?Y si el pijama fuera el nuevo esmoquin? En 2021, la comodidad ser¨¢ la norma
Las colecciones masculinas presentadas durante de la edici¨®n digital de la Semana de la moda de Mil¨¢n sugieren que la industria, en una respuesta ante el nuevo mundo, se atreve a borrar la frontera entre el traje y el ch¨¢ndal
Una cierta concentraci¨®n mental ha llegado a los desfiles de la semana de la moda masculina de Mil¨¢n, de nuevo celebrada de forma digital debido a la situaci¨®n global marcada por la pandemia. Si en anteriores ediciones las propuestas reflejaban la incertidumbre reinante sin renunciar a lo anterior, las colecciones que hemos podido ver entre el 15 y el 19 de enero apuntan ya una respuesta m¨¢s concreta y definida.
Tras un a?o que ha cambiado nuestra vida cotidiana de manera dr¨¢stica, la industria abraza la comodidad y, entre el traje y el ch¨¢ndal, encuentra una tercera v¨ªa que, simplificando mucho, podr¨ªamos ubicar en el pijama. O en la ropa dom¨¦stica, cuya calidez y comodidad impregna prendas para llevar dentro y fuera de casa en un mundo en el que los l¨ªmites del espacio p¨²blico y privado se han difuminado. El mundo tras la pandemia estar¨¢ recorrido por reuniones virtuales, influencers que no salen de su cuarto, hogares convertidos en plat¨®s y expediciones urbanas m¨¢s breves y concisas que antes. El bienestar invade la calle, al oficina, incluso los eventos, d¨¢ndole un respiro moment¨¢neo a la etiqueta.
En Prada, la primera colecci¨®n masculina firmada al alim¨®n por Raf Simons y Miuccia Prada apunta cu¨¢l va a ser la nueva din¨¢mica creativa del t¨¢ndem m¨¢s observado del sector: una evoluci¨®n tranquila, frente a los trallazos del presente. Los colores, por ejemplo, no est¨¢n tan lejos de los de la colecci¨®n femenina ni de los de las dos ¨²ltimas colecciones masculinas de Prada, con violetas y rojos que aportan car¨¢cter y que, sobre todo, remiten sin resquicios a la firma milanesa: en una ¨¦poca en que hay un sinf¨ªn de marcas con propuestas colindantes entre s¨ª, conseguir que un color se asocie a una firma es casi una haza?a.
Logros como ese hay unos cuantos en una colecci¨®n masculina de la que recordaremos m¨¢s de una cosa: los bolsillos en relieve con cremallera que siguen la forma triangular del emblema de la casa y que adornan mangas, perneras, canes¨²s y hasta guantes; las solapas extragrandes en cuellos y bolsillos; y los motivos geom¨¦tricos tricotados que vuelven inconfundibles jers¨¦is, chaquetas y tambi¨¦n el portaestandarte de la colecci¨®n, unos monos de punto tipo long john que recuerdan tanto al pijama como a la ropa interior. En esa l¨ªnea, la colecci¨®n no se anda con t¨¦rminos medios: las prendas o se pegan al cuerpo, como camisetas o pantalones t¨¦rmicos, o se distancian de ¨¦l formando grandes vol¨²menes, como sucede en los abrigos de pana o angora.
En un encuentro virtual con estudiantes de moda posterior al desfile, Miuccia Prada explicaba que su idea de la moda ¡°surge de la vida de la gente¡±, y Raf Simons apuntaba que la colecci¨®n reivindica una sensibilidad f¨ªsica opuesta a la tecnolog¨ªa y que tiene que ver con ¡°las emociones del ser humano respecto a todo lo que est¨¢ sucediendo¡±. En un a?o en que el cuerpo humano, sus necesidades, su bienestar y su crisis han estado en el centro de la actualidad, esa defensa de la comodidad a ultranza indica que no hay nada menos 2021 que la ropa r¨ªgida.
Tampoco hay formas acartonadas ni etiqueta en la colecci¨®n presentada por Etro tambi¨¦n en forma de desfile digital. Descrita por su art¨ªfice, Kean Etro, como un canto de fe y esperanza, la colecci¨®n de la firma italiana para el pr¨®ximo oto?o es en realidad una loa a la artesan¨ªa textil, que es el centro gravitacional de esta casa famosa por sus lujosos estampados.
