?Pasi¨®n, tambores y olor a primavera? Este a?o toca la Semana Santa en la Regi¨®n de Murcia
Durante diez d¨ªas la pasi¨®n y el fervor de los nazarenos acompa?a en procesi¨®n a sus grandes tesoros art¨ªsticos: la famosa imaginer¨ªa sacra murciana. Ni?os y mayores se vuelcan en las calles de toda la regi¨®n para vivir intensamente sus tradiciones, algunas de ellas realmente singulares, entre el bullicio de la percusi¨®n y las cornetas
La Semana Santa posee un profundo arraigo en la Regi¨®n de Murcia. A?o tras a?o los nazarenos acompa?an a santos y v¨ªrgenes tallados por imagineros de fama universal, manos expertas herederas de maestros como Nicol¨¢s de Bussy, Salzillo, Benlliure, S¨¢nchez Lozano, Gonz¨¢lez Moreno, Ardil o Capuz. Una singular belleza art¨ªstica que ha reconocido a la Semana Santa de seis ciudades murcianas con la etiqueta de Inter¨¦s Tur¨ªstico Internacional: Cartagena, Lorca, Murcia, Jumilla, la Fiesta de la Noche de los Tambores de Mula y Cieza. Al silencio respetuoso y el olor a incienso que acompa?a el paso de los tronos religiosos por las calles de cada localidad le sucede el bullicio festivo de propios y extra?os, que se arremolinan en calles y en las casas particulares o establecimientos a lo largo del itinerario de cada cofrad¨ªa. Son muchas las localidades murcianas que merecen una visita de car¨¢cter religioso y cultural en estas fechas, pero seis de ellas resultan imprescindibles. La tradici¨®n impone y se impone.
En Cartagena, intensidad nocturna
Testigo y vig¨ªa de m¨¢s de 3.000 a?os a orillas del Mediterr¨¢neo, Cartagena destaca por sus procesiones nocturnas y por las imponentes im¨¢genes de Benlliure, Salzillo o S¨¢nchez Lozano. La ciudad se divide entre dos grandes y seculares cofrad¨ªas: Marrajos y Californios, que compiten en la sincron¨ªa de sus estaciones de penitencia y en la espectacularidad de sus tronos, vestuario, estandartes y simpecados. La sobriedad del V¨ªa Crucis de la Cofrad¨ªa del Cristo del Socorro, en la madrugada del jueves al viernes de Dolores, anuncia que ha llegado el momento, recorriendo el casco antiguo de la ciudad con el solo toque sordo de un tambor. El Lunes Santo sale la procesi¨®n que suscita mayor devoci¨®n, la primera de los Marrajos, conocida como las promesas, por las muchas que se hacen al paso de la Virgen de la Piedad. La solemnidad llega el Martes Santo con el desfile de los piquetes de Infanter¨ªa de Marina y del Ej¨¦rcito de Tierra, acompa?ando a los santos por una abarrotada calle Mayor. Las m¨¢s populares y espectaculares son la Magna Procesi¨®n del Cristo del Prendimiento de los Californios, el Mi¨¦rcoles Santo, y la Procesi¨®n del Santo Entierro de los Marrajos, el Viernes Santo.
Murcia, el culto a los Salzillos
Murcia se viste de gala en un Viernes Santo (habitualmente, crucemos dedos) soleado, para disfrutar de la procesi¨®n de Los Salzillos, la m¨¢s monumental y art¨ªstica de la semana. M¨¢s de 4.000 penitentes con t¨²nicas moradas acompa?an las magn¨ªficas obras religiosas del escultor local Francisco Salzillo. Antes, el Jueves Santo, ha recorrido las calles la Procesi¨®n del Silencio, la de mayor fervor. Un silencio que solo se rompe al paso del Crucificado con el canto de una saeta o una aurora. La m¨¢s pintoresca y popular es la de los Coloraos, el Mi¨¦rcoles Santo, con la participaci¨®n de miles de ni?os. Por ¨²ltimo, curioso y pintoresco es el Paseo de la Burrica y el Demonio, el Domingo de Resurrecci¨®n, en el que desfilan ni?os vestidos de ¨¢ngel que llevan encadenado al demonio.
Como curiosidad, en Murcia es tradici¨®n que en algunas procesiones como la del Lunes, Mi¨¦rcoles y Viernes Santo, los nazarenos repartan habas t¨ªpicas de la huerta, monas con huevos duros y todo tipo de caramelos, incluyendo las tradicionales ¡®pastillas¡¯ (caramelos con versos escritos en sus envoltorios).
Lorca, b¨ªblica y pasional: con eso est¨¢ dicho todo
Espectaculares y ¨²nicos en Espa?a, los Desfiles B¨ªblico-Pasionales son la se?a de identidad que distingue la Semana Santa de Lorca. Quien asiste a sus magn¨ªficas procesiones se sumerge en una experiencia ¨²nica y espectacular que vive intensamente toda la ciudad. El desfile de las seis cofrad¨ªas lorquinas discurre a lo largo de la Avenida Juan Carlos I entre el entusiasmo y los v¨ªtores de los partidarios de las dos mayoritarias, los Blancos y los Azules. Destacan tambi¨¦n el arte de sus bordados, con miles de participantes y cientos de caballos. Jinetes y aurigas escenifican pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento para recrear la Historia de la Salvaci¨®n.
