Filosof¨ªa manga para la vida cotidiana

Los mangas y animes japoneses son cada vez m¨¢s hegem¨®nicos entre los ni?os y j¨®venes occidentales, adem¨¢s de fascinar a muchos adultos. Aunque Astroboy fue conocido en todo el mundo durante la d¨¦cada de 1960, para muchos occidentales su toma de contacto con el manga y el anime fue Dragon Ball. En Jap¨®n, antes de las aventuras de Goku hab¨ªa causado furor Ashita no Joe, tambi¨¦n llamado El Joe del Ma?ana, que cuenta la historia de un sufrido boxeador. En las ¨²ltimas d¨¦cadas han triunfado series como la popular Naruto, as¨ª como Detective Conan, Ataque a los titanes o One Piece, una historia de piratas que fue el manga m¨¢s vendido en Jap¨®n entre 2007 y 2018. M¨¢s all¨¢ de las extravagantes aventuras que caracterizan estas historias, veamos su sabidur¨ªa para la vida cotidiana.

El crecimiento se encuentra al otro lado de la desesperaci¨®n. El protagonista de Dragon Ball lucha siempre hasta el borde de la muerte, toma las jud¨ªas m¨¢gicas y se hace m¨¢s fuerte. Como se?ala H¨¦ctor Garc¨ªa, autor de Un Geek en Jap¨®n, ¡°los h¨¦roes del manga, hasta que no est¨¢n casi derrotados, no suben de nivel¡±.

Aplicado a la vida diaria, necesitamos afrontar grandes dificultades para conocernos verdaderamente y desplegar todo nuestro potencial. Cada dura prueba a la que nos enfrentamos nos capacita para ascender un escal¨®n en nuestra evoluci¨®n.

Darlo todo es ya una victoria. El final de El Joe del Ma?ana tal vez sea el m¨¢s dram¨¢tico y comentado de la historia del manga. Su protagonista, que ha ido creciendo como boxeador midi¨¦ndose con rivales cada vez m¨¢s fuertes, muere en su ¨²ltima pelea tras haber aguantado los 15 asaltos. En una c¨¦lebre vi?eta se le ve desplomado en su rinc¨®n, orgulloso por su actitud en la pelea. Aunque los jueces acaban dando como vencedor a su rival, Joe luce una sonrisa serena en su rostro.

Es un ejemplo extremo de la filosof¨ªa Ganbatte, a la que dedicamos un art¨ªculo en esta secci¨®n. Esta expresi¨®n que se traduce como ¡°esfu¨¦rzate lo m¨¢ximo que puedas¡± encaja con la cuarta ley para la vida de Jordan Peterson: ¡°No te compares con otro, comp¨¢rate con quien eras t¨² ayer¡±. Cualquiera que sea el reto, incluso si no lo alcanzas, si has hecho todo lo posible, ya has ganado.

Tus enemigos pueden devenir tus mejores amigos. En el manga y el anime esto sucede de forma literal. En Dragon Ball, Coraz¨®n Peque?o, el peor enemigo del protagonista, acaba siendo un aliado que lucha a su lado. Es muy com¨²n, como se?ala H¨¦ctor Garc¨ªa, que los antagonistas evolucionen moralmente al darse cuenta de lo que est¨¢n haciendo y acaben cambiando. Esta es una gran diferencia respecto al c¨®mic norteamericano, donde se busca la destrucci¨®n del oponente, mientras que aqu¨ª se busca la transformaci¨®n.

El Dal¨¢i Lama afirma que ¡°tu enemigo es tu maestro¡±, en el sentido de que pone a prueba tu paciencia y resiliencia. El enemigo toma a veces la forma de un obst¨¢culo o dificultad que nos corta el paso, pero que, una vez superado, nos aporta una lecci¨®n impagable para el futuro. Sobre esto, Vittorio de Sica afirmaba que ¡°la Biblia ense?a a amar a nuestros enemigos como si fueran nuestros amigos, posiblemente porque son los mismos¡±.

Cuando est¨¦s perdido, regresa a tu ni?ez. Esto le sucede al protagonista de Detective Conan, que, tras descubrir los turbios negocios de unos hombres de negro, es envenenado. Aunque logra salvar su vida, un efecto secundario le convierte en un ni?o de siete a?os. Utilizar¨¢ su nueva identidad para resolver otros casos y tomar venganza.

En su conferencia La ¨²ltima lecci¨®n, tras saber que padec¨ªa un c¨¢ncer terminal, Randy Pausch decidi¨® dar una charla en su universidad bajo el t¨ªtulo ¡°Alcanzar los sue?os de tu infancia¡±. ?l mismo dedic¨® los ¨²ltimos meses de vida a cumplir una lista de deseos largamente olvidada, pero que conten¨ªa la esencia de quien era. Los ni?os, adem¨¢s, no son conscientes de las limitaciones que ven los adultos o, si las ven, no piensan que sean insalvables.

Estas historias ilustradas llenas de percances y de imaginaci¨®n nos fascinan porque son un reflejo de nuestra vida. Damos a nuestras pruebas y enemigos nombres m¨¢s cotidianos, pero, como cantaba Bowie, aunque sea solo por un d¨ªa, todos estamos llamados a ser h¨¦roes.