Para la cabeza, le receto ejercicio
Practicar deporte, adem¨¢s de aportar enormes beneficios f¨ªsicos, tiene grandes implicaciones ps¨ªquicas. As¨ª es como act¨²a en nuestro centro de operaciones mental.
La cultura del gimnasio, omnipresente en regiones del mundo como California, suma cada vez m¨¢s adeptos en Espa?a. M¨¢s all¨¢ de las motivaciones est¨¦ticas y de los beneficios generales para la salud, numerosos estudios demuestran que el ejercicio f¨ªsico protege las facultades mentales y eleva nuestro estado de ¨¢nimo. Una investigaci¨®n llevada a cabo en 2006 por tres m¨¦dicos de la Universidad de Nebraska demostr¨® que el ejercicio aer¨®bico ...
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La cultura del gimnasio, omnipresente en regiones del mundo como California, suma cada vez m¨¢s adeptos en Espa?a. M¨¢s all¨¢ de las motivaciones est¨¦ticas y de los beneficios generales para la salud, numerosos estudios demuestran que el ejercicio f¨ªsico protege las facultades mentales y eleva nuestro estado de ¨¢nimo. Una investigaci¨®n llevada a cabo en 2006 por tres m¨¦dicos de la Universidad de Nebraska demostr¨® que el ejercicio aer¨®bico reduce la ansiedad y la depresi¨®n en los pacientes. Esto incluye actividades f¨ªsicas tan comunes como correr, nataci¨®n, bicicleta o incluso dar un simple paseo o bailar. Los m¨¦dicos atribuyeron la mejor¨ªa de los pacientes al incremento de la circulaci¨®n sangu¨ªnea que promueve el deporte, lo cual incide en el eje hipotal¨¢mico-hipofisario-adrenal (HHA), que mejora nuestra respuesta fisiol¨®gica ante el estr¨¦s. El estudio destac¨®, entre otros beneficios, la estimulaci¨®n del sistema l¨ªmbico, que controla la motivaci¨®n y el estado de ¨¢nimo.
Desde un punto de vista meramente psicol¨®gico, adem¨¢s, el ejercicio mejora la autoimagen, uno de los pilares de la seguridad personal, de acuerdo con el sex¨®logo Antoni Bolinches, autor de El secreto de la autoestima. A menudo, la baja autoestima tiene su origen en una percepci¨®n negativa del propio cuerpo. En la medida que la persona se pone en forma y se gusta m¨¢s delante del espejo, al incremento de vitalidad que promueve el deporte se suman dos beneficios psicol¨®gicos: una mejor autoimagen y la satisfacci¨®n de cumplir con un prop¨®sito en lugar de abandonar o procrastinar.
Pero volvamos al cerebro. ?Qu¨¦ dice la neurociencia actual de la capacidad de transformarlo a trav¨¦s del ejercicio f¨ªsico? La doctora Rosa Casafont, autora de Viaje a tu cerebro, asegura que el ejercicio diario provoca cambios celulares, moleculares, funcionales y de capacidad en nuestro centro de operaciones. En palabras de esta m¨¦dica y neurocient¨ªfica: ¡°Estas modificaciones favorecen que seamos resilientes en la edad adulta y m¨¢s resistentes al estr¨¦s, adem¨¢s de aumentar nuestra reserva cognitiva¡±.
El deporte es un aliado natural para prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer, como demostr¨® un estudio de la australiana Universidad Murdoch. Los investigadores encontraron una relaci¨®n directa entre el ¨ªndice de amiloide, una prote¨ªna anormal presente en estos procesos, y el ejercicio. En el grupo que practicaba deporte moderado, esta prote¨ªna se acumulaba m¨¢s lentamente en el cerebro, retrasando por lo tanto el desarrollo de la enfermedad.
Los beneficios del ejercicio en el cerebro, sin embargo, no se limitan a la prevenci¨®n de enfermedades o a la mitigaci¨®n de la ansiedad o la depresi¨®n. En personas completamente sanas cuyo trabajo es b¨¢sicamente intelectual, mover el cuerpo es igualmente necesario, como veremos en el testimonio que sigue. Tras dos d¨¦cadas trabajando de editora, con largas jornadas sentada, Patrizia Campana descubri¨® que el running le procuraba una agradable sensaci¨®n de liberaci¨®n: ¡°Es un momento en el que no pienso en otra cosa que no sea correr. Me olvido de los problemas del trabajo, familiares o de cualquier clase. Estoy totalmente centrada en cada zancada que doy¡±, explica. Campana destaca que los beneficios psicol¨®gicos son superiores incluso a los f¨ªsicos: ¡°Entrenar me ayuda a gestionar mi estr¨¦s, adem¨¢s de la sensaci¨®n gratificante de terminar una prueba, cuando corro medio marat¨®n, porque te has puesto un reto y lo has superado. Has cumplido con tu prop¨®sito y, aunque me sienta cansada, estoy profundamente contenta¡±.
Una disciplina deportiva tan exigente no es aconsejable para todo el mundo, y puede ser incluso contraproducente para quienes no est¨¦n habituados. El llamado s¨ªndrome de sobreentrenamiento, cuando el deporte se convierte en una obsesi¨®n, presenta efectos totalmente opuestos a los beneficios del ejercicio moderado: insomnio, falta de energ¨ªa, irritabilidad y baja motivaci¨®n a causa de la fatiga, lo cual puede derivar incluso en un trastorno depresivo.
Dependiendo de la edad y condici¨®n f¨ªsica de cada persona, el ejercicio ideal ser¨ªa aquel que nos tonifica sin agotarnos. El Departamento de Salud del Reino Unido, por ejemplo, recomendaba en un bolet¨ªn que la actividad deportiva del adulto sume un total de dos horas y media semanales. Es importante, asimismo, encontrar una actividad que se adapte a nuestros gustos y caracter¨ªsticas, de modo que no nos cueste llevarla a cabo con asiduidad. Empezar suave, con peque?os desaf¨ªos, y mantenernos en la pr¨¢ctica nos procurar¨¢ muchas m¨¢s ventajas que los esfuerzos intensivos.