Chistau, el valle de los n¨®madas
De viaje en ¡®camper¡¯ por un territorio del Pirineo aragon¨¦s condicionado por una orograf¨ªa que ha hecho que sus habitantes miren hacia el fondo de ¨¦l y hacia sus cumbres. Aqu¨ª hay m¨¢s senderos que transitar que vecinos en sus pueblos de monta?a
El trayecto desde Madrid hasta Sabi?¨¢nigo, aunque se haga en una furgoneta camper, es tan anodino como la autopista por la que se circula. Una vez dentro de la monta?osa y fronteriza comarca oscense de Sobrarbe, despu¨¦s de unas cuatro horas sin apenas girar el volante del veh¨ªculo autom¨¢tico alquilado a Roadsurfer, proveedor de la plataforma CamperDays, el paisaje cambia y se empina y la carretera se estrecha ...
El trayecto desde Madrid hasta Sabi?¨¢nigo, aunque se haga en una furgoneta camper, es tan anodino como la autopista por la que se circula. Una vez dentro de la monta?osa y fronteriza comarca oscense de Sobrarbe, despu¨¦s de unas cuatro horas sin apenas girar el volante del veh¨ªculo autom¨¢tico alquilado a Roadsurfer, proveedor de la plataforma CamperDays, el paisaje cambia y se empina y la carretera se estrecha y retuerce.
Por el camino se atraviesan las localidades de Fiscal, Bolta?a y A¨ªnsa. Entre este ¨²ltimo pueblo y Bielsa, a la altura de Salinas de S¨ªn, hay que desviarse y tomar la A-2609. Una carretera que vertebra el valle de Chistau de sur a norte y que discurre junto al Cinqueta, un r¨ªo que cruzan cinco puentes: Pecad¨®, d¡¯El Mol¨ªn, Mical¨¦, Viciele y del Hospital. Antes de llegar a los pueblos del valle, Saravillo, S¨ªn, Se?es, Serveto, Plan, San Juan de Plan y Gista¨ªn, hay que atravesar una serie de agujeros en la monta?a, m¨¢s que t¨²neles. Este es el ¨²nico acceso por carretera al valle. Al otro lado de esos t¨²neles sin apuntalar parece que uno ha dado a pararCanad¨¢, Alaska.
Chistau es un valle a los pies del Parque Natural Posets-Maladeta, por el que discurren r¨ªos y rodeado de monta?as que superan los 3.000 metros de altura, pared con pared con Francia. Una especie de Shangri-La aragonesa y real en la que sus habitantes hablan el chistabino. Una lengua, un dialecto. Un recurso contra el aislamiento y la hostilidad del medio. Un derecho, al fin y al cabo. Como el contrabando de bienes de primera necesidad que se hizo y con el que la gente del valle sobrevivi¨® durante tanto tiempo.
El valle de Chistau es el paisaje de monta?as, r¨ªos y casas de tejados triangulares que dibujan los ni?os. Tambi¨¦n es breve y delicado, como un haiku. Un lugar m¨¢s desconocido que aislado. Su orograf¨ªa le ha empujado a tener m¨¢s contacto con Francia, pa¨ªs que se encuentra al otro lado de puertos de los que solo se saben los caminos los locales. El resto podemos ir por el t¨²nel gratuito de Bielsa-Aragnouet, a m¨¢s de 1.800 metros de altura. Atravesarlo es cambiar de decorado en unos pocos minutos. No es un t¨²nel. Es un truco. El Pirineo franc¨¦s es m¨¢s abrupto, m¨¢s verde y m¨¢s abierto. Una vez en la parte baja del valle de Aure, se puede ir a la Reserva Natural de Neouvielle, formada por tres lagos accesibles por carretera de monta?a asfaltada. Tambi¨¦n se puede subir al Col d¡¯Azet, un puerto de monta?a con vistas impresionantes de los valles de Aure y Louron.
Los senderos que recorren los montes del valle de Chistau est¨¢n copados de pinos negros, especie que parece querer hacer cima en alguna de esas cumbres en las que la nieve se resiste a desaparecer. Rascacielos pirenaicos de granito, metam¨®rficos y de caliza. Paredes de piedra que algunos trepan y desde las que otros se lanzan. Tambi¨¦n los hay que con esas piedras construyen las retiradas, pastoriles y ganaderas bordas. Construcciones de dos plantas, en las que abajo est¨¢ la cuadra y arriba el pajar. As¨ª como las casas de tejados a dos aguas de pizarra de los mencionados y fotog¨¦nicos pueblos del valle. Fotogenia que a los forasteros nos impide ver la hostilidad de este bello paraje en el que la distancia se mide en tiempo, se hace menci¨®n al desnivel del terreno y se circula m¨¢s por pistas forestales que por carreteras de asfalto. Pistas de tierra y piedras que rodean los montes y por las que circulan turismos, furgonetas camper y, sobre todo, veh¨ªculos 4x4.
El ganado, art¨ªfice del paisaje, asciende a los montes en busca de pastos por senderos verticales. Las ovejas y las vacas pastan, las cabras desbrozan el monte y los pastores, con ayuda de sus perros, las pastorean. Los pastores son n¨®madas y antisistema, me dice Roberto Serrano, alcalde de San Juna de Plan y profesor de la Escuela de Pastoreo La Estiva, en el mismo pueblo, donde es posible estacionar una furgoneta camper o autocaravana y pasar la noche por cuatro euros. Tambi¨¦n se puede hacer en Plan, pasar la noche y escuchar el ladrido de alg¨²n perro y el rumor del r¨ªo. Todo bajo un cielo estrellado.
