros de di¨¢metro y sus 10 metros de altura, este emblem¨¢tico tejo se levanta junto a la iglesia de Santa Mar¨ªa. Un rinc¨®n perfecto desde donde admirar de cerca todas las tonalidades del oto?o que ti?e la Sierra del Aramo.

Soto de Agues (Sobrescobio)

Los senderistas tienen una parada obligada en Soto de Agues, en el concejo de Sobrescobio. De esta pintoresca aldea de calles y casas de piedra entre h¨®rreos y lavaderos parte la Ruta del Alba, una de las m¨¢s conocidas de Asturias. Este itinerario est¨¢ declarado Monumento Natural y discurre a orillas del r¨ªo Alba o Lla¨ªmo, en pleno Parque Natural de Redes. El agua est¨¢ presente a lo largo de toda la excursi¨®n en forma de fuentes, cascadas, pozas, arroyos, abrevaderos¡­ Tambi¨¦n es una delicia olvidarse del reloj y pasear sin rumbo por el pueblo, rodeado de prados interminables donde pasta el ganado.

Cueves (Ribadesella)

A uno de los pueblos m¨¢s pintorescos de Asturias se accede atravesando una cueva (conocida como La Cuevona) de 300 metros de longitud, con sus estalactitas y estalagmitas de miles de a?os luciendo en sus paredes y el techo. Una carretera asfaltada se adentra por el interior de este escenario sobrenatural y misterioso. Para admirar la gruta en todo su esplendor, lo mejor es aparcar el coche en el parking que se encuentra en la entrada y recorrerla a pie. Las sorpresas contin¨²an de nuevo en el exterior, al llegar a la colorida aldea de Cueves, en el concejo de Ribadesella. Toda ella parece un decorado, con su sucesi¨®n de h¨®rreos, balcones con mazorcas de ma¨ªz, espectaculares hortensias que crecen junto a las casas y unas vistas gloriosas a la monta?a asturiana.

Gamon¨¦u (On¨ªs)

Para sentir toda la grandeza de los Picos de Europa, nada mejor que seguir la ruta del queso Gamon¨¦u, un icono gastron¨®mico del Principado que se elabora en los valles y majadas de los concejos de Cangas de On¨ªs y On¨ªs. Es en este ¨²ltimo lugar donde se encuentra la aldea de Gamon¨¦u de On¨ªs. Llegar hasta ella es un regalo para los sentidos. En este trayecto por pistas de tierra descubriremos algunas de las panor¨¢micas m¨¢s fotog¨¦nicas de este espacio natural, que en oto?o adquiere un sabor especial. Un mar de monta?as rodea el pueblo, que cuelga literalmente de una ladera. Sus casas de piedra, humildes y hermosas, est¨¢n perfectamente integradas con el entorno. El paisaje aqu¨ª es puro espect¨¢culo. Lo comprobar¨¢s en cuanto te asomes al mirador de Camba.

Santalla (Santa Eulalia de Oscos)

Un buen punto de partida para conocer el occidente asturiano es el territorio de Los Oscos, un para¨ªso para los amantes del senderismo. Multitud de rutas atraviesan este lugar salpicado de bosques, r¨ªos y saltos de agua. Rincones con olor a tierra mojada y mil y un matices de tonos ocres y verdosos en los que se suceden aldeas y pueblos con mucho encanto. Uno de ellos es Santalla, la capital del concejo de Santa Eulalia de Oscos, de casitas de piedra y tejados de pizarra. Hay mucho por ver aqu¨ª: la cascada de Seimeira, la casa natal (hoy museo) del Marqu¨¦s de Sargadelos; el complejo sider¨²rgico del siglo XVIII de Mazonovo, donde conocer la tradici¨®n de los herreros; telares artesanales¡­ El camino est¨¢ repleto de casta?os centenarios y de paisajes singulares.

Castropol

A orillas de la R¨ªa del Eo, declarada Reserva Natural, se encuentra Castropol. Pasear por su casco hist¨®rico de aires marineros merece la pena. No solo por su patrimonio arquitect¨®nico de casas-palacio de estilo indiano. Tambi¨¦n por la paz que se respira en sus calles, donde el viajero puede retomar fuerzas con alguno de sus deliciosos guisos marineros (imprescindible probar las ostras). Una manera diferente de conocer este lugar es desde el agua, ya que podemos navegar en barco por esta r¨ªa rica en avifauna. La zona es, adem¨¢s, perfecta para practicar actividades y deportes acu¨¢ticos como el windsurf, la vela, el remo y la pesca. Otros rincones de gran belleza ubicados en este municipio son la playa de Penarronda y la cascada de Cioyo, ideal para disfrutar de la naturaleza asturiana en familia o en compa?¨ªa de amigos.

