Famosos imb¨¦ciles morales II
El mayor imb¨¦cil moral no lo es, en puridad, m¨¢s que los as¨ª calificados el pasado domingo, ni m¨¢s que quienes arrastran esa fama bien acabados sus mandatos (Aznar, Bush Jr, Zapatero y muchos otros). Pero lo resulta, por sus alt¨ªsimos cargo y responsabilidad. Su pecado original fue juntarse con fulleros sin escr¨²pulos y chantajistas insaciables: los fulleros independentistas catalanes, los de Bildu, los de Podemos. Hasta un ni?o de diez a?os sabe que los chantajistas jam¨¢s se conforman con la cantidad estipulada en principio, sino que piden m¨¢s y m¨¢s, hasta el infinito. Tambi¨¦n una chica de qu...
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El mayor imb¨¦cil moral no lo es, en puridad, m¨¢s que los as¨ª calificados el pasado domingo, ni m¨¢s que quienes arrastran esa fama bien acabados sus mandatos (Aznar, Bush Jr, Zapatero y muchos otros). Pero lo resulta, por sus alt¨ªsimos cargo y responsabilidad. Su pecado original fue juntarse con fulleros sin escr¨²pulos y chantajistas insaciables: los fulleros independentistas catalanes, los de Bildu, los de Podemos. Hasta un ni?o de diez a?os sabe que los chantajistas jam¨¢s se conforman con la cantidad estipulada en principio, sino que piden m¨¢s y m¨¢s, hasta el infinito. Tambi¨¦n una chica de quince est¨¢ al tanto de la m¨¢xima que formul¨® con sencillez Juli¨¢n Mar¨ªas hace largo tiempo: ¡°No se debe intentar contentar a quien nunca se va a dar por contento¡±. Pues bien, salta a la vista que el personaje ignora ambas lecciones a sus casi cincuenta a?os, as¨ª que sigue pagando (en abundancia) a sus fulleros 40 meses despu¨¦s de que cobraran la primera entrega, y fue cara, si hubo de aceptar como Ministra a la tonta locoide de la clase. En todo ese periodo no han dejado de pasar por ventanilla, con funestas consecuencias para la mayor¨ªa de ciudadanos. Adem¨¢s, ha provocado insensatamente una crisis con Marruecos, nuestro quisquilloso y vengativo vecino. Ha importunado al Presidente de los Estados Unidos solt¨¢ndole un breve rollo en un pasillo, mientras Biden callaba y hac¨ªa caso omiso. Si ni siquiera le hab¨ªa telefoneado antes (y eso que somos pa¨ªses aliados), es probable que ahora le d¨¦ a¨²n m¨¢s pereza descolgar el aparato, salvo para reclamar el uso de sus bases. ?l y sus ministros en pleno fueron tan rastreros que, tras las recientes manifestaciones, represiones y detenciones masivas en Cuba, no se atrevieron a decir p¨²blicamente que ese r¨¦gimen es una dictadura, algo que asimismo saben los ni?os de doce a?os. Negarlo es tan hilarante como negar que lo fueron el franquismo (tan parecido al castrismo que los dos encarcelaban a los homosexuales), el pinochetismo o el stalinismo. Hasta los meros tontos lo saben.
Vayamos con la pandemia: deslumbrado por el ¨¦xito de su archienemiga Ayuso, empez¨® a imitarla a lo grande (¡°libertad, libertad¡±) cuando termin¨® con el estado de alarma sin poner algo intermedio y no explic¨® la situaci¨®n verdadera, a saber: que el virus campaba a sus anchas pese a su triunfalismo y su frivolidad. Hubo gente que cant¨® la cuenta atr¨¢s hasta medianoche y acto seguido se zambull¨® en la fiesta; los extranjeros vinieron corriendo en masa: aqu¨ª se les permit¨ªa lo que en ning¨²n pa¨ªs europeo. Pero, insatisfecho con el desastre, y cuando ya asomaba la quinta ola de la variante india, anunci¨® ufano que las mascarillas eran prescindibles salvo en ocasiones. De nuevo hubo gente que cont¨® los segundos y a las 12 las arroj¨® a la basura. Con estas dos medidas, demasiados entendieron que todo hab¨ªa terminado y se pusieron a viajar ¡°porque era verano y tocaba¡±. La incidencia fue de 700 casos por 100.000 habitantes (cifras de confinamiento), mientras las playas y hoteles se abarrotaban. Hospitales desbordados por en¨¦sima vez, sanitarios al borde del colapso; y millares de muertos que se pod¨ªan haber evitado. (Muertos, s¨ª, estoy harto de que esta palabra est¨¦ prohibida.) Lo que asentar¨¢ su fama es que, mientras suced¨ªa esta cat¨¢strofe, afirm¨® varias veces que la epidemia estaba superada y que se deb¨ªa impulsar el turismo. Lo impuls¨® hacia abajo, porque casi nadie de fuera quiso desplazarse a un pa¨ªs tan contagioso y mal dirigido.
Hay que agregar que el precio de la luz ha sido el m¨¢s alto de la historia, en medio de un calor de muerte. El gas y la gasolina por las nubes, y el Gobierno prepara subida de impuestos. Ya sabemos en qu¨¦ se emplean, en parte: cada mes aguardan las n¨®minas de los miles de asesores.
En cuanto a la cuesti¨®n catalana, y en contra del impostado optimismo de este diario, el Famoso otorg¨® indultos sin apenas explicaciones. (En realidad nunca ha explicado nada: todav¨ªa espero a saber por qu¨¦ Podemos pas¨® de ser causante de insomnios a fullero favorito y abrazable.) Como muchos vaticinamos, no ha habido una palabra de gratitud ¡ªni de contento¡ª por parte de los indultados y sus correligionarios, sino m¨¢s desplantes, m¨¢s insultos y m¨¢s desprecios al resto de comunidades (¡°?C¨®mo vamos a mezclarnos con esos? Nosotros estamos por encima¡±). M¨¢s ¡°Lo volveremos a hacer¡± y ¡°S¨®lo dialogaremos si se nos da independencia y amnist¨ªa¡±. ?l les va soltando millones y les cede competencias sin pausa, que los otros ven como ¡°insuficientes¡±. El mensaje es absurdo: ¡°Violen la ley y ser¨¢n premiados¡±.
Como todo individuo ¡°incapaz de comprender los principios morales¡±, necesita una pl¨¦yade de periodistas-felpudo que defienden a su Gobierno a todo trance. En TVE y la Sexta han destacado cinco tertulianos y dos tertulianas (bueno, un par de ellos son m¨¢s felpudos de Iglesias) que podr¨ªan ahorrarse abrir la boca: son papagayos de la Coalici¨®n y est¨¢ cantado lo que van a opinar de todo. En Espa?a se sabe bien qu¨¦ clase de personas acomplejadas precisan de una legi¨®n de necios para afianzarse. No he de repetir m¨¢s veces el t¨ªtulo de estos art¨ªculos.