Los 12 nuevos pueblos m��s bonitos de Italia

<a href=" https://borghipiubelliditalia.it/" target="_blank">La Asociaci��n de los Pueblos M��s Bonitos de Italia (I Borghi pi�� belli d��Italia)</a> acaba de incorporar 12 nuevas poblaciones a un listado que suma ya 325 localizaciones a lo largo y ancho de la geograf��a del pa��s. Su valioso patrimonio hist��rico, art��stico y cultural les ha hecho merecedores de formar parte de este prestigioso club, cuyo fin no es otro que promocionar el turismo y preservar el rico legado que atesoran. Se trata de lugares, en palabras de la asociaci��n, que constituyen ��la verdadera columna vertebral de Italia��. <br><br> Si arrancamos el recorrido en el norte de la bota, la regi��n de Trentino-Alto Adigio, fronteriza con Austria y Suiza, aporta dos pueblos: <a href="https://www.comune.luserna.tn.it/" target="_blank">Luserna</a> y Pieve Tesino, separados entre s�� por tan solo 55 kil��metros. El primero es una peque?a aldea alpina a 1.300 metros de altitud en la que el tiempo parece haberse detenido. Sus escasos 300 habitantes cuentan con la particularidad de comunicarse en cimbrio, un dialecto alem��n con ra��ces b��varas y tirolesas. Una isla ling��stica en medio de una de las cordilleras monta?osas m��s impresionantes de Europa.

La Asociaci��n de los Pueblos M��s Bonitos de Italia (I Borghi pi�� belli d��Italia) acaba de incorporar 12 nuevas poblaciones a un listado que suma ya 325 localizaciones a lo largo y ancho de la geograf��a del pa��s. Su valioso patrimonio hist��rico, art��stico y cultural les ha hecho merecedores de formar parte de este prestigioso club, cuyo fin no es otro que promocionar el turismo y preservar el rico legado que atesoran. Se trata de lugares, en palabras de la asociaci��n, que constituyen ��la verdadera columna vertebral de Italia��. Si arrancamos el recorrido en el norte de la bota, la regi��n de Trentino-Alto Adigio, fronteriza con Austria y Suiza, aporta dos pueblos: Luserna y Pieve Tesino, separados entre s�� por tan solo 55 kil��metros. El primero es una peque?a aldea alpina a 1.300 metros de altitud en la que el tiempo parece haberse detenido. Sus escasos 300 habitantes cuentan con la particularidad de comunicarse en cimbrio, un dialecto alem��n con ra��ces b��varas y tirolesas. Una isla ling��stica en medio de una de las cordilleras monta?osas m��s impresionantes de Europa.Daniele Bisognin (getty images)

<a href="https://www.comune.pievetesino.tn.it/" target="_blank">Pieve Tesino</a>, en la provincia de Trento, es el pueblo donde naci�� el estadista Alcide De Gasperi (1881-1954), uno de los padres fundadores de la Uni��n Europea. Se puede visitar su casa-museo, as�� como un acogedor jard��n bot��nico. Otro museo interesante es el dedicado a los vendedores ambulantes, muchos de los cuales tuvieron aqu�� su origen. Un gremio de artesanos que siglos atr��s recorri�� toda Europa vendiendo sus estampas y grabados. Los edificios y fachadas de Pieve Tesino (algunos del siglo XVI) a��n conservan el testimonio de ese intenso e ilustre pasado. Este coqueto pueblo de 700 habitantes descansa sobre la ladera del monte Silana (de 1.656 metros), que lo defiende de los vientos del norte, y en sus alrededores se puede disfrutar de multitud de actividades al aire libre, como la escalada deportiva, el tiro con arco y el esqu��.

Pieve Tesino, en la provincia de Trento, es el pueblo donde naci�� el estadista Alcide De Gasperi (1881-1954), uno de los padres fundadores de la Uni��n Europea. Se puede visitar su casa-museo, as�� como un acogedor jard��n bot��nico. Otro museo interesante es el dedicado a los vendedores ambulantes, muchos de los cuales tuvieron aqu�� su origen. Un gremio de artesanos que siglos atr��s recorri�� toda Europa vendiendo sus estampas y grabados. Los edificios y fachadas de Pieve Tesino (algunos del siglo XVI) a��n conservan el testimonio de ese intenso e ilustre pasado. Este coqueto pueblo de 700 habitantes descansa sobre la ladera del monte Silana (de 1.656 metros), que lo defiende de los vientos del norte, y en sus alrededores se puede disfrutar de multitud de actividades al aire libre, como la escalada deportiva, el tiro con arco y el esqu��.Simon Bourne (alamy)

