?Quedan playas salvajes en Espa?a? En estas 12 es posible sentirse como un solitario ba?ista

Gulpiyuri (Llanes). Entre las localidades asturianas de Ribadesella y Llanes, este es un peque?o arenal en medio de la campi?a que se abre frente a un muro de roca detr��s del cual est�� el Cant��brico. Sus aguas aparecen solo con pleamar, cuando el mar entra en la diminuta ensenada a trav��s de un t��nel. Uno de esos espect��culos naturales que se encuentran por sorpresa al recorrer la costa asturiana.Alamy Stock Photo

Playa de Benijo (Tenerife). El de Benijo es uno de los arenales m��s espectaculares de las islas Canarias, una playa salvaje en estado natural. Escoltado por el roque Benijo y el roque La Rapadura, es una de las playas m��s fotog��ni?cas de todo el archipi��lago. Sus arenas negras se extien?den en la costa norte de Teneri?fe, en la zona de Anaga, y es muy poco transitada por el turismo, por lo que se ha conservado salvaje, sin equipar, como una especie de templo local para re?cordar la belleza masiva de estos entornos volc��nicos tan melan?c��licos como en��rgicos.MARCO BOTTIGELLI (Getty Images)

Carnota (A Coru?a). Esta playa de la Costa da Morte, en un estado de conserva?ci��n ejemplar, se extiende m��s de siete kil��metros, por lo que est�� considerada como la m��s larga de la costa galle?ga. Con bajamar puede tener hasta 500 metros de anchura, mo?mento en el que tambi��n se forman coquetas pozas que se pueden usar a modo de ��jacuzzi�� natural. Sus dunas y marismas son cobijo de aves migratorias, informaci��n muy valiosa para aquellos que, adem��s de disfru?tar de una jornada de absoluta serenidad, quieran dar alimento a su vocaci��n ornitol��gica. Con sus blancas arenas, se ha convertido en una de las im��genes favoritas en redes sociales y figura en los listados de las mejores playas del mundo. A sus aguas cristalinas y sus arenas finas, se a?aden las id��licas vistas a Finisterre. Carnota guarda, adem��s, una sorpresa: A Boca do R��o, el espectacular arenal que forma el r��o Vadebois al desembocar en el mar.?xurxo lobato (Cover/Getty Images)

Papagayo (Lanzarote). No es una sino varias: un conjunto de playas de arenas doradas rodeadas de grandiosos acantila?dos calcinados por el sol. Se encuentra en el sur de la isla de Lanzarote, a los pies del monumento natural de Los Ajaches. Lo que hace especiales a estas playas del Papagayo es su estado natural: siete kil��metros de arenas doradas v��rgenes, entre Playa Blanca y Punta del Papagayo, a resguardo de los vientos alisios y ba?adas por aguas tranquilas, absolutamente fotog��?nicas. Desde aqu�� se avistan la vecina isla de Fuerte?ventura y el islote de Lobos, formando un horizonte abru?mador que invita a dejarse lle?var por los sue?os del viento. La m��s popular de todas las playas es la que da nombre al lugar, con forma de herradura y arena dorada. Pero hay otras playas del Papagayo, como la de Mujeres, la de la Cera, la del Pozo y la caleta del Congrio. Y todav��a quedan los peque?��simos caletones del Cobre o San Marcial.Francesco Riccardo Iacomino (Getty Images)

Torimbia (Llanes). Esta es una de las playas m��s salvajes de Asturias, donde la fuerza del mar y la tranquilidad de los helechos crean un paisaje colosal que se prolonga hacia unos horizontes de ver?des lomas. Este arenal de Llanes forma una concha de arena realmente espectacular, recogida por los acanti?lados y batida por los vientos. Tiene una larga tradici��n nudis?ta; de hecho, es uno de los are?nales naturistas mejor conside?rados de Espa?a.I?igo Fdz de Pinedo (Getty Images)

Playa Larga de Calblanque (Cartagena). No es que su nombre deje mucho a la imaginaci��n, aunque para los que no conozcan estas costas de Calblanque, en Cartagena (Regi��n de Murcia), es de rigor decir que se trata de uno de los ecosistemas m��s por?tentosos de todo el Mediterr��neo. Tres kil��metros de arenas soleadas y conectadas con una cadena de playas forman un espacio natu?ral protegido y fr��gil en el que uno puede mostrar f��cilmente su empat��a con el entorno. A Calblanque conviene ir fuera de temporada: la originalidad de sus arenales solitarios resistiendo frente a la invasi��n del ladrillo en la zona ha hecho que en los ��ltimos a?os el inter��s se desborde y se haga dif��cil acceder entre tantos coches que lo intentan. La Larga es la playa m��s popular de todas, con su arenal dorado en medio de un paisaje virgen sin construcciones a la vista. Pero tambi��n hay otras alternativas, como la cercana playa de Parre?o, m��s alejada y salvaje (y tambi��n menos concurrida), o la cala Arturo, la playa m��s abierta de Calblanque, con acceso por pasarela de madera, frecuentada por surfistas y con unas vistas espectaculares.Alamy Stock Photo

