R¨®terdam, la apuesta cultural para 2024
Una imponente muestra antol¨®gica dedicada a Ai Weiwei, las entra?as del Depot, un museo en el que se destila ginebra desde 1700 y la apertura este a?o de nuevos espacios para la cultura y el ocio convierten la ciudad neerlandesa en un destino a tener muy en cuenta
R¨®terdam es la ciudad de los Pa¨ªses Bajos que lidera la actividad econ¨®mica del pa¨ªs, debido fundamentalmente a contar con el puerto que m¨¢s contenedores mueve de Europa y uno de los mayores del mundo; muestra un espectacular skyline de rascacielos vanguardistas, y, cada a?o, le disputa la primac¨ªa en el sector cultural a ?msterdam, que ya siente su aliento en el cogote. Y son, precisamente, las nuevas exposiciones en museos y galer¨ªas de arte de R¨®terdam el mayor gancho para una visita en este 2024 en ciernes, adem¨¢s, de conocer o ver de nuevo los ¨²ltimos edificios ideados por los mejores arquitectos.
As¨ª, el hito cultural m¨¢s relevante en este invierno de la ciudad portuaria es la mayor exposici¨®n antol¨®gica dedicada al artista y activista chino exiliado en Londres Ai Weiwei. Una muestra que incluye instalaciones, pinturas, dioramas que ilustran sobre su detenci¨®n por las autoridades chinas o fotograf¨ªas en varias salas del atractivo Kunsthal, el Museo de Arte, y que abarca desde sus primeros trabajos hasta las ¨²ltimas creaciones.
En busca de Humanidad, un concepto que Ai Weiwei parece dudar en encontrar finalmente, re¨²ne cuatro d¨¦cadas de expresiones art¨ªsticas desde sus obras en conexi¨®n con su infancia en China, la represi¨®n sufrida por su familia en un campo de trabajo durante la Revoluci¨®n Cultural, el encarcelamiento durante seis a?os de su padre, el poeta Ai Qing, o el exilio en la regi¨®n de Xinjiang, hasta sus reflexiones y denuncias plasmadas en jarrones de estilo Ming donde las im¨¢genes de los caminantes en el desierto africano o los n¨¢ufragos de las pateras sustituyen a los campesinos y mandarines en los id¨ªlicos paisajes de la China rural de la Antig¨¹edad. Sobre los asistentes a la exposici¨®n zigzaguea una gran serpiente elaborada con mil mochilas de estudiantes rescatadas bajo los escombros de unas escuelas colapsadas ¨Dy que deber¨ªan haber resistido de haberse construido con las medidas de seguridad necesarias¨D durante el terremoto de Sichu¨¢n de 2008, que caus¨® unos 90.000 muertos y desaparecidos en esta regi¨®n del pa¨ªs asi¨¢tico. En busca de Humanidad permanecer¨¢ en el Kunsthal hasta el 4 de marzo y es un imprescindible en una visita a R¨®terdam en estos meses.
Adem¨¢s, el Museo Stedelijk de Schiedam, una municipalidad adyacente a los barrios m¨¢s occidentales de R¨®terdam y a pocos minutos de acceso en los propios transportes urbanos desde el centro, programa hasta el 25 de febrero la exposici¨®n sobre Los a?os holandeses (1966-1970) de Yayoi Kusama, un per¨ªodo en que la artista japonesa nacida en 1929 fue un referente del movimiento contracultural Provo. Las tres obsesiones principales reconocidas por Kusama como motores de su arte y causantes de repugnancia que brotaron en alucinaciones sufridas en la infancia: el sexo, las flores y ¡ ?los macarrones! Las tres se materializan en instalaciones y collages en varias salas del museo: dise?os de vestidos con fragmentos de pasta italiana adheridos, esculturas formadas con acumulaciones de penes y la proliferaci¨®n de otra de las fijaciones de Kusama ¡ªrecluida voluntariamente en un centro de salud mental en Jap¨®n desde la d¨¦cada de los setenta, de donde sale siempre que puede para trabajar durante unas horas¡ª. Tambi¨¦n los lunares de colores sobre creaciones de moda, maniqu¨ªes o incluso pintados en vivo sobre el cuerpo desnudo de otros artistas, como muestran las fotos de los happenings de aquellos a?os sesenta en galer¨ªas de ?msterdam y otras ciudades de los Pa¨ªses Bajos y que escandalizaron a buena parte de una sociedad tan liberal como la neerlandesa.
Concluida la visita al Stedelijk, un hermoso edificio que alberg¨® un hospital a finales del siglo XVIII situado en el centro hist¨®rico de la ciudad y muy cerca de la orilla de un canal, es una buena idea pasear por los arbolados muelles del canal Lange Haven y una delicia observar las barcazas vivienda atracadas en el canal, esa estampa que se repite en varias ciudades de los Pa¨ªses Bajos, as¨ª como los edificios dieciochescos que lo flanquean. Y no hay que perderse en esta calle el interesante Museo Nacional de la Jenever, la ginebra holandesa; todav¨ªa hoy puede verse c¨®mo se destila en este edificio desde 1700, gran parte de cuya producci¨®n se exporta a otros puntos del planeta. Adem¨¢s, el museo acoge hasta el 25 de febrero una exposici¨®n sobre la utilizaci¨®n de la valiosa cer¨¢mica azul de Delft en esta industria.