Serandinas (Boal)

Las aguas del r¨ªo Navia ba?an la aldea de Serandinas, en el concejo de Boal. El turismo de aventura es uno de los grandes reclamos de un destino que atrapa al viajero por la atm¨®sfera tradicional y aut¨¦ntica que desprende. Hay tanto para elegir que la decisi¨®n es complicada: pirag¨¹ismo, canoas, kayak, descenso de ca?ones, escalada, rutas a caballo o en bicicleta, trekking por el valle del Navia¡­ El r¨ªo y la monta?a est¨¢n omnipresentes en este rinc¨®n del occidente de Asturias, perfecto para desconectar del estr¨¦s y recargar las pilas.

Caleao (Caso)

Qu¨¦ mejor ocasi¨®n que el oto?o para animarse con una de las rutas top del senderismo en Asturias. Enclavado en pleno coraz¨®n del Parque Natural de Redes, el desfiladero de los Arrudos es un tesoro natural con miles de hayas que se ti?en de amarillo en octubre y, ya en noviembre, de rojo. Una explosi¨®n crom¨¢tica indescriptible que vale la pena ver de cerca. Durante la excursi¨®n, el sonido del agua es constante. Una buena opci¨®n de adentrarse por esta ruta es hacerlo a trav¨¦s de la aldea de Caleao, en el concejo de Caso. Antiguos molinos y fuentes brotan junto a h¨®rreos y casas bajas de piedra en un paisaje envuelto por la monta?a.

Pe?erudes (Morc¨ªn)

Para contemplar una de esas panor¨¢micas que quitan el hipo, hay que ascender hasta el torre¨®n de Pe?erudes, en el concejo de Morc¨ªn. El esfuerzo tiene su recompensa. ?Sab¨ªas que esta antiqu¨ªsima torre defensiva es uno de los vestigios medievales m¨¢s importantes de todo Asturias? Su silueta, en lo alto de la monta?a, desprende un aura especial. Desde sus imponentes ruinas de piedra podemos admirar este entorno natural en el que sobresale el embalse de Alfilorios, uno de los m¨¢s bellos del Principado. Muy cerca del embalse, podr¨¢s distinguir la silueta del Monsacro, tan ligado a la historia de esta tierra. Una ¨²ltima recomendaci¨®n. C¨¢lzate las botas y, sin prisas, ad¨¦ntrate por las sendas que atraviesan la Sierra del Aramo: en el paseo descubrir¨¢s r¨ªos, hayedos, bosques de casta?os, cuevas, montes¡­ Una maravilla.

Asiego (Cabrales)

Sentir la inmensidad de los Picos de Europa es posible en Asiego, una aldea recoleta de Cabrales que desprende autenticidad por sus cuatro costados. No es casualidad que Asiego haya recibido recientemente el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2019. Algunas rutas son casi obligatorias. Una de ellas desemboca ante el imponente macizo del Naranjo de Bulnes, donde se ubica el Mirador de Pedro Udaondo. No te olvides la c¨¢mara de fotos, porque las vistas desde aqu¨ª son magn¨ªficas. Otra manera original (y deliciosa) de conocer Asiego es a trav¨¦s de la Ruta¡¯l quesu y la sidra: en esta excursi¨®n de cuatro horas aprender¨¢s c¨®mo se elabora el queso Cabrales. Como remate, una espicha tradicional en la que no faltar¨¢ la sidra.

Espinar¨¦u (Pilo?a)

Los h¨®rreos adquieren en la aldea de Espinar¨¦u, en el concejo de Pilo?a, su m¨¢xima expresi¨®n. Aqu¨ª, algunas de estas construcciones tradicionales son policromadas y, de alguna manera, evocan a las pinturas rupestres y a las tallas rom¨¢nicas. Son obras de arte en madera que configuran un conjunto etnogr¨¢fico de primer orden. Con m¨¢s de 26 construcciones t¨ªpicas, entre h¨®rreos y paneras, las calles de Espinar¨¦u desprenden un sabor rural dif¨ªcil de igualar. Para completar la escapada, un paseo a orillas del r¨ªo del mismo nombre nos ayudar¨¢ a conectar con la naturaleza de una manera muy especial. Su cauce est¨¢ repleto de sorpresas y de recovecos id¨ªlicos que te acompa?ar¨¢n toda la vida.