V¨ªdeo | Cinco recomendaciones de Paco Nadal: lugares sagrados que visitar una vez en la vida
Desde el Nido del Tigre, en But¨¢n, hasta el Izumo Taisha, en Jap¨®n, un recorrido por los sitios m¨¢s espirituales y alucinantes del globo
La primera excusa que se invent¨® el ser humano para hacer turismo fue buscar lugares santos, visitar reliquias. Es algo com¨²n a todas las religiones, que establecieron el peregrinaje y, a su alrededor, la idea de que el viaje pod¨ªa suponer un crecimiento personal. A¨²n hoy visitar esos puntos sagrados sigue siendo una gran raz¨®n viajera. No hace falta profesar ninguna religi¨®n concreta para disfrutar de la espiritualidad de estos sitios, de la riqueza cultural que representan. Por eso es muy recomendable visitar estos cinco lugares sagrados que deber¨ªas ver al menos una vez en la vida.
El Nido del Tigre, en But¨¢n. El monasterio budista con la ubicaci¨®n m¨¢s inveros¨ªmil de todo el Himalaya. Lo que le ha hecho mundialmente famoso no es que fuera construido en el siglo XVII ni que est¨¦ dedicado a Rinpoch¨¦, un gur¨² muy querido en el pa¨ªs e introductor del budismo en But¨¢n. Lo que lo hace tremendamente escenogr¨¢fico es su emplazamiento, apretado en una peque?a repisa de un acantilado de 700 metros, cortado a pico. Como un trapecista sin v¨¦rtigo que se burla del abismo.
Pashupatinath, en Katmand¨² (Nepal). El crematorio m¨¢s famoso de Nepal, donde la vida y la muerte y conviven de una manera dif¨ªcil de comprender para un occidental. Una caravana continua de cad¨¢veres portados por empleados vestidos de blanco va llegando hasta los ghats (escalinatas que descienden al r¨ªo) colocados a lo largo del r¨ªo Bagmati para cumplir con el ¨²ltimo rito en la existencia del finado. Aunque llamarle r¨ªo es un eufemismo. Para la mentalidad europea el Bagmati es una cloaca a cielo abierto, un hilillo de agua podrida en la que flotan cenizas humanas y teas a medio arder.
Izumo Taisha, en Jap¨®n. En Jap¨®n, al mes de octubre le llaman el mes sin dioses¡ porque todos se han ido de peregrinaci¨®n a Izumo Taisha. Este complejo de templos dedicado a ?kuninushi, el dios de la buena fortuna y del matrimonio, es el segundo m¨¢s antiguo de Jap¨®n; su historia aparece ya citado en el Kojiki, el relato hist¨®rico escrito m¨¢s antiguo del pa¨ªs (a?o 712). Tras cada plegaria, los peregrinos hacen dos reverencias y cuatro aplausos (una peculiaridad de este templo porque lo normal son dos) y luego vuelven con pasi¨®n desaforada a fotografiarlo todo con sus smart?phones. Pura mezcla entre el Jap¨®n milenario y el moderno.
Shwedagon, en Rang¨²n (Myanmar). La pagoda m¨¢s sagrada para el budismo birmano, s¨ªmbolo de Myanmar, epicentro religioso del pa¨ªs. Shwedagon es un abigarrado y alucinante conjunto de templetes, pabellones, altares, relicarios y estatuas que cubre una superficie elevada de cinco hect¨¢reas. Llama la atenci¨®n su estupa de 100 metros de altura, que est¨¢ completamente recubierta de oro. Toneladas de oro, kilos de piedras preciosas, litros de sudor de quienes lo levantaron para guardar ocho cabellos de Buda, y de aquellos que fueron ampli¨¢ndola.
Benar¨¦s, en la India. Tambi¨¦n llamada Varanasi, es la ciudad m¨¢s inclasificable de la India, la m¨¢s sagrada de las siete ciudades sagradas del hinduismo. Conviene ir de noviembre a marzo para evitar las lluvias y la humedad del lugar, al que acuden miles de peregrinos cada a?o para purificarse en sus aguas. En esta peque?a urbe de la India, la muerte y la vida se concilian de forma natural. Impacta al viajero ante la presencia de los ritos funerarios que se celebran a diario a las orillas del Ganges.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiraci¨®n para tus pr¨®ximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, Twitter e Instagram.