Jumilla, sobriedad medieval
La Semana Santa de Jumilla, tierra de excelente vino, se caracteriza por su sobriedad. Las procesiones conservan el esp¨ªritu medieval que le otorg¨® el asentamiento en la localidad de la orden franciscana, antes del siglo XV. Adem¨¢s de las procesiones, casi todos los d¨ªas de la Semana Santa se suceden representaciones como el prendimiento de Jes¨²s, traslados de tronos e im¨¢genes desde sus Iglesias a la procesi¨®n, pregones o la romer¨ªa desde la ermita de San Agust¨ªn o desde el monasterio de Santa Ana. Tanto en los recorridos diurnos de las hermandades como en los nocturnos, el visitante se sentir¨¢ envuelto en una atm¨®sfera ¨²nica y sorprendente.
Mula ruge en la Noche de los Tambores
Mula es en estas fechas sin¨®nimo de La Noche de Los Tambores, la fiesta m¨¢s singular de la localidad que adem¨¢s est¨¢ Declarada Patromonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. El Martes Santo, a las 12 de la noche, una corneta se?ala el momento en el que miles de mule?os tamboristas, reunidos en la Plaza del Ayuntamiento y vestidos con t¨²nicas negras, hacen sonar su percusi¨®n de forma ininterrumpida y ensordecedora hasta las cuatro de la tarde del Mi¨¦rcoles Santo. El Viernes Santo (desde la ma?ana) y el Domingo de Resurrecci¨®n (desde el mediod¨ªa) se repite esta tradici¨®n, dentro de los horarios que un Bando de la Alcald¨ªa establece y difunde antes del comienzo de la Semana Santa. Atentos.
Cieza, ritos y fiesta
Las primeras manifestaciones nazarenas de Cieza se remontan a finales del siglo XV. Desde entonces, los locales han sabido armonizar la tradici¨®n y lo nuevo, los ritos y la fiesta sin perder la intensidad. En las calles y plazas se alternan los autos sacramentales con el sonar de tambores, fuegos artificiales, la lluvia de caramelos y la reflexi¨®n y el recogimiento al llegar la noche. La procesi¨®n m¨¢s popular y festiva es la del Resucitado y La Cortes¨ªa, el Domingo de Resurrecci¨®n, cuando cerca de 30.000 personas participan en la Batalla de los caramelos. Antes, el Martes Santo, se celebra el Auto del Prendimiento a modo de representaci¨®n teatral, en la que participan las cofrad¨ªas con actores. La m¨¢s fervorosa es la Procesi¨®n del Descendimiento de Cristo, la madrugada del Viernes Santo al S¨¢bado de Gloria.
Inter¨¦s Tur¨ªstico Regional, en cualquier destino
Todos los pueblos de la Región de Murcia celebran la Semana Santa con un legado tradicional propio, magnético para el viajero. Algunos han sido declarados Bien de Interés Cultural (BIC).
• La de Abarán, Fiesta de Interés Turístico Regional desde 1985, es una de las más coloristas. El momento más esperado llega el Domingo de Resurrección, con la procesión del Encuentro o de las Reverencias, entre las imágenes de la Virgen y el Resucitado, cuando se saludan hasta tres veces; la Virgen deja caer el manto negro para que prevalezca el blanco, mientras se sueltan palomas y suena la música de las bandas.
• En Alcantarilla sobresale el Santo Entierro, en Viernes Santo, en una procesión protagonizada por el Cristo Yaciente de José Planes, Premio Nacional de Escultura.
• Alhama cuenta con un importante patrimonio cultural y artístico. Destacan el Encuentro del Señor con la Virgen y la salida de la paloma del sepulcro como símbolo de resurrección.
• En Archena, meca del viajes de salud por sus aguas, sobresale la solemnidad con la que desfilan los cofrades y el embellecimiento de los tronos. La procesión más popular es la del domingo de Resurrección con baile de santos, globos, confetis y palomas. Y la más pintoresca, a las cuatro de la madrugada del viernes al sábado: el Descenso de Cristo a los Infiernos por las laderas del monte Ope, hasta la iglesia del Corpus
• Calasparra, cuya Semana Santa ha sido también declarada de Interés Turística Regional, vive con entusiasmo citas como el Prendimiento de Jesús, la procesión de La Dolorosa acompañada de la Banda de Música Municipal, el traslado del Ecce Homo en romería desde su ermita hasta encontrarse con la Dolorosa y el Caracol, que termina con el desfile de los “armaos”.
• Junto a la riqueza folclórica de sus trovos y cantes, La Unión posee también una gran tradición. Destacan la iluminación y decoración de sus pasos, así como los nazarenos portando herramientas mineras que recuerdan el pasado de la localidad. Sobresale el bellísimo y emotivo Via Crucis del Cristo de los Mineros, la tarde del Sábado de Pasión, descendiendo por la Sierra Minera.
• Los Tambores de Moratalla atruenan en un rito ancestral, una ceremonia colectiva que no solo protagoniza, sino que define los días de la Semana Santa en la localidad. Durante Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurreción los tambores resuenan día y noche sin cesar ni un momento.
• San Pedro del Pinatar se caracteriza por su sabor marinero, con la procesión del Cristo del Mar Menor, el Miércoles Santo.
• Los totaneros –gentilicio de Totana– se uniforman de negro en Semana Santa, signo de identidad desde el siglo XVII. El momento más esperado llega el Viernes Santo por la noche, con la Procesión del Santo Entierro, cuando los 14 tronos participantes en el cortejo esperan en la plaza la llegada de la Dolorosa que entra en la iglesia de Santiago al son de los acordes de Suspiros de una madre.
• En Yecla, también de Interés Turístico Regional, llaman la atención la procesión de los Farolicos, reservada para niños, y la gran belleza de la Virgen de las Angustias (BIC), obra de Francisco Salzillo de 1764.