En la regi��n de Lombard��a (en el noroeste del pa��s), en la provincia de Lecco, encontramos <a href=" https://www.discoveringbellano.eu/it/" target="_blank">Bellano</a>, una peque?a localidad de 3.000 habitantes recostada sobre la orilla oriental del <a href="https://elviajero.elpais.com/elviajero/2021/09/16/actualidad/1631785947_340699.html" target="_blank">lago de Como</a>. Sus calles estrechas y edificios coloridos compiten en belleza con su puerto deportivo, desde donde se pueden admirar otros municipios vecinos que se asoman tambi��n al famoso lago, como Bellagio o Menaggio. Antes de embarcar en alguno de los ferris que recorre esta aristocr��tica laguna de villas barrocas y renacentistas, merece la pena visitar el <a href="https://www.discoveringbellano.eu/it/orrido-di-bellano/" target="_blank">paraje natural Orrido di Bellano</a>, un profundo desfiladero rocoso por donde discurre, entre barrancos y cuevas, el caudal del r��o Pioverna, formando espectaculares saltos de agua que tallan la roca, hasta desembocar en el lago de Como. El pintor alem��n Johann Jakob Wetzel (1781-1834) lo describi�� como "un teatro de belleza y miedo, [desde el cual] se escucha un ruido similar al de un trueno". Un sistema de pasarelas ancladas a los muros permite disfrutar del espect��culo en esta antigua central hidroel��ctrica. La entrada cuesta 5 euros y la visita se prolonga una media hora.

En la regi��n de Lombard��a (en el noroeste del pa��s), en la provincia de Lecco, encontramos Bellano, una peque?a localidad de 3.000 habitantes recostada sobre la orilla oriental del lago de Como. Sus calles estrechas y edificios coloridos compiten en belleza con su puerto deportivo, desde donde se pueden admirar otros municipios vecinos que se asoman tambi��n al famoso lago, como Bellagio o Menaggio. Antes de embarcar en alguno de los ferris que recorre esta aristocr��tica laguna de villas barrocas y renacentistas, merece la pena visitar el paraje natural Orrido di Bellano, un profundo desfiladero rocoso por donde discurre, entre barrancos y cuevas, el caudal del r��o Pioverna, formando espectaculares saltos de agua que tallan la roca, hasta desembocar en el lago de Como. El pintor alem��n Johann Jakob Wetzel (1781-1834) lo describi�� como "un teatro de belleza y miedo, [desde el cual] se escucha un ruido similar al de un trueno". Un sistema de pasarelas ancladas a los muros permite disfrutar del espect��culo en esta antigua central hidroel��ctrica. La entrada cuesta 5 euros y la visita se prolonga una media hora.Simone Polattini (alamy)

Encaramado a una colina con vistas al mar y a la campi?a, <a href="https://www.comune.campigliamarittima.li.it/" target="_blank">Campiglia Marittima</a> es uno de los pueblos m��s bellos de la costa etrusca, la franja de 85 kil��metros que va desde Livorno hasta Piombino. La historia de este pueblo medieval del Val di Cornia, en <a href="https://elviajero.elpais.com/elviajero/2019/02/13/actualidad/1550059946_038506.html" target="_blank">la Toscana</a>, est�� marcada por la presencia de yacimientos minerales donde se ha extra��do desde la antig��edad cobre, plomo y plata. Esta antigua fortaleza medieval conserva su recinto amurallado que protege el casco hist��rico, repleto de arcos de piedra, plazas, callejuelas y pasadizos empedrados donde despuntan tiendas de artesan��as, museos y tabernas t��picas. Y a��n perduran vestigios arquitect��nicos de la opulencia de los M��dici, que dominaron la Rep��blica de Florencia durante el siglo XV. Desde esta atalaya privilegiada se otea un horizonte de golfos, acantilados e islas; accidentes geogr��ficos del mar Tirreno como el acantilado de Argentario y el golfo de Baratti. Cuando el cielo lo permite, la vista alcanza hasta las costas del norte de C��rcega.

