El herbicida que salv¨® a un beb¨¦
Un producto contra las malas hierbas fue la soluci¨®n a un mal metab¨®lico. No hay qu¨ªmicos buenos y malos, sino qu¨ªmicos bien o mal usados
Por desgracia, en el vocabulario cotidiano la palabra qu¨ªmica tiene un matiz peyorativo. Esta quimiofobia aplicada al caso de la alimentaci¨®n hace que una de las palabras m¨¢s temidas sea la de herbicida. Cualquier agricultor que lo use para proteger sus cosechas de las malas hierbas (flora arvense en el vocabulario ecol¨®gicamente correcto) es considerado poco menos que un envenenador. Su uso en el entorno urbano para cuidar viales, parques y jardines tambi¨¦n se ha visto muy limitado por algunos ayuntamientos.
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Por desgracia, en el vocabulario cotidiano la palabra qu¨ªmica tiene un matiz peyorativo. Esta quimiofobia aplicada al caso de la alimentaci¨®n hace que una de las palabras m¨¢s temidas sea la de herbicida. Cualquier agricultor que lo use para proteger sus cosechas de las malas hierbas (flora arvense en el vocabulario ecol¨®gicamente correcto) es considerado poco menos que un envenenador. Su uso en el entorno urbano para cuidar viales, parques y jardines tambi¨¦n se ha visto muy limitado por algunos ayuntamientos.
Sin embargo, tratar de juzgar la qu¨ªmica como ¡°buena¡± o ¡°mala¡± no es m¨¢s que hacer juicios de valor subjetivos sobre temas cient¨ªficos objetivos. Cada mol¨¦cula es la que determinan sus ¨¢tomos y c¨®mo est¨¢n enlazados, y su utilidad depender¨¢ del uso que le demos. Lo importante es que haya una normativa que regule su uso en condiciones de seguridad, y as¨ª no tenemos que privarnos de avances cient¨ªficos que pueden hacer la vida m¨¢s f¨¢cil. Existen numerosas mol¨¦culas que har¨ªan cuestionar este falaz discurso y nadie ser¨ªa capaz de clasificarlas como buenas o malas, o en todo caso ser¨ªan las dos a la vez.
Un buen ejemplo es la nitisona. En 1977 el qu¨ªmico Reed Gray, trabajando para la multinacional Zeneca (actualmente AstraZeneca), descubri¨® que alrededor de una planta australiana llamada escobill¨®n rojo o ¨¢rbol del cepillo (Callistemon citrinus) no crec¨ªan apenas hierbas. Investigando este hecho descubri¨® unos alcaloides que produc¨ªan las plantas de esta familia que eran t¨®xicos para otras plantas. De esta manera se sintetizaron los herbicidas tricet¨®nicos, que al ser aplicados al c¨¦sped hac¨ªan que se volviera blanquecino y finalmente se secara. El mecanismo de acci¨®n se basa en que al ser absorbido por la planta inhibe la s¨ªntesis de carotenoides, que son las mol¨¦culas responsables del caracter¨ªstico color de la zanahoria y cuya funci¨®n es proteger a la clorofila de la radiaci¨®n solar excesiva. Si no hay carotenoides, la clorofila se degrada, la hierba se queda blanquecina y muere. Al aplicarla en ratones, a peque?as dosis durante las pruebas de toxicidad aumentaban los niveles de ciertos amino¨¢cidos en orina. A dosis altas el animal mor¨ªa envenenado por acumulaci¨®n de este amino¨¢cido. Existen unas enfermedades gen¨¦ticas, las tirosinemias tipo II, en las que los afectados presentan los mismos s¨ªntomas que los ratones tratados con nitisona. Una investigaci¨®n posterior descubri¨® que esta mol¨¦cula inhib¨ªa una enzima de la ruta de degradaci¨®n de un amino¨¢cido llamado tirosina, y, como pasa en estos casos, la acumulaci¨®n de este amino¨¢cido junto con algunos productos de degradaci¨®n produce los efectos t¨®xicos en animales y en plantas.
Sin embargo, todo tiene su utilidad. Cuando se describi¨® c¨®mo actuaba la nitisona, interes¨® mucho a ?Lindstedt y Holme, dos investigadores de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, que estudiaban enfermedades metab¨®licas relacionadas con la degradaci¨®n de la tirosina. Existe una muy grave llamada tirosinemia tipo I en la que un defecto en una enzima de la ruta de degradaci¨®n de la tirosina provoca que se acumule una mol¨¦cula muy t¨®xica para el h¨ªgado. El ¨²nico tratamiento posible era el trasplante hep¨¢tico, normalmente en edad infantil, y la esperanza de vida era muy baja porque la mol¨¦cula t¨®xica segu¨ªa acumul¨¢ndose despu¨¦s del trasplante. Sin embargo, la nitisona inhib¨ªa esta misma ruta de degradaci¨®n, pero en un paso anterior, por lo que no se acumulaba el producto t¨®xico, sino otro f¨¢cil de metabolizar por el cuerpo. El primer ensayo cl¨ªnico se realiz¨® en un lactante de dos meses, y luego se confirmaron en otros cuatro pacientes m¨¢s con resultados espectaculares. Desde 2002 la nitisona est¨¢ autorizada como f¨¢rmaco para la tirosinemia tipo I. Y as¨ª es como, gracias al uso de peque?as dosis de este herbicida, perd¨®n, f¨¢rmaco milagroso, junto con una dieta que limite los niveles de tirosina, muchos ni?os aquejados de una grave enfermedad pueden hacer una vida normal y evitar un trasplante de h¨ªgado que solo podr¨ªa alargar su vida unos a?os. Por lo tanto, ?la nitisona es buena o mala? ?Es un herbicida o un f¨¢rmaco?
Gas mostaza para la leucemia
Hay muchos ejemplos de mol¨¦culas con un uso que han sido aplicadas con ¨¦xito en otros campos. La mayor¨ªa de f¨¢rmacos de origen natural tienen una funci¨®n hormonal o de defensa frente a insectos en las plantas de los que se obtienen y, en cambio, en nuestro cuerpo pueden ayudar a aliviar los s¨ªntomas de algunas enfermedades, como el ¨¢cido salic¨ªlico, una hormona vegetal que en humanos inhibe una ruta inflamatoria. Un caso m¨¢s sorprendente es el del gas mostaza. Gracias a un ataque de los nazis en la II Guerra Mundial a un barco americano cargado de este gas atracado en el puerto de Bari se vio que afectaba principalmente a la m¨¦dula ¨®sea y se cargaba el sistema inmune de los afectados¡, y as¨ª fue como se descubri¨® uno de los primeros tratamientos efectivos contra la leucemia, que consist¨ªa en tratar a los enfermos con un arma qu¨ªmica.
J. M. Mulet es catedr¨¢tico de Biotecnolog¨ªa.