Un paseo actual por el Torremolinos de leyenda: de la playa de Brigitte Bardot a la discoteca de Judy Garland
Revivir la ¨¦poca dorada de la Costa del Sol todav¨ªa es posible si se sabe mirar durante una caminata por la playa de La Carihuela y los alrededores de la calle San Miguel
Torremolinos es el lugar donde Frank Sinatra fue detenido tras liarse a pu?etazos con un fot¨®grafo. Es el para¨ªso al que viaj¨® Brigitte Bardot en los cincuenta. Y en el que Gala ?luard protagoniz¨® el primer topless documentado de la historia de Espa?a. Es t...
Torremolinos es el lugar donde Frank Sinatra fue detenido tras liarse a pu?etazos con un fot¨®grafo. Es el para¨ªso al que viaj¨® Brigitte Bardot en los cincuenta. Y en el que Gala ?luard protagoniz¨® el primer topless documentado de la historia de Espa?a. Es tambi¨¦n el contexto donde un joven Chiquito de la Calzada desarroll¨® su carrera en el flamenco y Judy Garland, Kirk Douglas y Antonio Gades bailaron en la discoteca Tiffany¡¯s. ¡°No hay otro sitio igual para tomar el sol y descansar¡±, resumi¨® Marlon Brando. Con aires decadentes, una pizca de locura y la influencia del Mediterr¨¢neo, la ciudad suspira por aquellos tiempos. ¡°Queda poco del Torremolinos m¨ªtico¡±, avisa el historiador Jos¨¦ Luis Cabrera. La ¨¦poca dorada fue arrasada por el turismo de masas y el urbanismo desaforado, pero a¨²n hay huellas para recorrer con calma, rincones donde respirar historia en la localidad.
La playa de Brigitte Bardot
Los paseos de una jovenc¨ªsima Brigitte Bardot por la playa de La Carihuela son ya leyenda. La actriz francesa rodaba en 1957 Los joyeros del claro de luna, dirigida por Roger Vadim, mientras disfrutaba de aquel ¡°para¨ªso salvaje¡± ¨Dcomo ella misma recordaba recientemente¨D y se ba?aba en la piscina del ya desaparecido club El Remo. All¨ª llev¨® alguna vez a beber e incluso subi¨® a su habitaci¨®n a un burro del que se encaprich¨®. Las viejas barcas y los pescadores de entonces han sido sustituidos por decenas de chiringuitos, cientos de tiendas, miles de hamacas y millones de turistas. Sus dos kil¨®metros de paseo mar¨ªtimo ejercen de centro comercial y de restauraci¨®n. Ante tanta oferta, lo dif¨ªcil es elegir d¨®nde sentarse a comer un espeto. Una pista: los que sirven en La Mar Bonita, elaborados por Miguel Le¨®n, fueron elegidos en 2021 entre los tres mejores de la Costa del Sol.
A un paso se levanta el primer cinco estrellas de Torremolinos, el hotel Pez Espada. Inaugurado en 1959, es uno de los mejores ejemplos de la denominada arquitectura del relax, esa que buscaba el disfrute y el ocio en la gris Espa?a franquista. Por sus habitaciones pasaron Ingrid Bergman, Orson Welles, Claudia Cardinale, Charlton Heston, Ava Gardner y Kim Novak. Tambi¨¦n un Frank Sinatra que lleg¨® a la Costa del Sol para rodar El coronel Von Ryan, de Mark Robson. Un fot¨®grafo le sigui¨® hasta el establecimiento y el actor, harto de la prensa, se enfad¨®. Acabaron a pu?etazos. ¡°Sinatra, detenido¡±, reflejaron los titulares de la ¨¦poca. Hoy un mural ilustrado por el artista Nesui SRC recuerda al ilustre personaje junto al paseo mar¨ªtimo de La Carihuela, en cuyo hotel Tropicana se aloj¨® Raquel Welch cuando rod¨® Fathom (1967), retitulada en Espa?a Guapa, intr¨¦pida y esp¨ªa.