Encaramado a una colina con vistas al mar y a la campi?a, Campiglia Marittima es uno de los pueblos m��s bellos de la costa etrusca, la franja de 85 kil��metros que va desde Livorno hasta Piombino. La historia de este pueblo medieval del Val di Cornia, en la Toscana, est�� marcada por la presencia de yacimientos minerales donde se ha extra��do desde la antig��edad cobre, plomo y plata. Esta antigua fortaleza medieval conserva su recinto amurallado que protege el casco hist��rico, repleto de arcos de piedra, plazas, callejuelas y pasadizos empedrados donde despuntan tiendas de artesan��as, museos y tabernas t��picas. Y a��n perduran vestigios arquitect��nicos de la opulencia de los M��dici, que dominaron la Rep��blica de Florencia durante el siglo XV. Desde esta atalaya privilegiada se otea un horizonte de golfos, acantilados e islas; accidentes geogr��ficos del mar Tirreno como el acantilado de Argentario y el golfo de Baratti. Cuando el cielo lo permite, la vista alcanza hasta las costas del norte de C��rcega.Roberto Nencini (alamy)

A 60 kil��metros de <a href="https://elviajero.elpais.com/tag/roma/a" target="_blank">Roma</a> se encuentra <a href="http://www.comune.castelnuovodiporto.rm.it/" target="_blank">Castelnuovo di Porto</a>, una villa medieval de 8.600 habitantes que resulta atractiva por su cercan��a a la capital italiana y por conjugar elementos hist��ricos, como el Palazzo Ducale, m��s conocido como Rocca Colina (una joya renacentista), con la naturaleza del vecino <a href="https://parcodiveio.it/" target="_blank">parque regional de Veio</a>, que cubre casi 15.000 hect��reas de terreno de alto valor paisaj��stico que se puede descubrir en los 99 kil��metros de senderos habilitados, siendo el m��s importante la llamada Via Francigena. En su entorno de bosques, arroyos y desfiladeros habita una rica avifauna, entre las que destaca el p��jaro carpintero verde (<i>Picus viridis</i>), ranas (<i>Rana italica</i>), sapos (<i>Bufo bufo</i>) y un anfibio presente solo en Italia: la salamandra de copas (<i>Salamandrina perspicillata</i>).

A 60 kil��metros de Roma se encuentra Castelnuovo di Porto, una villa medieval de 8.600 habitantes que resulta atractiva por su cercan��a a la capital italiana y por conjugar elementos hist��ricos, como el Palazzo Ducale, m��s conocido como Rocca Colina (una joya renacentista), con la naturaleza del vecino parque regional de Veio, que cubre casi 15.000 hect��reas de terreno de alto valor paisaj��stico que se puede descubrir en los 99 kil��metros de senderos habilitados, siendo el m��s importante la llamada Via Francigena. En su entorno de bosques, arroyos y desfiladeros habita una rica avifauna, entre las que destaca el p��jaro carpintero verde (Picus viridis), ranas (Rana italica), sapos (Bufo bufo) y un anfibio presente solo en Italia: la salamandra de copas (Salamandrina perspicillata).Stefano Valeri (alamy)

En lo m��s alto de un promontorio rocoso, en el coraz��n de la regi��n de los Abruzzo, se alza este peque?o <i>borgo</i> medieval presidido por el imponente castillo ducal que alberga la torre del Olivo, del siglo XII, y un museo con piezas de arte griego, etrusco y bizantino, muchas recuperadas de las excavaciones realizadas en una villa romano-bizantina pr��xima al pueblo. En verano, <a href="http://www.comune.crecchio.ch.gov.it/" target="_blank">Crecchio</a> alberga festivales que recrean la atm��sfera medieval, con juegos y comidas de aquella ��poca. Igual de evocador es darse un paseo por el pueblo, jalonado de hermosas casas de piedra perfectamente restauradas. En sus calles y plazas ser�� dif��cil encontrar un papel tirado en el suelo pero s��, en cambio, composiciones florales que ensalzan su belleza. El teatro, semioculto detr��s de una plaza, es otro inesperado hallazgo para el viajero m��s inquieto.

