Por qu¨¦ hay que hacer la Ruta 66 al menos una vez en la vida
Inaugurada en noviembre de 1926, este es uno de los viajes m¨¢s m¨ªticos en Estados Unidos para los amantes de la carretera. Del Estado de Illinois a California, museos, ¡®diners¡¯, ciudades y parajes naturales que no hay que perderse
La Ruta 66 es, para muchos, esa t¨ªpica ruta por carretera que todo amante de Estados Unidos deber¨ªa de hacer al menos una vez en su vida. Y es que su camino transporta a la llamada ¡°America profunda¡± de un plumazo, a un momento de la historia en el que muchas personas atravesaban el pa¨ªs hacia la Costa Oeste en busca de un futuro mejor.
La amalgama de circunstancias en las que estaban inmersos los Estados Unidos all¨¢ por la primera mitad del siglo XX, entre las que se incluyen una grave crisis econ¨®mica a la que contribuy¨® un fen¨®meno climatol¨®gico muy adverso como fueron las tormentas de arena o el Dust Bowl, propiciaron la construcci¨®n de una ruta que conectase algunos de los Estados del interior del pa¨ªs con la Costa Oeste, m¨¢s prol¨ªfica y con mejores expectativas de futuro para los estadounidenses. De esta manera, Illinois, Misuri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo M¨¦xico, Arizona y California quedaron conectados. La Ruta 66 qued¨® inaugurada en noviembre de 1926, a pesar de que tuvo que esperar hasta 1938 para estar completamente asfaltada. Desde entonces, acogi¨® a conductores de veh¨ªculos, sobre todo de camiones que transportaban mercanc¨ªas de un lado a otro del pa¨ªs. Este fue motivo suficiente para que los pueblos y ciudades que atravesaba el camino fueran dotados de servicios como moteles o restaurantes que les dieran soporte, brindando a la Ruta 66 su momento cumbre.
El desarrollo del pa¨ªs, as¨ª como el hecho de que en 1985 lleg¨® la nueva red de carreteras estatales de Estados Unidos, provoc¨® que la Ruta 66 quedase en desuso y fuera de juego para quienes buscaban un camino eficiente. Fue entonces cuando pas¨® a cobrar sentido para los turistas y curiosos que iban en busca de un viaje con un esp¨ªritu de regreso al pasado. Motoristas, conductores de pro y viajeros empedernidos recorren cada a?o los tramos de trazado original que quedan en la actualidad, pasando por las principales ciudades y poblaciones que en su d¨ªa fueron top en busca de nostalgia. Estas son nuestras paradas favoritas principales seg¨²n cada Estado, teniendo en cuenta que nos dejamos muchas intermedias en el tintero, la mayor¨ªa de las cuales podr¨¦is ver en nuestro post de Ruta 66 recorrido completo
Illinois
Chicago es uno de los puntos m¨¢s importantes a visitar en Illinois; es m¨¢s, se trata del inicio de la ruta. Ni que decir tiene que el plan perfecto es llegar a la ciudad un par de d¨ªas antes para poder conocer sus principales atractivos. Una vez hecho esto, el d¨ªa que comenc¨¦is la ruta, toca desayunar en el Lou Mitchell¡¯s y hacerse una foto en el cartel de comienzo de la Ruta 66.
Iniciado el camino, har¨¦is muchas paradas, pero sin duda unas cuantas en la ciudad de Joliet con el teatro Rialto o el restaurante White Fence Farm; tambi¨¦n en Pontiac, donde visitar el Route 66 Museum (uno de los m¨¢s chulos de la ruta), o un bus escolar convertido en casa. Otra de las paradas clave en el Estado de llinois ser¨¢ en Springfield, la ciudad de Abraham Lincoln en la que hay varios homenajes a ¨¦l que merece la pena visitar, como un monumento a su tumba o el que fue su hogar.
Nos despedimos de Illinois visitando una aut¨¦ntica colecci¨®n de coches antiguos en venta, y alguna que otra gasolinera t¨ªpica de la ruta, para dar paso al siguiente Estado.
Misuri
San Louis es una de las principales etapas de Misuri. Da la bienvenida un antiguo puente, tan visitado por turistas como por carteristas, as¨ª que ojo. La ciudad ya es otro cantar. Querr¨¦is verla desde las alturas subiendo al Gateway Arch por ejemplo, o bien desde la orilla del r¨ªo Misisipi, por el que tambi¨¦n se puede navegar.
Adem¨¢s de San Louis, las ciudades de Cuba o Lebanon nos brindaron estampas chulas del viaje. Y visitamos otro Springfield (en EE UU hay varias ciudades que reciben este nombre). Una de las paradas imprescindibles para los m¨¢s ruteros queda justo despu¨¦s, en la gasolinera de Gay Parita, una de las mejor conservadas de la ruta.
Kansas
Solo 20 kil¨®metros de la Ruta 66 transcurren por Kansas, pero bastan para hacer un alto en la gasolinera de la pel¨ªcula Car¡¯s, llamada Cars on the Route. Seguro que gusta a los m¨¢s peque?os de la casa. Las ciudades de Riverton y Baxter Springs dar¨¢n paso al siguiente Estado.
Oklahoma
En Oklahoma hay que destacar varias paradas. Por ejemplo, vale la pena dar un paseo por la ciudad de Miami y ver el teatro Coleman o llegar a Catoosa y encontrarse con una superviviente de un antiguo parque acu¨¢tico: una ballena gigante. Tambi¨¦n querr¨¦is parar en Arcadia y probar suerte para entrar en la casa de John Hargrove, toda una oda a la Ruta 66.