¡°Pastar es conservar¡±, dice entre silbido y silbido Zacar¨ªas Fievet, un joven pastor que tambi¨¦n trabaja como formador y tutor en la escuela de pastoreo. Tutor de ese mismo centro tambi¨¦n es Alberto Palacin, fundador de Chistau Natural, proyecto familiar centrado en la ganader¨ªa extensiva y el m¨ªnimo manipulado de la carne de ternera natural de los Pirineos. Cr¨ªa, despieza y vende sus lotes de ternera por internet a todo el que quiera, a sus vecinos y a los restaurantes del valle: La Capilleta y Casa Ruch¨¦, ambos en Plan, y en el merendero El Regancho, en San Juan de Plan. Establecimientos que indican en el men¨² que la carne es de Chistau Natural, y que los quesos son de la Queser¨ªa de Saravillo, como los pat¨¦s, una manera de poner en valor lo que la gente hace en el valle de Chistau. Zacar¨ªas y Alberto chiflan m¨¢s que hablan y tratan m¨¢s con sus respectivos ganados que con personas. Una relaci¨®n forjada durante el largo tiempo que comparten con sus animales a unos 2.700 metros de altura, a la sombra de moles de piedra m¨¢s altas y tridimensionales.
Adem¨¢s de bordas, en los montes de Chistau tambi¨¦n hay refugios de monta?as e ibones, lagos de origen glaciar, como los de Millares, Barbarisa, Sen o el de Plan / Basa de la Mora. Y es que el valle de Chistau es un lugar perfecto para andar y practicar deportes de aventura al aire libre y durante todo el a?o, como lo hace la cuadrilla de Jara Bernu¨¦s Gav¨ªn, hija de un m¨¦dico rural y de una profesora del instituto de A¨ªnsa.
Uno de los gu¨ªas que trabajan en el valle es Javi Villa, fundador de la empresa Pletas y Camins, quien tambi¨¦n aprovecha para hacer divulgaci¨®n de la naturaleza durante sus rutas. Javi es el ¨²ltimo vecino del pueblo de Gista¨ªn que naci¨® en la casa de sus padres. Ese v¨ªnculo se traduce en el amor que siente y contagia cuando habla de su valle mientras emprendemos rumbo al ib¨®n de Plan / Basa de la Mora. A este ib¨®n situado a unos 1.950 metros de altura, se puede llegar caminando desde Plan (seis horas de recorrido ida y vuelta) o en coche desde Saravillo por la pista forestal de 14 kil¨®metros de largo y de pago. La pista acaba en el refugio de monta?a de Lavasar y desde este punto hay que caminar algo m¨¢s de media hora.
El ib¨®n en cuesti¨®n est¨¢ arropado por moles p¨¦treas y grandes canchales de piedra, alternados con bosques de pinos negros, abetos, praderas verdes (en verano) alrededor del mismo y una leyenda. Por lo visto, una mujer mora lleg¨® hasta aqu¨ª huyendo de las luchas entre moros y cristianos, pero se perdi¨® y su alma qued¨® atrapada en el fondo de este ib¨®n. Se cuenta que las personas con el alma pura que durante la noche de San Juan se laven la cara con sus aguas, es posible que vean a una mujer mora bailando. Lo que s¨ª es seguro es que la vista desde el refugio de Viad¨®s es ver y tomar una fotograf¨ªa de postal. M¨¢s cerca queda el mirador de la Cruz de Puyadase, en Gista¨ªn.
Un viaje por el valle de Chistau en compa?¨ªa de algunos de sus vecinos monta?eros, tercos que dan la mano a quien la necesita y hospitalarios, es una clase de divulgaci¨®n de la naturaleza. Materia pendiente de impartir en los colegios de las ciudades.
Todo listo para viajar en 'camper'
Si tienes dudas a la hora de comprar una furgoneta camper o una autocaravana, una opción es probarla. CamperDays es una plataforma de alquiler de este tipo de vehículos que ofrece la posibilidad de disfrutar de unas vacaciones tan cerca o tan lejos como se quiera. Cuenta con 700 estaciones de recogida en 30 destinos. En España uno de sus proveedores es Roadsurfer.
Se compre o alquile, es importante informarse antes sobre la legislación relativa a este medio de transporte. Hay que tener presente que estacionar no es lo mismo que acampar. Sacar las sillas e instalar el toldo exterior se considera acampar, por ejemplo. La aplicación móvil Park4night resulta muy útil para saber dónde es posible estacionar y acampar para pasar la noche.
Tampoco está de más buscar un aparcamiento con posibilidad de enchufarse a una toma de corriente eléctrica. Dependiendo del terreno, puede hacer falta hacer uso de unas calzas. Una furgoneta camper con techo elevable se traduce en un interior alto y con dos ambientes. El espacio es un lujo en este tipo de vehículos. Se pueden usar sábanas y edredones nórdicos, pero un saco de dormir es más versátil y práctico.
Además, está bien proveerse de agua y comida para el día a día: café, pan, embutido, frutos secos, etc., así como abrelatas y una navaja. Más consejos: linternas frontales, para salir por la noche y repelente antimosquitos; calzado cómodo para estar dentro de la furgoneta; un powerbank para iluminar el interior de la misma; y, si uno está cansado de dormir en la furgoneta camper, se puede pasar la noche en el Hostal Casa La Plaza, en San Juan de Plan y en Casa Fontamil, en lo alto del pueblo de Gistaín. Las habitaciones se reparten por una casa de piedra y madera y una torre anexa.
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