Playa del Silencio (Cudillero). Abrazada por un alto acantilado en el que reverbera el sonido de las olas golpeando el arenal, y en un entorno salvaje y abrupto, este resulta ser un lugar realmente especial. Es una playa de f��cil acceso, pero poco transitada. Sin duda, una de las muestras m��s bellas del modelado del Cant��brico, salvaje como toda la costa asturiana, y hasta hace poco bastante secreta, aunque la democratizaci��n de la fotograf��a la han convertido en un destino imprescindible que acaba en miles de cuentas de Instagram, folletos tur��sticos y cat��logos de fot��grafos aficionados. Moles rocosas de impresi��n protegen su concha, como una fortaleza natural que salvaguarda sus aguas tranquilas y su brisa silenciosa. Est�� en Casta?eras, entre el cabo Vidio (otro lugar espectacular) y el cabo Busto, presidido por su faro y con unas vistas extraordinarias. Alamy Stock Photo

Cofete (Fuerteventura). Es uno de los puntos de peregrinaci��n de todo visitante a la isla canaria y tambi��n una de las playas m��s valoradas por los viajeros por su id��lica imagen. Impresiona su longitud: 12 kil��metros parapetados por el macizo monta?oso de Jand��a, en un paisaje de naturaleza salvaje que contrasta con la enigm��tica casa de los Winter y el peque?o pueblo de aire ��hippie��. Ocupa una ubicaci��n privilegiada dentro del parque natural de Jand��a, y su entorno y sus finas arenas de tonos anaranjados consiguen transmitir una gran sensaci��n de paz y tranquilidad.Alamy Stock Photo

Aiguablava (Begur). Entre las playas m��s salvajes y m��s bonitas de la pen��nsula Ib��rica no pod��an faltar las calas de la Costa Brava, en Girona. Son peque?as y de aguas turquesas, y lo m��s conveniente es ir fuera de temporada. La de Aiguablava, la m��s septentrional, es de una belleza minima?lista, y est�� considerada una de las playas m��s bonitas de Catalu?a. Su top��nimo se queda corto a la hora de describir estas aguas deslumbrantes que ba?an fon?dos poco profundos de arena fina y dorada. Esta playa exclusiva, ubicada al sur de la localidad de Begur, aglutina todas las bondades naturales de la Costa Brava. A ello hay que a?adir que en uno de sus extremos espera un parador de turismo.Alamy Stock Photo

Ensenada de los Genoveses (Cabo de Gata). Extenso arenal, resplandeciente y fino, que se extiende hasta convertirse en la segunda playa m��s larga del cabo de Gata, for?mando un enclave ��nico, ideal para disfrutar en familia y sacar la c��mara de paseo por el ama?ble y delicioso litoral de la almeriense N��jar. Aguas mansas ba?an estas cos?tas exquisitas, vestidas de dunas y vegetaci��n. Aqu�� los paisajes des��rticos se combinan con las pitas o las plantas de aloe vera y con unos arenales v��rgenes que han podido guardar todo el encanto natural. La ensenada de los Genoveses se encuentra a tres kil��metros de la localidad de San Jos��, en un valle sin apenas construcciones ni carreteras asfaltadas que conserva la belleza pura y virgen de sus dunas de arena fina y dorada. Pertenece al parque natural de Cabo de Gata-N��jar y suele aparecer en todas las listas de playas naturales m��s populares y valoradas. A la vecina playa de M��nsul se accede tambi��n a pie: aqu�� fue donde Steven Spielberg rod�� algunas escenas de la pel��cula ��Indiana Jones y la ��ltima cruzada�� (1989).D802-Birgit (Getty Images/imageBROKER RF)

Macarella y Macarelleta (Menorca). Las cl��sicas aguas centelleantes de la isla balear encuentran aqu�� re?codos privilegiados, abrazados por encinas y pinos que se estiran hacia el Mediterr��neo. Este es el mejor ejemplo de las peque?as calas v��rgenes que han hecho famosa la imagen de Menorca. Muy visitadas durante la tempo?rada alta, sus aguas turquesas resultan de lo m��s fotog��nicas. La peque?a de estas dos hermanas, la Macarelleta, es tambi��n muy popular entre los nudistas. Se puede caminar de una a otra cala en 10 minutos.Photo by Rafa Elias (Getty Images)

Playa de Barra (Pontevedra). Perteneciente al municipio de Cangas de Morrazo y asomada a la r��a de Vigo, la playa de Barra es un conocido espacio naturista lleno de encantos: soli?taria, resguardada de los vien?tos, natural, de arenas suaves y aguas g��lidas. Hay quien define la zona como ��el Caribe gallego��: al fondo se levantan las islas C��es, com?pletando el hermoso escenario de esta larga, fina y elegante playa de dunas. Tiene algo menos de un kil��metro de largo y hay bastantes senderos que conducen a ella. Fue uno de los primeros arenales de Galicia en el que se permiti�� el nudismo. Su entorno de pinares garantiza una intimidad dif��cil en playas m��s urbanas, a?adiendo un atractivo m��s a un d��a de playa.Alamy Stock Photo