Alessandro Sartori: ¡°Queremos estar c¨®modos, pero con una silueta que favorezca; vestir bien para trabajar, aunque sea desde casa¡±
El traje de oficina est¨¢ en crisis, pero Alessandro Sartori, director creativo de Ermenegildo Zegna, no tiene miedo al futuro porque lleva a?os trasladando los m¨¦todos y los tejidos de la sastrer¨ªa cl¨¢sica a una generaci¨®n de prendas marcadas por la comodidad.
En julio de 2019 el grupo Ermenegildo Zegna adquiri¨® la participaci¨®n mayoritaria de Dondi, una f¨¢brica de prendas de punto de calidad. El movimiento tuvo cierta repercusi¨®n en los medios especializados, pero mucho menos que la adquisici¨®n, un a?o antes, de la firma estadounidense de autor Thom Browne. Que Zegna comprara Dondi era, a ojos de los analistas, un giro empresarial previsible, un modo de ampliar la panoplia de talleres de esta firma nacida en 1910 como fabricante de tejidos de lana y que hoy es una de las joyas del made in Italy, c¨¦lebre por sus trajes a medida y su l¨ªnea de moda ma...
En julio de 2019 el grupo Ermenegildo Zegna adquiri¨® la participaci¨®n mayoritaria de Dondi, una f¨¢brica de prendas de punto de calidad. El movimiento tuvo cierta repercusi¨®n en los medios especializados, pero mucho menos que la adquisici¨®n, un a?o antes, de la firma estadounidense de autor Thom Browne. Que Zegna comprara Dondi era, a ojos de los analistas, un giro empresarial previsible, un modo de ampliar la panoplia de talleres de esta firma nacida en 1910 como fabricante de tejidos de lana y que hoy es una de las joyas del made in Italy, c¨¦lebre por sus trajes a medida y su l¨ªnea de moda masculina.
Sin embargo, en marzo de 2020 la pandemia detuvo el mundo y millones de hombres dejaron de utilizar traje a diario. Empezaron a teletrabajar y se pusieron c¨®modos. Y entonces la adquisici¨®n de Dondi se revel¨® decisiva. ¡°Ah¨ª ten¨ªamos toda la experiencia y el conocimiento necesarios para contar la historia que quer¨ªamos contar¡±. El dise?ador Alessandro Sartori (Biella, 54 a?os), director creativo de Ermenegildo Zegna, sostiene en las manos el resultado de esa decisi¨®n providencial. Es una americana elaborada en cachemir. Sartori nos atiende desde las oficinas de la marca en Mil¨¢n antes de estrenar en medios digitales su colecci¨®n para el pr¨®ximo oto?o. Durante la videoconferencia, la c¨¢mara sigue al director creativo por los percheros, se aproxima para apreciar los detalles y solo se detiene cuando, tras recorrer la colecci¨®n, el dise?ador se sienta a responder nuestras preguntas. En Zegna se toman el teletrabajo en serio. Y la observaci¨®n, tambi¨¦n.
¡°El punto de partida es pensar qu¨¦ necesitamos en nuestros armarios, y qu¨¦ tenemos en nuestros armarios pero ya no necesitamos¡±, apunta Sartori. ¡°Y lo que nos dicen nuestros clientes es que necesitamos punto, chaquetas ligeras, prendas multifuncionales y combinables¡±. El a?o pasado sus tiendas idearon un protocolo para atender a sus clientes por videoconferencia. ¡°Cuando entras en casa de la gente te das cuenta de muchas cosas que antes no sab¨ªas¡±, apunta. ¡°El cliente te ense?a una chaqueta azul y un abrigo gris, y quiere un pantal¨®n que le vaya bien con los dos. Eso no pasa en las tiendas f¨ªsicas. Nadie se lleva su armario a cuestas cuando sale de compras¡±.
El resultado de ese trabajo de campo es la colecci¨®n del pr¨®ximo oto?o. Hay abrigos sin forro, gabardinas ligeras con grandes bolsillos y sutil¨ªsimos ch¨¢ndales. Y hay trajes, claro. Pero menos que antes. ¡°Es un hecho¡±, dice Sartori, ¡°hombres que antes compraban varios cada temporada, ahora quieren algo distinto. Y no es cuesti¨®n de dinero ni de parecer m¨¢s j¨®venes, sino de un cambio de mentalidad. Queremos estar c¨®modos, pero con una silueta que favorezca. Queremos vestir bien para trabajar, aunque sea desde casa¡±.
