El fontanero de internet
Jorge Rom¨¢n es una de las razones por las que, cuando usted hace clic, lo que busca aparece enseguida y no tiene que esperar en medio de una creciente ansiedad a que se cargue la p¨¢gina de una maldita vez
Este hombre sabe de cosas que nadie entiende. El d¨ªa que cayeron WhatsApp, Facebook e Instagram, su tel¨¦fono se colaps¨® y se le vio dando explicaciones en los medios. ¡°No ten¨ªa nada que ver con nosotros, pero la gente pensaba que yo sab¨ªa lo que hab¨ªa pasado en las tripas de los servidores de Mark Zuckerberg¡±. Jorge Rom¨¢n (Madrid, 1980) es un fontanero de internet. Y no hay muchos. Que hayan nacido en Madrid y trabajen en espa?ol solo est¨¢n ¨¦l...
Este hombre sabe de cosas que nadie entiende. El d¨ªa que cayeron WhatsApp, Facebook e Instagram, su tel¨¦fono se colaps¨® y se le vio dando explicaciones en los medios. ¡°No ten¨ªa nada que ver con nosotros, pero la gente pensaba que yo sab¨ªa lo que hab¨ªa pasado en las tripas de los servidores de Mark Zuckerberg¡±. Jorge Rom¨¢n (Madrid, 1980) es un fontanero de internet. Y no hay muchos. Que hayan nacido en Madrid y trabajen en espa?ol solo est¨¢n ¨¦l y su equipo de Transparent Edge Services, la ¨²nica CDN eu?ropea que ofrece un servicio equivalente al de las grandes estadounidenses.
CDN son las siglas de content delivery network (red de entrega de contenidos). Sin ellas internet ser¨ªa un eterno buffering (ese c¨ªrculo que da vueltas cuando el contenido que usted tiene prisa por ver no acaba de arrancar). Una CDN es una red de nodos distribuida por el mundo que descongestiona internet. Si usted, de vacaciones digamos en Haw¨¢i, quiere leer un peri¨®dico de Madrid, podr¨¢ hacerlo sin dificultad gracias a un servidor que le mandar¨¢ una copia desde el punto m¨¢s cercano. Al acortar la distancia que el contenido debe recorrer, se reducen los retardos y la descarga ser¨¢ instant¨¢nea. Usted no lo notar¨¢ porque piensa que el mundo ha sido siempre as¨ª, pero sin las CDN navegar¨ªamos con infinita parsimonia por algo parecido a lo que fue la prehistoria de internet, cuando pod¨ªa fumarse un cigarro mientras esperaba respuesta del buscador AltaVista.
Una CDN fue lo que mont¨® Jorge en 2011 con su socio Ferm¨ªn Manzanedo. En 2004 hab¨ªan participado en la primera instalaci¨®n de una de esas redes de nodos en Espa?a, y all¨ª lo aprendieron todo. ¡°Lo que hicimos fue fabricar la CDN que nos hubiera gustado tener¡±, explica. En aquel momento el mundo se divid¨ªa entre las empresas estadounidenses, con los precios desorbitados y sin soporte en castellano, y las CDN do it yourself (hazlo t¨² mismo). En 2011 ellos empezaron a fantasear con la idea de instalarse justo en medio de ese camino.
¡°Al principio fue duro, ¨¦ramos nuevos y no ¨¦ramos americanos¡±, recuerda, y se?ala que todas las Administraciones en Europa dependen de CDN estadounidenses. ¡°El monopolio tecnol¨®gico de Estados Unidos debe terminar. Aqu¨ª se pelea por la privacidad, all¨ª no tanto. Tener tantos datos pasando por plataformas estado?unidenses puede dar problemas¡±. Sus clientes son medios de comunicaci¨®n como El Confidencial, RTVE, TV3, Newtral o El Espa?ol. M¨¢s de 2.000 webs se sostienen sobre su CDN, con 47 nodos repartidos por el mundo.
Cuando ten¨ªa seis a?os, los Reyes Magos le trajeron un ordenador. ¡°Era de cinta, tardaba tres cuartos de hora en cargar y ven¨ªa con un libro de Basic¡±. ¡°Con ese manual me constru¨ª un list¨ªn telef¨®nico que tambi¨¦n tardaba media hora en cargar¡±. Hoy la humanidad pierde las formas ante una internet perezosa. ¡°Y en la percepci¨®n actual¡±, dice ¨¦l, ¡°eso es cualquier cosa que no cargue de manera instant¨¢nea¡±.
Sentado frente a su ordenador, contempla ¡°las grafiquitas en tiempo real¡± del tr¨¢fico de internet. Sin haber le¨ªdo las noticias, puede adivinar la actualidad por los subidones de tr¨¢fico de sus clientes. ¡°De repente ves un pico y vas a buscar qu¨¦ ha pasado. Las campanadas, la loter¨ªa de Navidad o los Juegos Ol¨ªmpicos son picos anunciados, pero el resto te sorprende como la vida misma¡±. Jorge recuerda especialmente la abdicaci¨®n de Juan Carlos I. ¡°Nos acababa de contratar El Confidencial y, de repente, abdica el Rey. Fue nuestro bautizo de fuego¡±.