En lo m��s alto de un promontorio rocoso, en el coraz��n de la regi��n de los Abruzzo, se alza este peque?o borgo medieval presidido por el imponente castillo ducal que alberga la torre del Olivo, del siglo XII, y un museo con piezas de arte griego, etrusco y bizantino, muchas recuperadas de las excavaciones realizadas en una villa romano-bizantina pr��xima al pueblo. En verano, Crecchio alberga festivales que recrean la atm��sfera medieval, con juegos y comidas de aquella ��poca. Igual de evocador es darse un paseo por el pueblo, jalonado de hermosas casas de piedra perfectamente restauradas. En sus calles y plazas ser�� dif��cil encontrar un papel tirado en el suelo pero s��, en cambio, composiciones florales que ensalzan su belleza. El teatro, semioculto detr��s de una plaza, es otro inesperado hallazgo para el viajero m��s inquieto.Massimo Dallaglio (alamy)

<a href="https://www.comune.petritoli.fm.it/hh/index.php" target="_blank">Petritoli</a>, en la provincia de Fermo, <a href="https://elviajero.elpais.com/elviajero/2019/12/11/actualidad/1576067186_820945.html" target="_blank">parte de la regi��n de las Marcas</a>, domina el verde y f��rtil valle de Aso entre olivos, moreras y colinas con una vista espectacular que va desde los montes Sibilinos hasta la costa del Adri��tico. El pueblo, de 2.500 habitantes, alberga iglesias y conventos ricos en obras de arte y edificios se?oriales transformados en museos. Pero sobre todo es conocido como el pueblo de las bodas, por la multitud de enlaces que aqu�� se celebran. La localidad es una bella postal repleta de encantadoras vistas y rincones: desde el teatro de la Iride hasta la Piazza della Rocca; desde el espl��ndido balc��n de la Torre Civica hasta el Orto dell'Asilo, miradores que regalan un panorama ��nico de la naturaleza exuberante que envuelve a Petritoli.

Petritoli, en la provincia de Fermo, parte de la regi��n de las Marcas, domina el verde y f��rtil valle de Aso entre olivos, moreras y colinas con una vista espectacular que va desde los montes Sibilinos hasta la costa del Adri��tico. El pueblo, de 2.500 habitantes, alberga iglesias y conventos ricos en obras de arte y edificios se?oriales transformados en museos. Pero sobre todo es conocido como el pueblo de las bodas, por la multitud de enlaces que aqu�� se celebran. La localidad es una bella postal repleta de encantadoras vistas y rincones: desde el teatro de la Iride hasta la Piazza della Rocca; desde el espl��ndido balc��n de la Torre Civica hasta el Orto dell'Asilo, miradores que regalan un panorama ��nico de la naturaleza exuberante que envuelve a Petritoli.alamy

Con algo menos de 6.000 habitantes, <a href="https://comune.noceraumbra.pg.it/" target="_blank">Nocera Umbra</a>, en la provincia de Perugia ��en el centro de la pen��nsula italiana��, est�� protegida por unas imponentes murallas, con su inexpugnable fortaleza en lo alto rodeada de torres. Conserva un sugestivo centro medieval dominado por una torre c��vica que data del siglo XI, reconstruida tras el devastador terremoto del 26 de septiembre de 1997. Al recorrer su centro hist��rico tambi��n se contempla la iglesia de San Francisco, del siglo XIV, que alberga la Pinacoteca y el Museo C��vico, que contiene valiosas obras de arte. Nocera Umbra es famosa, sobre todo, por sus aguas minerales, en particular las del manantial Angelica, que fluye en el antiguo balneario de Bagni di Nocera.

Con algo menos de 6.000 habitantes, Nocera Umbra, en la provincia de Perugia ��en el centro de la pen��nsula italiana��, est�� protegida por unas imponentes murallas, con su inexpugnable fortaleza en lo alto rodeada de torres. Conserva un sugestivo centro medieval dominado por una torre c��vica que data del siglo XI, reconstruida tras el devastador terremoto del 26 de septiembre de 1997. Al recorrer su centro hist��rico tambi��n se contempla la iglesia de San Francisco, del siglo XIV, que alberga la Pinacoteca y el Museo C��vico, que contiene valiosas obras de arte. Nocera Umbra es famosa, sobre todo, por sus aguas minerales, en particular las del manantial Angelica, que fluye en el antiguo balneario de Bagni di Nocera.Andrea Pistolesi (getty images)