Tulsa, Stroud, Chandler, Weatherford, Clinton o Erick son otras de las ciudades por las que pasar¨¦is en Oklahoma y que os deleitar¨¢n con m¨¢s escenarios pintorescos ambientados en este m¨ªtico road trip: de un museo dedicado a los aviones a otro que rinde homenaje a la historia de la ruta e incluso la casa de un apasionado de este trayecto, tan pintoresco como ella misma, que guarda recuerdos de todas las ¨¦pocas.
Texas
Un nuevo estado de los Estados Unidos da la bienvenida y nos muestra otra parte de la Am¨¦rica profunda que caracteriza el viaje. Texas tiene tres paradas clave. La primera es en Amarillo (m¨¢s concretamente, en The Big Texan Steak Ranch, un restaurante que se caracteriza por hacer competiciones de comida). Le sigue Cadillac Ranch, una colecci¨®n de coches clavados en el suelo donde la gente da rienda suelta a su creatividad con la pintura, y, por ¨²ltimo, Adrian, que es escenario de m¨²ltiples fotos de los ruteros, ya que constituye el punto medio.
Nuevo M¨¦xico
Tucumcari, con sus murales o lugares como el motel Blue Swallow, o Santa Rosa, con el museo dedicado a la ruta, suelen ser parada obligatoria en Nuevo M¨¦xico.
Adem¨¢s, Santa Fe es una ciudad muy agradable por la que pasear y, por otro lado, Albuquerque es parada obligatoria para cualquier fan¨¢tico de la serie Breaking Bad, ya que muchos de sus escenarios exteriores fueron grabados all¨ª y a¨²n son completamente reconocibles. Y si no, que se lo digan a la due?a real de la casa de Walter White, que recibe con pocas ganas a todos sus visitantes.
Arizona
Llegamos al pen¨²ltimo Estado por el que pasa la Ruta 66, que, adem¨¢s de seguir la t¨®nica general de los anteriores en cuanto a exposiciones, museos y gasolineras, lo complementan entornos naturales como el parque nacional Petrified Forest, para tomar un poco de contacto con la naturaleza tras tanto asfalto.
Adem¨¢s, desde Arizona se pueden hacer un par de escapadas clave: a Las Vegas y al Gran Ca?¨®n. Si se quiere ampliar la ruta, este es el momento. Si no, toca seguir camino por Flagstaff, Williams, Seligman y Kingman, y, ya de paso, en esta ¨²ltima ciudad, parar a tomar algo en Mr Dz, t¨ªpico diner con ambiente rutero.
California
Llegamos al final a orillas del Pac¨ªfico, pero hasta alcanzar el muelle de Santa M¨®nica quedan varias paradas por delante. Algunas de las imprescindibles son las siguientes: Calico Ghost Town, un pueblo fantasma; Peggie Sue¡¯s, un diner en Yermo en el que encontrar lo t¨ªpico de la ruta, desde la comida hasta los souvenirs; el Elmer¡¯s Bottle Tree Ranch, un peque?o bosque a base de botellas de cristal; Victoriville, y, por supuesto, el fin de la ruta en el muelle de Santa M¨®nica, donde no puede faltar la foto en la se?al del fin de la misma (aunque la historia cuenta que ese no era el final original, nadie puede negar que es un broche espectacular al viaje).
Consejos viajeros
- Llevar bien clara la ruta de antemano. Es tremendamente sencillo, si conf¨ªas en un GPS al uso, salirse del trazado original para acabar en la autopista general, que, si bien es m¨¢s r¨¢pida y c¨®moda para llegar al siguiente punto, pierde el encanto de recorrer la llamada ¡°mother road¡±. Hay aplicaciones, la mayor¨ªa de pago, que marcan el camino a la perfecci¨®n, as¨ª como los hitos m¨¢s importantes del mismo para no dejarse nada.
- En los t¨ªpicos lugares de visita de la Ruta 66 encontrar¨¦is una especie de pasaporte que se puede ir sellando seg¨²n se van visitando. Si os hace ilusi¨®n rellenarlo, no esper¨¦is a comenzar a mitad de camino, tenedlo claro desde el principio.
- Es una pr¨¢ctica muy habitual la de parar la moto o el coche en mitad de la nada para hacerse una foto con alguna de las de se?ales de Ruta 66 que encontrar¨¦is por el camino. Paciencia, todo el mundo quiere su foto, y, por otro lado, a no ser que la se?al tenga alguna peculiaridad, vais a encontrar miles por el camino.
- No es de extra?ar que algunos de los lugares que quer¨¦is visitar est¨¦n cerrados a vuestra llegada. Las etapas de conducci¨®n pueden hacerse largas y no llegar a tiempo a vuestro destino, as¨ª que, si ten¨¦is mucho inter¨¦s en visitar algo en concreto, preved horarios.
- El mero hecho de alquilar un coche en Chicago y devolverlo en Los ?ngeles tiene un sobrecoste capaz de reventar cualquier presupuesto vacacional (no es dif¨ªcil superar los 600 d¨®lares solo en eso). Sin embargo, hacerlo al rev¨¦s no tiene recargo extra¡ As¨ª que, si os da igual recorrer la m¨ªtica Ruta 66 comenzando en Santa M¨®nica y terminando en Chicago, le dar¨¦is una alegr¨ªa a vuestro bolsillo.
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