8 fotosGALICIARibeira Sacra, nueva joya de la biosferaEsta escenogr¨¢fica regi¨®n gallega en el l¨ªmite de las provincias de Lugo y Ourense, con profundos ca?ones fluviales y vertiginosos vi?edos en sus inclinadas laderas, acaba de ser designada reserva de la biosfera por la UnescoJordi Pastor24 sept 2021 - 01:09CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLos paisajes de la Ribeira Sacra, escenogr¨¢fica regi¨®n gallega que concentra, en el l¨ªmite entre las provincias de Lugo y Ourense, profundos ca?ones fluviales, como los del Mi?o y el Sil (en la foto, visto desde el mirador de Vilouxe); vertiginosos vi?edos dispuestos en sus inclinadas laderas ¡ªla llamada vendimia heroica¡ª, y monasterios rom¨¢nicos embutidos en la frondosidad forestal, como el de Santa Cristina, del siglo X, estrena este oto?o su reciente condici¨®n de reserva de la biosfera, concedida el pasado 15 de septiembre por el consejo internacional del programa Man and the Biosphere (MaB) de la Unesco.Luis Prado (getty)Bautizada como Ribeira Sacra y Sierras del Oribio y Courel, esta nueva reserva de la biosfera ¡ªla s¨¦ptima que la Unesco reconoce en la comunidad gallega¡ª abarca un total de 306.534 hect¨¢reas y 23 municipios de Ourense y Lugo, e invita a ser contemplada desde diferentes perspectivas. Para empezar, desde lo m¨¢s alto, ya que sumando los ¡®miradouros¡¯ habilitados en los ca?ones del Sil ¡ªque en algunos puntos alcanzan los 500 metros de altura¡ª y del Mi?o, la ¡®ribeira¡¯ cuenta con una red de hasta 35 oteaderos, algunos tan espectaculares como el de Castro (en la foto). M¨¢s informaci¨®n: turismo.ribeirasacra.orgFernando Saco (getty)La siguiente perspectiva imprescindible de la Ribeira Sacra llega a ras del agua, navegando, por ejemplo, a bordo de uno de los cruceros que surcan las remansadas aguas del r¨ªo Sil, gracias a la presa de Santo Estevo. A poca distancia de esta, desde el embarcadero hom¨®nimo, zarpan los cruceros en catamar¨¢n que discurren por este sinuoso ca?¨®n, y en los que un gu¨ªa va explicando a los tripulantes las curiosidades de la geolog¨ªa, la flora y la fauna de la zona. Por ejemplo, los jabal¨ªes ¡®nadadores¡¯ que cruzan las aguas del Sil en busca de las dulces uvas que crecen en los verticales vi?edos acostados en las pendientes que jalonan ambas orillas del cauce, sin duda, uno de los grandes atractivos visuales de la traves¨ªa. M¨¢s informaci¨®n: catamaranesribeirasacra.comLuis Vilanova (alamy)As¨ª llamada por la compleja orograf¨ªa a la que se enfrentan los viticultores en esta regi¨®n, cuyas extensiones de vi?edos salpican los escuetos e inclinados pa?os de terreno que conceden los ca?ones fluviales de la Ribeira Sacra (algunos rozan los 40 grados de inclinaci¨®n), la vendimia heroica es, entre los meses de septiembre y octubre, uno de los grandes atractivos visuales y enol¨®gicos de la regi¨®n. Despu¨¦s de contemplar los aterrazados bancales de vides desde el barco ¡ªalgunos de ellos tan escarpados que solo son accesibles desde el agua¡ª, se puede rematar la experiencia visitando alguna de las bodegas de la zona para conocer, m¨¢s de cerca, las peculiaridades de la labor vitivin¨ªcola en estos paisajes, que es totalmente artesanal exceptuando el empleo, de forma puntual, de carriles (en la foto) para el traslado de las cajas repletas de uvas. M¨¢s informaci¨®n: turismo.ribeirasacra.orgLuis Camarasa (getty)Para reposar de tanto atrac¨®n paisaj¨ªstico y de la experiencia enol¨®gica, nada como detenerse en el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, hoy convertido en Parador, bien para hacer noche, bien para tomarse un descanso en su acristalada terraza interior mientras contemplamos el claustro principal (renacentista, del siglo XVI) de este cenobio, cuyas