La apuesta por la ropa deportiva de lujo vertebra buena parte de la moda masculina de hoy, pero sorprende escucharla en boca del portavoz de una marca que en el imaginario colectivo sigue siendo sin¨®nimo de sastrer¨ªa de precisi¨®n. ?Qu¨¦ pasa entonces con los trajes? ¡°La sastrer¨ªa seguir¨¢ siempre ah¨ª, pero mucho m¨¢s a medida que en pr¨ºt-¨¤-porter¡±, responde. ¡°Siempre tendremos trajes listos para comprar, pero en menor proporci¨®n. Si quieres un traje azul, lo encuentras seguro. Si buscas algo m¨¢s especial, te lo hacemos a medida y te lo entregamos en tres semanas en cualquier lugar del mundo¡±.
Sartori pone un ejemplo pr¨¢ctico capaz de desencadenar una lluvia de s¨ªes en el consejo de administraci¨®n m¨¢s esc¨¦ptico. ¡°Esta ma?ana he revisado los proyectos de las tiendas que vamos a abrir este verano en Corea del Sur, China y Estados Unidos. Los responsables de estos mercados nos est¨¢n pidiendo que toda la tienda est¨¦ dedicada a la ropa c¨®moda y deportiva, con una sola sala para la sastrer¨ªa a medida. Antes suced¨ªa justo lo contrario. Los trajes ocupaban cuatro quintos de cada tienda. El futuro est¨¢ claro. Para acertar en la moda hay que anticiparse a las peticiones de los clientes. El ¨¦xito consiste en llegar a la cita cinco minutos antes. Si llegas tarde, fracasas¡±.
El empe?o de Zegna es estar en el lugar adecuado en el momento exacto. Y su potencia en China, que con m¨¢s de 60 tiendas es su primer mercado, le ha permitido amortiguar la crisis del sector. Tal y como revelaba el verano pasado Gildo Zegna, consejero delegado y tercera generaci¨®n al frente de la empresa, el gigante asi¨¢tico supuso en 2019 el 40% de los ingresos de la empresa. Incluso a pesar de la pandemia, en la segunda mitad de 2020 Zegna logr¨® mantener en China un crecimiento de doble d¨ªgito. Su volumen de negocio global en 2020 ha superado los mil millones de euros. La cifra es menor que la de 2019, cuando factur¨® 1.300, pero, dado el descalabro general, ¡°podr¨ªa haber sido peor¡±, en palabras de Zegna.
El giro deportivo de Zegna, por tanto, es todo menos gratuito. Y no implica quemar las naves. ¡°Estas prendas se hacen en los mismos talleres de los que salen nuestros trajes a medida¡±, explica Sartori. ¡°Tener el lanificio [la estructura que agrupa la actividad lanera del grupo] es como para un cocinero tener el huerto al lado de la cocina¡±. La misma fibra de cachemir o de vicu?a sirve para hacer un abrigo cl¨¢sico, una chaqueta sin hombreras o una camisa de punto. Incluso prendas para mujer, aunque solo bajo pedido. ¡°Hay necesidades no satisfechas¡±, explica. ¡°En nuestro armario siguen faltando productos intercambiables y multifuncionales. Por ejemplo, una camisa de sastrer¨ªa que tambi¨¦n se pueda usar como chaqueta. Nuestras prendas son sostenibles porque se hacen a mano y duran muchos a?os. Somos hipermodernos, pero cercanos¡±.
Sartori naci¨® en Biella, no lejos de Trivero, el hogar de Ermenegildo Zegna. Estudi¨® dise?o y al terminar ech¨® el curr¨ªculo cerca de casa. ¡°Cuando me contrataron, me sent¨ª como un futbolista fichando por el equipo de sus sue?os¡±. Sartori alcanz¨® relevancia en 2003, cuando se hizo cargo de Z Zegna, la l¨ªnea con que la empresa dio un primer paso hacia la moda de autor.
El canterano result¨® ser el delantero perfecto. Estuvo en el cargo hasta 2011, cuando acept¨® la direcci¨®n creativa de Berluti. En 2016 regres¨® a Zegna, esta vez como director creativo y responsable m¨¢ximo de sus colecciones de moda. ¡°Cuando llegu¨¦ a la empresa por segunda vez, la antigua f¨¢brica de tejidos se hab¨ªa convertido en una marca global con licencias, accesorios, ropa y campa?as¡±, recuerda. ¡°Lo interesante es que en el fondo todo sigue siendo artesanal y familiar. Es una de las pocas empresas que operan as¨ª. Gestionamos desde los reba?os de ovejas en Australia hasta el producto final en tienda. Las marcas capaces de hacer eso se cuentan con los dedos de una mano. Chanel, Loro Piana, Herm¨¨s, Zegna. Y ya. Eso marca la diferencia. Cuando llegu¨¦ a Zegna por primera vez, hab¨ªa coraz¨®n. Ahora sigue habiendo coraz¨®n, pero tambi¨¦n cabeza. Y es muy emocionante¡±.