La segunda vida de las v¨ªas del tren
De ni?o se asombraba al ver las locomotoras atravesar las cumbres de Pajares. Hoy Javier Camino es un periodista reconvertido en carpintero que utiliza material ferroviario para hacer muebles. Los bautiza con nombres de estaciones.
?C¨®mo es posible que esto lo haya hecho la mano del hombre?¡±, se pregunta Javier Camino (Oviedo, 37 a?os) mientras se?ala el antiguo apeadero de Pajares, un lugar en las monta?as que separan Asturias de Castilla y Le¨®n. ¡°Aqu¨ª, a 1.200 metros y en el siglo XIX, imagina la maquinaria que tuvieron que desplegar¡±, dice al tiempo que conduce su 4¡Á4 cuesta arriba. ¡°En el siglo XVIII, Melchor Gaspar de Jovellanos impulso? la carretera que uni¨® Asturias con Le¨®n¡±, explica. Las obras finalizaron hacia 1830 y el tren...
?C¨®mo es posible que esto lo haya hecho la mano del hombre?¡±, se pregunta Javier Camino (Oviedo, 37 a?os) mientras se?ala el antiguo apeadero de Pajares, un lugar en las monta?as que separan Asturias de Castilla y Le¨®n. ¡°Aqu¨ª, a 1.200 metros y en el siglo XIX, imagina la maquinaria que tuvieron que desplegar¡±, dice al tiempo que conduce su 4¡Á4 cuesta arriba. ¡°En el siglo XVIII, Melchor Gaspar de Jovellanos impulso? la carretera que uni¨® Asturias con Le¨®n¡±, explica. Las obras finalizaron hacia 1830 y el tren lleg¨® 50 a?os despu¨¦s. ¡°Este trazado fue la mayor obra de ingenier¨ªa de Espa?a del siglo XIX. Fue como el AVE hoy¡±, remarca.
Cuando era ni?o alucinaba cada vez que ve¨ªa el tren atravesando estas monta?as. Le sigue sobrecogiendo. Al llegar al apeadero de Pajares, donde el tren ya no para, aparca su coche. Nombra, uno por uno, los montes. Ha esquiado, ha cazado y ha recorrido a pie esta zona infinidad de veces. Un tren de mercanc¨ªas rompe el silencio. A?os m¨¢s tarde, convertido en adulto y con la ayuda de un minero jubilado y maestro carpintero, Camino ha descubierto su vocaci¨®n: crear muebles con material ferroviario recuperado.
En 2017 su vida dio un giro. Periodista, llevaba seis a?os en el departamento de comunicaci¨®n y relaciones institucionales de un importante grupo empresarial de Oviedo y le echaron. ¡°El despido fue una bendici¨®n. Me oblig¨® a redirigir mi futuro¡±, recuerda. Se puso como monitor de tenis, lo enlaz¨® con un trabajo de comercial de la faba asturiana, se compr¨® una caba?a en el valle del Huerna y al rehabilitarla se enamor¨® del oficio de carpintero. ¡°Todo lo que he ido aprendiendo ha sido observando a mi maestro Alejandro y creando con mis manos¡±, explica mientras abre la puerta del taller con vistas al valle. ¡°Evolucionas cometiendo errores. Hasta que no tiras 200 euros a la basura porque te has equivocado en el corte de una madera no aprendes¡±, cuenta.
Inspirado por la decoraci¨®n de tipo industrial y por el paisaje que le fascinaba desde su ni?ez, pens¨® en construir muebles con material de antiguas v¨ªas f¨¦rreas. ¡°Lo primero que intent¨¦ fue reutilizar las traviesas del ferrocarril [las maderas alargadas que sirven para asentar sobre ellas los ra¨ªles]. Pero descubr¨ª que se les da un tratamiento qu¨ªmico de creosota para evitar las carcomas, que es cancer¨ªgeno, y solo se puedan reutilizar para uso exterior en jardines o parques¡±, especifica. ¡°Tuve la suerte de encontrar una serrer¨ªa gallega donde ten¨ªan una partida de maderas ya cortadas para las v¨ªas del tren a las que no les hab¨ªan dado ese tratamiento¡±, cuenta. Con ellas hizo los muebles del cat¨¢logo y cre¨® su marca Track Dise?o. El resto de maderas nobles que utiliza, normalmente de roble europeo, las adquiere en serrer¨ªas. ¡°Para mantener la esencia de las v¨ªas, respeto las dimensiones de la traviesa de ferrocarril¡±, apunta.
Los otros materiales s¨ª los adquiere de empresas que gestionan los desmantelamientos de v¨ªas obsoletas. ¡°Cuento con un proveedor de hierro de Langreo que me vende el ra¨ªl cortado y otro en Valladolid para los tornillos grandes y las placas¡±, explica. ¡°Cuando se desmantela una v¨ªa se saca una barbaridad de toneladas de hierro. En cada metro y medio hay una traviesa con dos placas y en cada placa hay tres tornillos. ?Calcula! Por eso me gusta reutilizarlo, ser sostenible. Me hace mucha ilusi¨®n convertir un ra¨ªl en una mesa para un abogado de Segovia¡±, cuenta con una sonrisa.
Javier suele tardar unas cuatro semanas en hacer cada mueble. Sus mesas pueden pesar entre 150 kilos la m¨¢s peque?a y 400 kilos una de comedor para 15 personas. Las monta en casa de los clientes, y casi todos los encargos le han llegado por el boca a boca o a trav¨¦s de Instagram. ¡°Mi p¨²blico valora la decoraci¨®n y tiene cierto nivel adquisitivo. Las mesas parten de los 1.500 euros e independientemente de que yo reutilice el material, que nadie piense que son muebles baratos. El hierro est¨¢ sometido a las variaciones del mercado de valores y en los ¨²ltimos meses ha subido much¨ªsimo su precio. Es un metal a merced de la cotizaci¨®n¡±, explica. Javier tambi¨¦n recibe mensajes en las redes sociales de exmaquinistas de tren y otros profesionales que dedicaron su vida al mundo ferroviario. ¡°Pensaron que era una pena tirar todos esos ra¨ªles y se alegran de que yo haya elegido este camino¡±, a?ade.
Antes de entregar sus obras, una vez acabadas, Javier Camino pasa con ellas un par de jornadas en el taller. Las observa con las diferentes luces del d¨ªa y estampa su firma con un sello al rojo vivo con forma de T. La primera mesa que dise?¨® la llam¨® Pajares por todo lo que siente hacia este paisaje. ¡°El resto lleva el nombre de pueblos y estaciones de tren del trazado de Pajares, algunas abandonadas como Navidiello. As¨ª, no solo doy una nueva oportunidad al hierro desgastado, tambi¨¦n vuelvo a dar vida a lugares olvidados¡±, a?ade. Camino sabe que algunos trenes ya no paran, pero que la vida sigue. Sus mesas son el mejor ejemplo.