Una visi¨®n responsable de Espa?a
Juli¨¢n Mar¨ªas visto por dos catedr¨¢ticos que le conocieron bien: "?l eecuper¨® la cultura liberal"
Dos reflexiones de dos catedr¨¢ticos que conocieron bien al fil¨®sofo centenario.
Juan Pablo Fusi: ¡°Su preocupaci¨®n fue Espa?a, continuamente. Abord¨® la historia y el presente de este pa¨ªs con limpieza moral e intelectual, con una prosa tranquila y precisa. A ¨¦l se debe, junto a otros, como Juan Marichal, la recuperaci¨®n de la cultura liberal espa?ola anterior a 1936. Su obra fue un di¨¢logo permanente con esa cultura. ?l cre¨ªa en la salvaci¨®n de la circunstancia espa?ola mediante la recuperaci¨®n de ese esp¨ªritu. La suya fue una visi¨®n responsable de Espa?a; hab¨ªa que superar el conflicto de la guerra para darle continuidad a la vida intelectual. ?l cre¨ªa que la posibilidad de una Espa?a liberal pod¨ªa salvar los naufragios de la historia. Quiso hacer Espa?a inteligible (como reza uno de sus t¨ªtulos). Como aprendi¨® de Ortega, si no se salva mi circunstancia no me salvo yo. Igual que su maestro, su preocupaci¨®n era la pol¨ªtica como compromiso; consideraba peligroso confundir lo particular con lo nacional, alert¨® contra la fragmentaci¨®n excesiva de la organizaci¨®n territorial del Estado, que interpretaba err¨®neamente la historia de Espa?a a lo largo de siglos. Esa fue su diatriba contra el primer borrador, y subsiguientes, de la actual Constituci¨®n. Espa?a ten¨ªa que reconciliarse con su historia, sin revanchismo de ning¨²n tipo. ?l predic¨® con el ejemplo; fue leal a Besteiro, sufri¨® c¨¢rcel, y hasta 1953 no tuvo pasaporte. Nunca se manifest¨® agriamente por ello. Interioriz¨® su actitud, y eso es lo que le reclamaba a este pa¨ªs para que se reconciliara consigo mismo¡±.
Helio Carpintero. ¡°Su Historia de la Filosof¨ªa representa la defensa de Ortega y de Zubiri, y de Garc¨ªa Morente, que est¨¢n presentes en pr¨®logo, ep¨ªlogo o dedicatorias¡ Reclamaba la vigencia de una tradici¨®n filos¨®fica que estaba expulsada del mundo de la ¨¦poca. ?l mismo no pudo escribir en los peri¨®dicos hasta los a?os 50¡ Aprend¨ª de ¨¦l que la vida es una cosa seria e importante, que hay que asumirla con un sentido moral de veracidad; que uno tiene que ser sincero con uno mismo y tener las cuentas claras, con independencia de la utilidad que eso comporte¡ Me hizo sentir la profunda ra¨ªz de la realidad de la lengua espa?ola y de la literatura espa?ola. Era un defensor a ultranza de la libertad, en la que el hombre tiene que irse haciendo. Su estancia en Soria lo relacion¨® con mi padre, inspector de ense?anza represaliado. Ah¨ª ahond¨® en B¨¦cquer, Machado, Gerardo Diego. Me ense?¨® a valorar la filosof¨ªa. Era un hombre de extremada modestia; pensaba los problemas como una batalla cuerpo a cuerpo; no ten¨ªa formulitas, pensaba con una claridad extraordinaria. Rechazaba a los charlatanes, estaba orgulloso de las fotos que hac¨ªa as¨ª como de su punter¨ªa con la escopeta. Era peculiar: a Miguel Delibes, su amigo, le hizo mucha gracia que fuera con chaleco de excursi¨®n a La Laguna Negra. La represi¨®n franquista lo dej¨® sin universidad, y por tanto sin los disc¨ªpulos que hubiera tenido, as¨ª que yo me siento orgulloso de ser uno de los que pudo tener¡±.
Babelia
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