De vuelta al centro urbano, el Boijmans van Beuningen, el principal museo de arte de la ciudad, permanecer¨¢ cerrado por renovaci¨®n al menos hasta 2028, por lo que pueden verse algunas de sus obras en el Depot, un impresionante edificio inaugurado en 2021 en el Museumpark, junto al antiguo Boijmans. Solo se exhibe un exiguo porcentaje de los 150.000 lienzos, esculturas y objetos de dise?o trasladados desde el fastuoso museo y, por ello, no hay que perderse los highlights de la colecci¨®n: hasta el 24 de marzo son 14 obras de El Bosco, Tiziano, Kandinsky, Monet, Mondriaan o Basquiat, y a partir de ese d¨ªa ser¨¢n hasta 70 las obras maestras que se exhibir¨¢n en la quinta planta. Pero tambi¨¦n es muy interesante conocer las grandes estancias donde se almacenan las obras y sus procesos de restauraci¨®n. Y, por supuesto, lo que sorprender¨¢ m¨¢s de esta visita a la mayor¨ªa de los viajeros ser¨¢ el propio edificio en s¨ª, de 40 metros de altura en forma de taza, 15.000 metros cuadrados de espacio para el dep¨®sito de sus tesoros art¨ªsticos y cuya fachada est¨¢ recubierta de cristales reflectantes.
Adem¨¢s, hasta el 14 de enero, en una sala de la planta superior a la que se accede en ascensores acristalados o escaleras entre grandes vitrinas, exponen dise?os de objetos desde las culturas m¨¢s antiguas: porcelana china, vasijas mesopot¨¢micas¡ hasta los muebles de dise?os de finales del siglo XX o un lienzo medieval frente al de un pintor surrealista. Acoge la muestra Arte entre las ruinas, que ilustra c¨®mo sobrevivieron (y algunos colaboraron) los artistas de R¨®terdam en los a?os siguientes al bombardeo que destruy¨® la ciudad en 1940, durante la ocupaci¨®n nazi. Desde quienes pintaron ¨®leos de tem¨¢ticas neutras que no ofendieran a los ocupantes, lo m¨¢s recurrido fueron los paisajes, ¡°tema que nunca molestaba a los nazis¡±, seg¨²n un gu¨ªa del museo, hasta quien lleg¨® a insertar una min¨²scula y casi imperceptible esv¨¢stica en medio de un cuadro de desolaci¨®n, a modo de denuncia invisible para la censura.
En una ciudad que hubo de renacer entre sus cenizas al final de la II Guerra Mundial y que se enriqueci¨® en los a?os siguientes gracias en gran parte a la actividad de su Europoort, cuya actividad solo se ha visto superada en el mundo desde 2004 por los puertos de Shangh¨¢i y Singapur, es muy recomendable emprender la visita al mayor punto de entrada y salida mar¨ªtima de Europa, con una longitud de 42 kil¨®metros y una extensi¨®n de 105 kil¨®metros cuadrados. La compa?¨ªa Spido ofrece varios cruceros diarios de hora y media de duraci¨®n que recorren el puerto, en las desembocaduras de los r¨ªos Rhin y Mosa, y que zarpan junto al puente Erasmus. A lo largo de este 2024, est¨¢ prevista la inauguraci¨®n del nuevo centro de informaci¨®n Port Atlantis en Maasvlakte 2, un terreno ganado al mar del Norte en el extremo m¨¢s occidental del superpuerto, un vanguardista proyecto, ¡°una m¨¢quina para mostrar el incre¨ªble mundo del Europoort¡±, seg¨²n Winy Maas, socio fundador de MVRVD, el estudio de arquitectura que gan¨® el concurso para el proyecto.
Los interesados en la arquitectura de vanguardia pueden disfrutar en R¨®terdam de una serie de fastuosos edificios y rascacielos en un paseo por el centro y los barrios de la ciudad: el Depot ya citado, la Estaci¨®n Central, las ic¨®nicas Casas C¨²bicas... Tambi¨¦n el Markthal, situado enfrente, un impactante arco cuya c¨²pula interior con preciosos murales de flores y frutas, abarca un precioso mercado de comidas ¡ªmejor ce?irse a los puestos de productos tradicionales y locales: los quesos, la jenever, chocolates¡ en otros muchos la comida chirr¨ªa por su calidad¨D, y sobre el que se arraciman 200 apartamentos. Otras opciones son el impactante pabell¨®n que ocupa el McDonald¡¯s en Coolsingel, obra del arquitecto Robert Winkel; la Bolsa y el World Trade Center; el imponente Willemswerf, sede de la compa?¨ªa mar¨ªtima Maersk, o echar un vistazo al progreso de las obras del futurista edificio que acoger¨¢ el Museo FENIX de la Inmigraci¨®n, cuya inauguraci¨®n ser¨¢ en 2025, una alucinante espiral met¨¢lica insertada en un almac¨¦n mar¨ªtimo de los a?os veinte del siglo pasado de la Holland America Line sobre la orilla inferior del Mosa.
Y, sobre todo, para desconectar si el visitante en R¨®terdam se siente abrumado de tal intensa vida cultural, el pr¨®ximo verano ser¨¢ testigo de la apertura del RiF010 Urban Surfing. Se trata de un centro para la pr¨¢ctica del surf en la zona de Steigersgracht, en pleno centro, en un sector de otro de los omnipresentes canales del pa¨ªs y donde tambi¨¦n se podr¨¢n cabalgar las olas en kayaks o a pelo y hasta divertirse en un circuito de rafting.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiraci¨®n para tus pr¨®ximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, X e Instagram.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.