A 55 kil��metros de Bari, la capital de <a href="https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/05/09/actualidad/1525882755_879838.html" target="_blank">la regi��n de Apulia (Puglia)</a>, en el sureste de Italia, emerge un paisaje inesperado, el que conforman los m��s de 1.500 <i>trulli</i> de <a href="https://www.comunealberobello.it/index.php?lang=it" target="_blank">Alberobello</a>, unas pintorescas construcciones en forma de colmena y rematadas por pin��culos blancos que son patrimonio de la Unesco desde 1996. Alberobello, en el valle de Itria, es una visita obligada para todo aquel que recorra el tac��n de la bota, donde lo monumental cede el paso a la autenticidad, la sencillez y la pura esencia mediterr��nea. Cuando en el siglo XV se repobl�� esta tierra azotada por los turcos, se cree que el noble feudal Guercio de Apulia mand�� construir las casas con piedra pero sin mortero para que parecieran inacabadas y as�� evitar el pago de impuestos al virrey espa?ol de N��poles. Hist��ricamente se utilizaban para los campesinos como refugios temporales o para los peque?os propietarios como viviendas, caracteriz��ndose por una estructura rectangular con tejado piramidal. Ahora albergan en su interior casas, bares y tiendas, que en verano reciben un aluvi��n de turistas.

A 55 kil��metros de Bari, la capital de la regi��n de Apulia (Puglia), en el sureste de Italia, emerge un paisaje inesperado, el que conforman los m��s de 1.500 trulli de Alberobello, unas pintorescas construcciones en forma de colmena y rematadas por pin��culos blancos que son patrimonio de la Unesco desde 1996. Alberobello, en el valle de Itria, es una visita obligada para todo aquel que recorra el tac��n de la bota, donde lo monumental cede el paso a la autenticidad, la sencillez y la pura esencia mediterr��nea. Cuando en el siglo XV se repobl�� esta tierra azotada por los turcos, se cree que el noble feudal Guercio de Apulia mand�� construir las casas con piedra pero sin mortero para que parecieran inacabadas y as�� evitar el pago de impuestos al virrey espa?ol de N��poles. Hist��ricamente se utilizaban para los campesinos como refugios temporales o para los peque?os propietarios como viviendas, caracteriz��ndose por una estructura rectangular con tejado piramidal. Ahora albergan en su interior casas, bares y tiendas, que en verano reciben un aluvi��n de turistas.Paul Williams (alamy)

Sicilia, la isla m��s grande del Mediterr��neo, aporta 22 localidades de su extensa geograf��a al cat��logo de belleza rural que promociona la Asociaci��n de los Pueblos M��s Bonitos de Italia. Las dos ��ltimas incorporaciones son Buccheri y Calascibetta. El primero se ubica en la provincia de Siracusa y es famoso por la producci��n de aceite de oliva en el coraz��n de los montes Iblei. De hecho, la enogastronom��a es uno de los puntos fuertes de este municipio, tambi��n reconocido como uno de los mejores destinos culinarios de Italia. En primavera se celebran dos eventos importantes: el Passiu Santu, vinculado a la Semana Santa, y el Sentieri di maggio, con itinerarios tem��ticos. Con la llegada del est��o, se convierte en un coqueto pueblo que atrae a muchos turistas por sus actividades al aire libre, favorecidas por las pl��cidas noches del verano siciliano.Riccardo Colelli (getty images)

En el coraz��n de Sicilia encontramos <a href=" https://www.comune.calascibetta.en.it/it-it/home" target="_blank">Calascibetta</a>, el cl��sico pueblo siciliano aupado a lo alto de una monta?a. En sus alrededores se pueden visitar varios yacimientos arqueol��gicos (Canalotto, Cozzo di San Giuseppe y Via Carcere) y necr��polis (Calcarella, Realmese, Valle Coniglio y Malpasso). De origen ��rabe -su nombre significa "el castillo en la cima de la monta?a" -, Calascibetta fue una de las 57 ciudades con comunidad jud��a en Sicilia desde 1350 hasta 1492. Paseando por sus calles podremos visitar la iglesia Matriz, dedicada a Santa Maria Maggiore, construida sobre las ruinas del castillo y nombrada Capilla Real Palatina por el rey Pietro II de Arag��n; o la iglesia de San Pietro, situada en el monte T��bet, con cinco naves e impresionantes columnas de piedra. No es una obra de arte, pero s�� un icono: el Fiat 500, que comenz�� a fabricarse en 1957, tiene en este pueblo un peque?o museo (de acceso gratuito) que, adem��s de albergar varios modelos de este autom��vil enraizado en la memoria colectiva de varias generaciones de italianos, cuenta con paneles explicativos que ayudan a revivir su historia y, de paso, la de un pa��s entero.

