
Praslin, Gorea y otras 12 islas de ?frica en las que hay que perderse
Algunas fueron refugio de piratas, otras, parada de aves ex¨®ticas o centros de esclavos. Hoy la mayor¨ªa de estos enclaves se han convertido en destinos tur¨ªsticos ex¨®ticos, muchos de ellos a¨²n casi desconocidos












