Pashupatinath, la visita m¨¢s impactante de Kathmandu
Kathmandu es una ciudad ¨²nica y ca¨®tica, que no suele dejar impasible a nadie que aterrice en ella por primera vez. Pero dentro del caos de la capital nepal¨ª, existe una visita que impacta por encima de las dem¨¢s, uno de esos lugares en los que necesitas horas y horas para quitarte de encima la conmoci¨®n que te deja en el alma: el templo de Pashupatinath.
Pashupatinath es el templ¨® hind¨² m¨¢s antiguo de Kathmandu y uno de los principales centros de peregrinaci¨®n en Nepal para los seguidores de esta religi¨®n. Cada d¨ªa llegan aqu¨ª peregrinos de medio mundo para honrar al gran dios Shiva.
Pero Pashupatinath es tambi¨¦n uno de los principales crematorios de la ciudad. Una caravana continua de cad¨¢veres portados por empleados vestidos de blanco va llegando hasta los ghats colocados a lo largo del r¨ªo Bagmati para cumplir con el ¨²ltimo rito en la existencia del finado. El alma ha abandonado el cuerpo f¨ªsico y ¨¦ste, en tanto que mero portador del esp¨ªritu, ya no sirve para nada y se convierte en cenizas que van a parar al r¨ªo sagrado Bagmati.
Aunque llamarle r¨ªo es un eufemismo. Para la mentalidad europea el Bagmati es una cloaca a cielo abierto, un hilillo de agua podrida en la que flotan cenizas humanas y teas a medio arder y en la que los ni?os rastrean con el agua por las rodillas en busca de peque?os tesoros perdidos o de un trozo de madera a¨²n utilizable que llevar a sus paup¨¦rrimos hogares.
Todo el proceso de incineraci¨®n se hace de cara al p¨²blico, en un ejercicio de tolerancia que ser¨ªa imposible en otras religiones: el dolor de los hijos del finado, rapados al cero; el llanto de las mujeres envueltas en sus coloridos saris, el olor penetrante del humo de la pira funeraria, el ritual de los familiares lavando el cad¨¢ver con las aguas verdosas del Bagmati¡
Los curiosos observamos la escena desde las gradas de la otra orilla del r¨ªo, con el cuerpo empapado por el calor pegajoso de la llanura nepal¨ª y el ¨¢nimo sobrecogido por la naturalidad de un acto que para nuestra cultura es tan privado y tan dram¨¢tico.
Cuando te alejas, sientes que necesitar¨¢s muchos ba?os rituales en la ducha de tu hotel para sacarte de encima el impacto emocional que te ha dejado la escena.
Grab¨¦ estas im¨¢genes la ¨²ltima vez que estuve en Pashupatinath y -aunque el v¨ªdeo no transmite a¨²n olores- creo que permite hacerse una idea de lo impactante del lugar:
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.