Camino del centro hay un promontorio donde se levantaba el antiguo hotel Santa Clara. Fue la residencia del militar brit¨¢nico George Langworthy, que m¨¢s tarde impuls¨® all¨ª un pionero establecimiento hotelero. Entre sus invitados, literatos como Emilio Prados, Luis Cernuda o Manuel Altolaguirre, adem¨¢s de Salvador Dal¨ª y Gala ?luard, quien dej¨® para la historia su semidesnudo. En su lugar se ubican ahora los apartamentos Castillo de Santa Clara, una mole con aires setenteros que se aprovecha del acantilado para dominar el paisaje sobre el mar. Una vieja pista de tenis acompa?a el camino hasta la plaza de Cantabria y su mirador al urbanismo desordenado y la inmensidad del Mediterr¨¢neo. Hacia el este, el hotel Ritual se erige como referente del turismo LGTBI, rodeado de espacios singulares como el caf¨¦ Savoy, El Gato ¨Dcon otra pista de tenis en la terraza¨D y la pensi¨®n Escandinavia, con mesas llenas de pintas de cerveza. La hist¨®rica torre La Roca completa la panor¨¢mica retro. Residencia en su d¨ªa del cineasta Jess Franco, hoy el guante cinematogr¨¢fico lo recoge el director Ram¨®n Salazar, uno de sus ilustres vecinos, que pueden bajar a la playa por un pasaje con infinitas escaleras y bellas buganvillas.
Tambi¨¦n vive all¨ª Eve Field, hist¨®rica protagonista de las noches de Torremolinos como relaciones p¨²blicas de la desaparecida discoteca Tiffany¡¯s, con aspecto de cortijo andaluz. En su interior fue fotografiada Judy Garland, pamela incluida. Instant¨¢neas que ¡°muestran esa demacrada decadencia, pero a la vez todo el estilo de una diva¡±, como recoge el libro Exc¨¦ntricos en la Costa del Sol. La sala de fiestas se levant¨® en la avenida Palma de Mallorca, hoy convertida en una irrepetible mezcla de negocios, arquitecturas y personajes. Combinaci¨®n convertida en la pura esencia local, donde no todo ha envejecido demasiado bien. Quienes s¨ª lo han hecho ha sido Danza Invisible, con su calle en esta zona. La banda cumple en 2022 su 40? aniversario. ¡°Y ah¨ª seguimos¡±, dice su cantante, Javier Ojeda, residente en Torremolinos.
Para ir de compras
La calle San Miguel es la v¨ªa comercial por excelencia. Ya sea verano o invierno est¨¢ repleta de turistas en chanclas. No tiene hueco para un comercio m¨¢s. En su trayecto, el olor fritanga del pesca¨ªto frito se mezcla con el aroma de las tiendas de perfumer¨ªa. En alguno de los caf¨¦s de la zona se sentaba a descansar John Lennon durante sus dos semanas de vacaciones en la zona en 1963. Quiz¨¢ prob¨® las frituras locales en el bar La Gamba Alegre, impulsado por Serge Hornbostel, quien dec¨ªa que en Torremolinos ¡°los criados y el licor resultan asombrosamente econ¨®micos¡±. En la plaza ¨Ddonde Luis Eduardo Aute cantaba en franc¨¦s en la pel¨ªcula D¨ªas de viejo color (1967), de Pedro Olea¨D se ubicaba tambi¨¦n El Jaleo, m¨ªtico tablao flamenco donde bailaba Carrete y cantaba y daba palmas Chiquito de la Calzada mientras actuaban Camar¨®n o Fosforito ante famosos de inc¨®gnito. Hab¨ªa una carnicer¨ªa belga, un restaurante chino y una hamburgueser¨ªa, El Goloso. Hoy el epicentro es la taper¨ªa El Granaino, rodeada de pasajes oscuros donde se vivieron aventuras hoy en el olvido.
El Pasaje Bego?a es el m¨¢s conocido. Alberg¨® los primeros bares de ambiente de Torremolinos, como el Pourquoi Pas? o el Toni¡¯s Bar. M¨¢s de cien personas fueron detenidas por su homosexualidad durante una redada policial en junio de 1971. En 2019 el pasaje fue declarado Lugar de Memoria Hist¨®rica LGTBI, pero ya apenas tiene vida, m¨¢s all¨¢ del alg¨²n viejo cartel de locales como The Blue Note o pintadas con la bandera arco¨ªris. Destaca la luminosidad de la renovada plaza de la Costa del Sol ¨Dobra de un arquitecto que vivi¨® parte de aquella era dorada, Salvador Moreno Peralta¨D, icono del Torremolinos del siglo XXI. El enorme espacio peatonal est¨¢ presidido por un Mercadona, signo de los tiempos. M¨¢s escondido, un enorme grafiti en blanco y negro muestra a una joven Brigitte Bardot que se ajusta un sombrero cordob¨¦s. Homenajea a una de las mujeres que ayud¨® a crear aquel Torremolinos de leyenda, hoy de culto. Ese que apenas existe, pero del que a¨²n resuenan sus ecos si se sabe escuchar.
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