C¨®mo descubrir Flandes en bici
Una antigua mina convertida en centro cultural, el parque nacional Hoge Kempen, las obras de arte de Labiomista o un caf¨¦ en un molino son algunas de las paradas de una ruta en esta plana regi¨®n belga. Visitas, en cualquier caso, que son un ¨¦xito se viaje o no sobre dos ruedas
Flandes es como una planicie sin fin, as¨ª que qu¨¦ mejor manera de recorrerlo que a lomos de una bicicleta. En este viaje recorremos una zona que abarca parte de las 12.000 hect¨¢reas del parque nacional Hoge Kempen; C-mine, una antigua mina convertida en centro cultural; o Labiomista, un parque lleno de experimentos art¨ªsticos.
Comenzamos nuestro paseo en bici por la ruta de los estanques en la zona de Bokrijk, rodeados de bosque, pasarelas y agua. Aqu¨ª est¨¢ el canal Cycling through Water, que se puede traducir como ¡°ciclismo a trav¨¦s del agua¡±, y que atraviesa una de las lagunas Visvijvers (estanque de peces). Lo hace de manera que parece que uno est¨¢ cortando el agua, a la altura de los patos y cisnes que habitan en la laguna. Este conjunto lagunar tiene varias estructuras para la observaci¨®n de aves y su exploraci¨®n se puede culminar con la visita al Museo al aire libre de Bokrijk, un espacio de cocreaci¨®n de 550 hect¨¢reas; una vuelta al pasado, donde hacer talleres de pan, pintura textil y cerveza, entre otros, o donde asistir a charlas tan variopintas como la de tala en madera japonesa o t¨¦cnicas de construcci¨®n hist¨®ricas.
C-mine
Pedaleando cerca de una hora llegamos a C-mine, una antigua mina convertida en multiespacio. Aqu¨ª se dan cita exposiciones, teatro, cine y m¨²sica en directo, pero tambi¨¦n uno puede visitar el taller de porcelana de Pieter Stockmans, comer en Bistro Bels, perderse en el laberinto del patio central o, simplemente, pasear por sus enormes salas a¨²n llenas de las antiguas m¨¢quinas y con el pavimento original, todo esto a la sombra de las antiguas torres de la mina.
Parque nacional Hoge Kempen
Dejamos la bicicleta y los zapatos aparcados para visitar el barefoot path en la entrada de Zutendaal, uno de los nueve que tiene el parque nacional de Hoge Kempen. Las pasarelas de madera conducen a una peque?a torre frente a una laguna, un enorme marco de madera vac¨ªo para enmarcar la naturaleza o una torre panor¨¢mica de 18 metros de altura, fabricada con maderas que anta?o estuvieron en el fondo del agua en el puerto de R¨®terdam. Estos son algunos de los puntos que uno se encuentra en los tres kil¨®metros que tiene de recorrido esta ruta que se hace con los pies descalzos.
Este parque tiene muchos recorridos para hacer en bicicleta, andando o a caballo. Hay un sendero de 110 kil¨®metros que lo recorre en su totalidad, que adem¨¢s est¨¢ preparado para encontrar alojamiento y restauraci¨®n en cada etapa. Si nos decantamos por llevar nuestra casa a cuestas, en la p¨¢gina Welcome to my Garden se pueden encontrar jardines donde pernoctar, ya que la acampada libre no est¨¢ permitida.
Reserva natural Negenoord-Kerkeweerd
Comemos en la terraza de la Brasserie de Wissen, un lugar tranquilo y con unas vistas estupendas para picar algo a cualquier hora del d¨ªa frente a la reserva natural Negenoord-Kerkeweerd. Desde aqu¨ª se ve el r¨ªo Mossa, que separa B¨¦lgica de los Pa¨ªses Bajos. Cuesta creer que estos pastos donde vienen a comer los caballos y el ganado fueran hace pocos a?os zona de extracci¨®n de grava. Podemos bajarnos de la bici y pasear entre lagunas y pasarelas de madera cerca de peque?os pueblos como el de Stokkem.
A lo largo del curso del Mossa, el paisaje est¨¢ anegado de agua y balsas repletas de aves de todo tipo que no saben de fronteras a ambos lados de la pista para bicicletas. Hay mapas de rutas ciclistas tanto en internet como en su forma f¨ªsica en las oficinas de turismo, que ayudar¨¢n a elegir ruta. Como es tan f¨¢cil pasar de un pa¨ªs a otro sin darse cuenta, un dato importante es el color de la se?alizaci¨®n de las rutas: azul para las belgas y verde para las de los Pa¨ªses Bajos.
Es muy f¨¢cil alquilar una bicicleta en esta zona, hay muchas empresas y por comodidad se puede hacer a trav¨¦s del hotel; igualmente muchos hoteles, caf¨¦s y zonas de p¨ªcnic tienen zonas de parking, carga y reparaci¨®n para bicis. En la web de Visit Flanders podemos encontrar cinco itinerarios sencillos y tem¨¢ticos para hacer en bicicleta en esta zona, pero en realidad podemos crear el nuestro o sencillamente coger la bicicleta y vagar sin rumbo.
Labiomista
Este parque y sus edificios fueron la residencia del director de una antigua mina de carb¨®n, m¨¢s tarde transformado en un zool¨®gico y ahora en Labiomista. El parque a¨²na vida silvestre y obras de arte; una invitaci¨®n para ¡°filosofar sobre el mundo de hoy y de ma?ana, utilizando el lenguaje del arte¡±. Tambi¨¦n aqu¨ª se encuentra el estudio de Koen Vanmechelen, un artista autodidacta y multidisciplinar que ha dado rienda suelta a su ego en este lugar dentro del peque?o pueblo de Genk. Vanmechelen, que posee obra en todos los formatos y en muchos rincones del planeta ¡ªllegando a exponer incluso en la Galer¨ªa de Uffizi¡ª, tiene su estudio en uno de los edificios de Labiomista que se abre una vez al a?o para los visitantes. Es un lugar curioso para pasear y sacar nuestras propias conclusiones.
Un caf¨¦ en un antiguo molino
Merece la pena visitar sin prisa De Luysmolen, a cargo de Eva Neyens. Situado en medio, literalmente, de la nada, es un peque?o caf¨¦ en lo que anta?o fue un molino, con unos desayunos que se pueden alargar durante horas en su maravilloso jard¨ªn y donde degustar pan de jengibre, s¨¢ndwiches o cervezas artesanales. Este es un buen comienzo o fin de cualquier ruta en bicicleta.
Otras pistas para visitar en la zona: la iglesia fantasma llamada Reading Between the Lines, en Borgloon, de los arquitectos belgas Gijs Van Vaerenbergh; el paseo de 700 metros a la altura de las copas de los ¨¢rboles en Bosland National Park; alguna de las muchas peque?as bodegas de la zona, como la de Johan Jacobs, viticultor de Thilesna; o, simplemente, pasear por la ciudad de Hasselt si en alg¨²n momento se echa en falta el asfalto.