primeras referencias documentadas se remontan, sin embargo, al siglo X. Si solo estamos de paso, conviene dedicar un buen rato al lugar. Merece la pena entrar en su iglesia de cabecera rom¨¢nica para contemplar un peculiar retablo p¨¦treo, ¨²nico en su g¨¦nero, que algunos datan en el siglo XII; pasar al interior del complejo (en la foto), permitido a los no hu¨¦spedes, para ver el claustro interior (en el que confluyen arquitecturas rom¨¢nica y g¨®tica, y cuya planta superior suele acoger exposiciones), o dar un tranquilo paseo por el bosque posterior de la finca, donde entre ¨¢rboles centenarios surgen los gruesos muros en ruinas de antiguas estancias del monasterio, como el horno de piedra donde elaboraban pan. M¨¢s informaci¨®n: parador.esJorge Tutor (alamy)Santo Estevo puede iniciar una ruta particular dentro de la Ribeira Sacra dedicada a sus monasterios rom¨¢nicos. Como el de San Pedro de Rocas y su ic¨®nica espada?a levantada sobre un monolito de piedra, o el de Santa Cristina de Ribas de Sil (en la foto). Semioculto en la espesura de un 'souto' de casta?os, y abandonado tras la desamortizaci¨®n, este cenobio de gran relevancia local en la Edad Media invita a regodearse ¡ªsi tenemos suerte con el inevitable trasiego turista¡ª en el silencio que envuelve las arcadas de su claustro (del que solo se conservan dos alas). Tambi¨¦n a deambular sin prisa por sus estancias, y a detenerse ante los murales renacentistas que decoran el ¨¢bside central de su iglesia. M¨¢s informaci¨®n: paradadesil.esgetty imagesEn la Ribeira Sacra conviene echar el pie a tierra para contemplar en primera fila el paisaje que define su orograf¨ªa de angostos y profundos desfiladeros fluviales. Una buena elecci¨®n para ello es la ruta senderista del ca?¨®n del r¨ªo Mao, que propone un c¨®modo paseo por un sistema de pasarelas de madera que se elevan sobre su cauce y discurren, a tramos, por un fresco bosque de robles y casta?os hasta las playas fluviales del Mao. La caminata, que parte desde una antigua central hidroel¨¦ctrica reconvertida en albergue ¡ªla F¨¢brica de luz¡ª, forma parte de un itinerario circular m¨¢s largo y exigente (PR-G 117) que asciende hasta la necr¨®polis medieval en San Vitor de Barxacova y sus tumbas antropomorfas y ofrece buenas panor¨¢micas de los cortados del Sil y el punto donde el Mao vierte a este sus aguas, en Barxacova. Si quedan m¨¢s ganas de caminar, desde esta aldea un sendero local que discurre a media ladera por encima del Sil conecta con el pueblo de Rabacallos y, desde ah¨ª, con otro sendero circular (PR-G 98) que con inicio y final en Parada de Sil pasa por el famoso mirador de los Balcones de Madrid y el escondido monasterio de Santa Cristina. M¨¢s informaci¨®n: afabricadaluz.comJ. PastorEl turismo activo en la Ribeira Sacra ofrece m¨¢s alternativas. Como traves¨ªas en kayak por el ca?¨®n del Sil desde sus principales embarcaderos: el ya citado de Santo Estevo y, hacia el este, los de Abeleda y Doade, situados casi uno frente al otro. Resulta interesante lanzarse a remar desde estos ¨²ltimos porque, hacia el oeste, se alcanza la desembocadura del r¨ªo Mao (cuyo curso incluso se puede remontar), y hacia el este, aunque ya no se vislumbran vi?edos tapizando en las escarpaduras del ca?¨®n, la canoa se desliza por aguas totalmente en calma (los catamaranes no navegan este tramo) y, adem¨¢s, llegaremos paleando hasta el meandro de A Cubela, punto donde el Sil traza un vistoso zigzag fluvial. Tambi¨¦n hay muchas posibilidades en la zona para los amantes de la bici. El Centro BTT Ribeira Sacra ofrece informaci¨®n sobre rutas, servicios de alquiler y puntos de acogida de bicicletas para recorrer pedaleando estos maravillosos paisajes. M¨¢s informaci¨®n: turismo.galL. Prado (getty)