Padre e hijo saltan al vac¨ªo
Joaquim y ?lvaro Palau dieron un giro imprudente a sus vidas para crear juntos la editorial Arpa
A los 28 a?os, ?lvaro Palau dej¨® atr¨¢s Par¨ªs, donde se hab¨ªa licenciado en Ciencias Pol¨ªticas y ejerc¨ªa de consultor estrat¨¦gico, para volver a Barcelona y montar con su padre una editorial de no ficci¨®n. Sus amigos le dijeron que estaba a punto de cometer un suicidio profesional en toda regla, pero ¨¦l ten¨ªa claro que le apetec¨ªa tirarse a aquella piscina, hubiese o no agua. ¡°Aunque el verdadero salto al vac¨ªo lo dio mi padre¡±, explica, ¡°que se decidi¨® por fin a crear su propia empresa tras 35 a?os ejerciendo de asalariado de lujo en algunas de las mejores editoriales de Espa?a, todo un acto d...
A los 28 a?os, ?lvaro Palau dej¨® atr¨¢s Par¨ªs, donde se hab¨ªa licenciado en Ciencias Pol¨ªticas y ejerc¨ªa de consultor estrat¨¦gico, para volver a Barcelona y montar con su padre una editorial de no ficci¨®n. Sus amigos le dijeron que estaba a punto de cometer un suicidio profesional en toda regla, pero ¨¦l ten¨ªa claro que le apetec¨ªa tirarse a aquella piscina, hubiese o no agua. ¡°Aunque el verdadero salto al vac¨ªo lo dio mi padre¡±, explica, ¡°que se decidi¨® por fin a crear su propia empresa tras 35 a?os ejerciendo de asalariado de lujo en algunas de las mejores editoriales de Espa?a, todo un acto de fe para alguien cien por cien ateo¡±. El padre, Joaquim, sonr¨ªe con cautela: ¡°Soy ateo, pero tambi¨¦n entusiasta. La paradoja es que el empuj¨®n decisivo me lo dio ?lvaro, que es mucho m¨¢s esc¨¦ptico y pragm¨¢tico que yo¡±.
As¨ª naci¨® Arpa Editores. El nombre es un anagrama de los apellidos de ?lvaro, Palau Arbizu. Y la empresa, una factor¨ªa de no ficciones valientes y sin prejuicios, con voluntad de divulgar conocimiento ¨²til entre sus lectores, seg¨²n explica Joaquim. Padre e hijo nos reciben en la sede de Arpa, en Barcelona, rodeados de sus ¨²ltimas novedades: flamantes ensayos sobre especulaci¨®n inmobiliaria, corrupci¨®n, ecologismo, el auge del pensamiento conspiranoico o filosof¨ªa aplicada a las preocupaciones del presente, por autores como Victoria Camps, Lola Pons, Noel Ceballos, Pedro Vall¨ªn o Jorge Dioni L¨®pez. Joaquim no comparte el derrotismo resignado que predomina en su sector: ¡°Yo creo en el libro, ese artefacto cultural que apenas ha cambiado en 500 a?os y sigue siendo eficaz y atractivo¡±. ?lvaro matiza: ¡°El sector editorial sufre un declive muy pronunciado, pero las editoriales independientes no podemos permitirnos el lujo de ser pesimistas, tenemos demasiado trabajo por hacer y hemos venido a jugar nuestro partido, no a quejarnos de lo embarrado que est¨¢ el terreno de juego¡±. Coinciden en que Arpa ha superado la prueba de estr¨¦s de sus cinco primeros a?os: ¡°Llevamos una curva de crecimiento moderado pero constante desde el primer d¨ªa¡±, asegura Joaquim. ¡°Adem¨¢s¡±, tercia ?lvaro, ¡°estamos cumpliendo con nuestro objetivo de editar libros de los que pudi¨¦semos sentirnos orgullosos¡±.
La idea inicial era que ?lvaro aportase visi¨®n empresarial y Joaquim imprimiese su sello personal al cat¨¢logo. En la pr¨¢ctica, se han instalado en una bicefalia en la que todo se discute y se acaba consensuando. ¡°Hemos aprendido a ser buenos socios y c¨®mplices creativos sin que por ello se resienta la relaci¨®n de padre e hijo¡±, explica Joaquim. ¡°Los dos somos muy tercos¡±, reconoce ?lvaro, ¡°y algunas de nuestras discusiones resultan explosivas¡±. ¡°T¨² piensas en t¨¦rminos generacionales y crees que los valores de la gente de mi edad son caducos¡±, bromea el padre. ¡°Lo importante es que hemos encontrado la manera de discutirlo todo sin dejar de escucharnos¡±, le responde el hijo. Para el padre, ¡°un libro de Arpa debe ser inteligente, interesante, claro, cort¨¦s con el lector y nada esnob¡±. ?lvaro a?ade: ¡°Intentamos convertirnos en c¨®mplices de gente que nos gusta, que nos cae bien y que vive de manera coherente con sus ideas. Adem¨¢s, queremos que nuestros libros tengan un cierto efecto transformador, que nos ayuden a comer menos carne, tratar mejor a nuestras parejas o ser menos gilipollas¡±. Uno de sus grandes momentos, seg¨²n cuenta, fue ¡°la presentaci¨®n de Los perversos narcisistas, de Jean-Charles Bouchoux, en una sala de Barcelona llena de mujeres de m¨¢s de 40 a?os que expresaron su gratitud porque el libro les hab¨ªa permitido identificar a un perfil determinado de hombres t¨®xicos y mantenerse alejadas de ellos. Ese d¨ªa sent¨ª de verdad que hacemos algo ¨²til¡±.