En el coraz��n de Sicilia encontramos Calascibetta, el cl��sico pueblo siciliano aupado a lo alto de una monta?a. En sus alrededores se pueden visitar varios yacimientos arqueol��gicos (Canalotto, Cozzo di San Giuseppe y Via Carcere) y necr��polis (Calcarella, Realmese, Valle Coniglio y Malpasso). De origen ��rabe -su nombre significa "el castillo en la cima de la monta?a" -, Calascibetta fue una de las 57 ciudades con comunidad jud��a en Sicilia desde 1350 hasta 1492. Paseando por sus calles podremos visitar la iglesia Matriz, dedicada a Santa Maria Maggiore, construida sobre las ruinas del castillo y nombrada Capilla Real Palatina por el rey Pietro II de Arag��n; o la iglesia de San Pietro, situada en el monte T��bet, con cinco naves e impresionantes columnas de piedra. No es una obra de arte, pero s�� un icono: el Fiat 500, que comenz�� a fabricarse en 1957, tiene en este pueblo un peque?o museo (de acceso gratuito) que, adem��s de albergar varios modelos de este autom��vil enraizado en la memoria colectiva de varias generaciones de italianos, cuenta con paneles explicativos que ayudan a revivir su historia y, de paso, la de un pa��s entero.Flavio Vallenari (getty images)

El archipi��lago de La Maddalena se halla frente a <a href="https://elviajero.elpais.com/elviajero/2019/03/20/actualidad/1553095238_191463.html" target="_blank">la costa noreste de Cerde?a</a> y es un espacio protegido integrado por siete islas (Maddalena, Caprera, San Stefano, Spargi, Budelli, Santa Maria y Razzoli) y cerca de 60 islotes rocosos. <a href="https://www.comunelamaddalena.it/" target="_blank">La Maddalena</a> es la m��s grande y la ��nica habitada. Sus playas de arena blanca ba?adas por aguas de color zafiro son un reclamo permanente para el turismo y para los buceadores que exploran su rico fondo marino. Una carretera panor��mica de 20 kil��metros rodea esta islita y facilita el acceso a varias ensenadas muy bellas: Testa del Polpo, Cala dello Spalmatore o la playa dei Monti dell'Arena, entre otras. Los monumentos m��s destacados de esta localidad sarda, antigua base militar de EE UU, son la iglesia de Santa Maria Maddalena y la columna Garibaldi, un homenaje al militar art��fice de la unificaci��n de Italia que muri�� en la vecina isla de Caprera, conectada a la isla Maddalena por un puente artificial de tierra, lo que permite una visita para descubrir sus calas casi v��rgenes y la casa donde vivi�� recluido sus ��ltimos a?os Giuseppe Garibaldi. Su interior es un viaje al pasado, ya que conserva todav��a los muebles y objetos personales del general, tal y como quedaron tras su muerte en 1882, incluso el reloj que marca la hora de su deceso. La vida, en cambio, sigue latiendo en las calles de La Maddalena, donde se celebra un colorido carnaval dos veces al a?o, en febrero y en verano.

El archipi��lago de La Maddalena se halla frente a la costa noreste de Cerde?a y es un espacio protegido integrado por siete islas (Maddalena, Caprera, San Stefano, Spargi, Budelli, Santa Maria y Razzoli) y cerca de 60 islotes rocosos. La Maddalena es la m��s grande y la ��nica habitada. Sus playas de arena blanca ba?adas por aguas de color zafiro son un reclamo permanente para el turismo y para los buceadores que exploran su rico fondo marino. Una carretera panor��mica de 20 kil��metros rodea esta islita y facilita el acceso a varias ensenadas muy bellas: Testa del Polpo, Cala dello Spalmatore o la playa dei Monti dell'Arena, entre otras. Los monumentos m��s destacados de esta localidad sarda, antigua base militar de EE UU, son la iglesia de Santa Maria Maddalena y la columna Garibaldi, un homenaje al militar art��fice de la unificaci��n de Italia que muri�� en la vecina isla de Caprera, conectada a la isla Maddalena por un puente artificial de tierra, lo que permite una visita para descubrir sus calas casi v��rgenes y la casa donde vivi�� recluido sus ��ltimos a?os Giuseppe Garibaldi. Su interior es un viaje al pasado, ya que conserva todav��a los muebles y objetos personales del general, tal y como quedaron tras su muerte en 1882, incluso el reloj que marca la hora de su deceso. La vida, en cambio, sigue latiendo en las calles de La Maddalena, donde se celebra un colorido carnaval dos veces al a?o, en febrero y en verano.mauritius images GmbH (alamy)