Aqu¨ª no hay ni rastro de total look ¨Co, como se dec¨ªa anta?o, de modelos ¡°conjuntados¡±¨C, sino un armario masculino que juega con la combinatoria y la libertad. El hombre Etro sale de fiesta y a cenar, pero no lleva esmoquin ni trajes demasiado formales, sino prendas que transitan del d¨ªa a la noche sin esfuerzo y sin traumas, desquit¨¢ndose. El mensaje parece claro: despu¨¦s del trauma del confinamiento, no tiene sentido imponer un dress code a nadie.
La experiencia del pasado a?o sobrevuela asimismo sobre el breve fashion film con el que Tod¡¯s particip¨® en la semana de la moda digital de Mil¨¢n. La marca, la joya de la corona del conjunto de empresas de Diego della Valle, est¨¢ especializada en calzado y, concretamente, en lujosos mocasines de conducir, liger¨ªsimos y flexibles. Tambi¨¦n produce, desde hace varias temporadas, colecciones de prendas masculinas cl¨¢sicas y utilitarias, inspiradas en los emblemas indumentarios del siglo XX, el deporte elegante y el automovilismo cl¨¢sico. Y, tras unos meses en los que hemos conducido mucho menos que antes ¨Cy pr¨¢cticamente nada por placer¨C, lo que hace Tod¡¯s es reivindicar la versatilidad de unas prendas pr¨¢cticas y adaptables que resumen con bastante precisi¨®n lo que se entiende hoy por ropa masculina de lujo. En lugar de declaraciones de intenciones rimbombantes, fiabilidad y largo recorrido. Y sus nuevos modelos de calzado, sus sneakers de tonos oscuros, sus prendas de lana y sus lujosos pa?os de pata de gallo son, m¨¢s bien, una promesa: la de permanecer contra viento y marea. Visto lo visto, no es una promesa banal.
El optimismo reina en Fendi. Es llamativo que una firma tan enraizada en lo artesanal ¨Cnaci¨® como peleter¨ªa y taller de marroquiner¨ªa¨C se haya arrojado con tanto entusiasmo y tanta eficacia al futurismo en su divisi¨®n de pr¨ºt ¨¤ porter masculino. Es ah¨ª donde hay que buscar una de las claves del ¨¦xito comercial de la firma estos ¨²ltimos a?os. Hay algo en sus colecciones que conecta muy bien con el imaginario deportivo, tecnol¨®gico, gr¨¢fico y, por qu¨¦ no, abiertamente suntuoso de las nuevas generaciones de consumidores de lujo.
De la colecci¨®n que presentaron la semana pasada en un pase digital, recordaremos un pu?ado de hallazgos significativos. Por ejemplo, los colores brillantes, inspirados en la joyer¨ªa, con tonos esmeralda, fucsia, cobalto o azafr¨¢n que casi irradian luz propia. O el acolchado diagonal que, trasladado a plum¨ªferos, jers¨¦is e incluso prendas de peleter¨ªa cumple esa misi¨®n tan dif¨ªcil de crear algo reconocible sin recurrir al logo (y los logos de Fendi son legendarios). Tambi¨¦n sus estampados, sus pantalones de canal¨¦, sus prendas con aberturas geom¨¦tricas, entre el acuchillado renacentista y los fractales, y una serie de complementos ¨Cbolsos, carteras, mochilas¨C casi vitam¨ªnicos.
No hay ni rastro de colores brillantes, sin embargo, en la propuesta con que Alessandro Sartori, el director creativo de Ermenegildo Zegna, apunta a horizontes ambiciosos: nada menos que resetear el armario masculino para hacerlo m¨¢s flexible, m¨¢s fluido y, sobre todo, m¨¢s c¨¢lido y humano. Sus prendas tienen la blandura y la calidez de la ropa deportiva, pero con la precisi¨®n sartorial de una casa que naci¨® como empresa de tejidos. El dise?ador se atreve a inventar nuevos h¨ªbridos entre el blazer y la sudadera, entre la camisa y el jersey de punto, y declina los tonos grises, beis y tierra, los m¨¢s emblem¨¢ticos de la casa. En ese sentido, la suya es una de las colecciones m¨¢s ambiciosas que hemos visto estos d¨ªas; en lugar de remezclar lo existente, intenta inventar nuevas prendas. Un nuevo comienzo para un punto de inflexi¨®n clave en la industria.
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