Las mujeres que salvaron el arte durante la Segunda Guerra Mundial
La red Monuments Men and Women Museum reivindica el valor y la eficacia de las mujeres en la protecci¨®n y recuperaci¨®n de cinco millones de piezas en la Segunda Guerra Mundial
El ocaso de la Segunda Guerra Mundial. Berl¨ªn ha ca¨ªdo y tambi¨¦n la noche. Un apartamento. En las calles, cuerpos, destrucci¨®n y vidas que nunca retornar¨¢n. El sufrimiento es la ¨²nica argamasa que une a la gente. La conversaci¨®n y el alcohol cambian de manos.
¡ª ?Qu¨¦ resulta m¨¢s valioso: una obra de arte o una vida humana?¡ª, la pregunta atraviesa cementerios donde yacen millones de muertos.
¡ªUna obra de arte¡ª, contesta Herbert Stewart Leonard, quien ha salvado, arriesgando su vida, la catedral de Chartres (Francia) de la dinamita nazi.
La cuesti¨®n la plantea, esa noche, donde el alma del ser humano nunca fue tan oscura, Bernard Taper, un Monuments Men, a su compa?ero. La claqueta ¡ªque omite este di¨¢logo¡ª suena cercana. Fue recogida en 2014 en la pel¨ªcula The Monuments Men, dirigida y protagonizada por George Clooney. El filme est¨¢ basado en el libro de 2009 del mismo t¨ªtulo de Robert Edsel y Bret Witter. Describe el relato de c¨®mo 348 personas de 14 pa¨ªses salvaron cinco millones de tesoros art¨ªsticos durante la contienda.
Pero cuando la gran pantalla funde a negro surge otra verdad. El cine estadounidense reescribe la historia. Hab¨ªa 27 mujeres entre estos ¡°hombres monumentales¡±. No se les permit¨ªa combatir, aunque estaban all¨ª. Los aliados encontraron en una mina en Altaussee (Austria) miles de obras destinadas al desvar¨ªo de Hitler de su museo universal. Para evitar que las Brigadas de Tesoros rusas expoliaran el hallazgo se crearon almacenes en M¨²nich, Wiesbaden, Marburg y Offenbach. Edith Standen fue nombrada en marzo de 1946 directora interina de Wiesbaden. Su trabajo era averiguar los leg¨ªtimos propietarios de 700.000 objetos pertenecientes al patrimonio alem¨¢n. Una tarea contra su propio Ej¨¦rcito.
Algunos soldados y mandos estadounidenses rapi?aban obras y decoraban con ellas sus habitaciones. Las colecciones alemanas viv¨ªan intimidadas por el t¨¦rmino ¡°reparaci¨®n de guerra¡±. El director de la Galer¨ªa Nacional de Washington y el responsable del Metropolitan (MET) redactaron una lista con 202 pinturas germanas que completar¨ªan sus colecciones. Esta inmoralidad no prosper¨®. ¡°Los militares estadounidenses consideraban todo el proyecto, al igual que el Cuerpo de Ej¨¦rcito de Mujeres (WAC, por sus siglas inglesas), una carga innecesaria¡±, sostiene la historiadora Kirrily Freeman, en Saving Civilization (Johns Hopkins University Press). ¡°Y la opini¨®n p¨²blica era muy hostil, porque ambos programas pon¨ªan en peligro la vida de los soldados. [¡] Se asum¨ªa que el WAC era una madriguera de lesbianas y los Monuments Men [que perdieron en acci¨®n al mayor Ronald Balfour y al capit¨¢n Walter Huchthausen], ¡®raritos¡±.
Compromiso durante la contienda
Ahora que la ¨²ltima de estas mujeres maravillosas, Motoko Fujishiro Huthwaite, muri¨® de Covid a los 92 a?os en 2020, y solo sobrevive Richard M. Barancik, se ha lanzado The Monuments Men and Women Museum Network para reivindicar su compromiso durante la contienda y tambi¨¦n despu¨¦s. Muchos continuaron defendiendo el arte. El teniente segundo James Rorimer ser¨ªa director del MET; Lincoln Kirstein fund¨® el ballet de Nueva York y el teniente George Stout dio vida al Museo Isabella Stewart Gardner. ?Ellas? Algunas entraron en museos, pero solo como expertas. Edith Standen trabaj¨® de comisaria en el MET, Evelyn Tucker abri¨® una galer¨ªa en Miami y Mary Regan ense?¨® en la Universidad de Florida. Los tiempos se cruzan. En los ¨²ltimos diez a?os han devuelto 30 obras y ciertos pasajes mezclan memoria y admiraci¨®n.
Deane Keller fue un ¡®protector¡¯ estadounidense destinado en Italia. Parti¨® de su casa dejando un hijo de tres a?os, que quiz¨¢ nunca volver¨ªa a ver. Sobrevivi¨®.
¡ª ?Mereci¨® la pena?¡ª, le preguntaron.
¡ª La vida de un ni?o vale m¨¢s que cualquier obra de arte; pero s¨ª tiene sentido arriesgar la tuya por una causa: ya sea la democracia, la libertad o preservar tu cultura¡ª, contest¨®. Una lecci¨®n monumental.
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