Visitar las cataratas del Ni¨¢gara, una de las mejores experiencias viajeras
En un corto vuelo desde Nueva York se aterriza en este imponente paisaje que se puede explorar en helic¨®ptero, barco o tirolina. Eso s¨ª, hay que tener en cuenta que las mejores vistas de las cascadas se observan desde el lado canadiense
En la frontera entre Estados Unidos y Canad¨¢, y junto a los lagos Ontario y Erie, se encuentran las cataratas del Ni¨¢gara, un inmenso salto de agua que ha atra¨ªdo a turistas desde hace dos siglos, cuando la finalizaci¨®n del canal Erie en 1825 hizo que fueran f¨¢cilmente accesibles por primera vez. Mucha gente las visita durante sus viajes a Canad¨¢, otros se escapan en una excursi¨®n de un d¨ªa desde Nueva York. Cualquier plan es bueno si se trata de ver esta maravilla de la naturaleza. Evidentemente, lo que uno se encuentra aqu¨ª es un salto de agua de dimensiones espectaculares, al que rodean decenas de atracciones que giran en torno a las propias cataratas, tanto en Estados Unidos como en Canad¨¢. Desde vuelos en helic¨®ptero, tirolinas, barcos que llevan a la base de las cataratas¡ Cualquier excusa (y medio de transporte) es v¨¢lida para disfrutar de ellas desde diferentes puntos de vista.
Pero Niagara Falls tambi¨¦n esconde algo que no mucha gente espera: toda una ciudad construida para brindar entretenimiento a quienes no est¨¢n all¨ª solo de paso, sino que deciden tambi¨¦n hacer noche. Sobre todo en el lado canadiense, ver¨¦is un estilo arquitect¨®nico que recuerda a la parte m¨¢s antigua de Las Vegas, Fremont St., y que muchos catalogan como un poco ¡°hortera¡±. Neones aparte, la visita merece mucho la pena. M¨¢s a¨²n desde el lado canadiense, donde se puede apreciar la magnitud de las cataratas al completo.
Iban ya unas cuantas veces que me quedaba con las ganas de visitar las cataratas del Ni¨¢gara desde Nueva York, as¨ª que en uno de los ¨²ltimos viajes a Manhattan, en un mes de noviembre y en esos t¨ªpicos d¨ªas en los que todav¨ªa hace buen tiempo, me escap¨¦ a Canad¨¢ con intenci¨®n de comenzar a descubrir otro pa¨ªs. Desde el aeropuerto de LaGuardia vol¨¦ hasta Toronto, a donde llegu¨¦ a eso de las diez de la ma?ana. All¨ª me organic¨¦ para ver lo m¨¢s importante de la ciudad hasta el mediod¨ªa. Entonces me sub¨ª a un bus de la compa?¨ªa Megabus, que por algo menos de 20 d¨®lares lleva hasta Ni¨¢gara en un viaje de poco m¨¢s de una hora.
Al viajar all¨ª en noviembre, tuve que tener en cuenta que anochec¨ªa antes que en verano, por lo que decid¨ª quedarme a dormir en el Ni¨¢gara. Concretamente en la zona canadiense. Eleg¨ª un Hilton, es m¨¢s, me qued¨¦ en una habitaci¨®n con vistas y desayuno incluido por 160 d¨®lares la noche que no me parecieron exagerados dadas las barbaridades que se pagan en Nueva York por algo mucho peor. Me encant¨® dormir all¨ª, ya que poder bajar de la habitaci¨®n y sentir el agua de las cataratas en la cara junto con el espect¨¢culo de luces que tienen montado me result¨® una de las mejores experiencias viajeras que he tenido. Hab¨ªa ambiente incluso en noviembre, as¨ª que no quiero imaginar en temporada alta.
Cuatro puntos de vista diferentes
Al d¨ªa siguiente, comenc¨¦ con las actividades. Primero me sub¨ª en el helic¨®ptero. Fue una de las experiencias m¨¢s emocionantes y bonitas que he vivido. Para m¨ª, es la experiencia n¨²mero 1 aqu¨ª y la m¨¢s recomendable. Se trata de un vuelo de unos 10 minutos que parte del lado canadiense y que es impresionante.
Una vez visto el helic¨®ptero y con el list¨®n muy alto, fui al barco que se acerca hasta la base de las cataratas y que parte del lado canadiense, ya que me pillaba m¨¢s cerca. Sin duda es tambi¨¦n una actividad recomendable (eso s¨ª, hay que tener en cuenta que es una actividad estacional).
Despu¨¦s me fui directo a la tirolina. A ver¡ no est¨¢ mal, pero no os lo recomendar¨ªa por el precio que tiene (69,99 d¨®lares), ya que por poco m¨¢s se puede hacer el helic¨®ptero, que brinda mejores vistas.
Por ¨²ltimo, y continuando con las actividades por las que hay que pagar, hice la de Journey Behind The Falls, en la que ves las cataratas desde su interior y es m¨¢s sencillo hacerse a la idea de la incre¨ªble cantidad de metros c¨²bicos de agua que pasan por este salto de agua cada segundo.
Seguidamente, cruc¨¦ la frontera a pie por el Rainbow Bridge, que conecta las ciudades de las Cataratas del Ni¨¢gara de Nueva York y las Cataratas del Ni¨¢gara de la canadiense Ontario. As¨ª que hay que cruzar con el pasaporte y del d¨®lar que te piden para entrar en Estados Unidos. Me fui directo a ver las cataratas desde all¨ª, y, despu¨¦s, cruc¨¦ el puente que lleva hasta Goat Island, la contigua a las cataratas, y me desplac¨¦ hasta Terrapin Point, uno de los miradores m¨¢s famosos de la zona. Y est¨¢ muy bien, pero no tanto como verlas desde Canad¨¢¡ As¨ª que no lo dud¨¦is y pasad a ese lado si part¨ªs desde EE UU.
Una vez termin¨¦ las visitas por la zona, me sub¨ª a un Uber para irme a un outlet de la zona llamado Fashion Outlets Of Niagara Falls y estuve un par de horas que seguro que hubieran sabido a poco a m¨¢s de uno, ya que ten¨ªan buenos precios y ofertas variadas. Para que os hag¨¢is una idea, el trayecto me cost¨® unos nueve euros. Desde all¨ª, repet¨ª Uber pero esta vez rumbo al aeropuerto de Buffalo, por unos 45 d¨®lares. Y all¨ª tom¨¦ un avi¨®n de vuelta a Nueva York habiendo pasado unas de las mejores 36 horas de mi vida durante un viaje. Y es que me result¨® de lo m¨¢s enriquecedora la experiencia de viajar desde Nueva York y comprobar lo cerca que quedan las luces de Times Square de la brutalidad salvaje de las cataratas del Ni¨¢gara. Una excursi¨®n de contrastes para tener un viaje de 10.
En este enlace encontrar¨¢s m¨¢s informaci¨®n sobre las diferentes formas de llegar a las cataratas del Ni¨¢gara. Y, para acabar, este v¨ªdeo de mi experiencia.
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