Un respiro para la humanidad
Fallecido Benedicto XVI, quiz¨¢ no se repita esta sorprendente imagen especular. Desconcertaba ver a dos papas en la Tierra, sobre todo porque sus mensajes parec¨ªan inspirados por dioses diferentes. Y no porque uno de los representantes del Todopoderoso viniera de Alemania y el otro de Argentina, que ya es, sino porque uno era conservador y el otro progresista. Utilizamos estos t¨¦rminos, conservador y progresista, un poco a lo loco, para entendernos. Digamos que Aznar ser¨ªa de Ratzinger y Yola...
Fallecido Benedicto XVI, quiz¨¢ no se repita esta sorprendente imagen especular. Desconcertaba ver a dos papas en la Tierra, sobre todo porque sus mensajes parec¨ªan inspirados por dioses diferentes. Y no porque uno de los representantes del Todopoderoso viniera de Alemania y el otro de Argentina, que ya es, sino porque uno era conservador y el otro progresista. Utilizamos estos t¨¦rminos, conservador y progresista, un poco a lo loco, para entendernos. Digamos que Aznar ser¨ªa de Ratzinger y Yolanda D¨ªaz de Bergoglio, o que la izquierda comulga m¨¢s con las ruedas de molino de Francisco que con las de Benedicto y viceversa.
Cuando le¨ª en Twitter que el argentino hab¨ªa sido colocado en el trono de san Pedro por Lucifer, trat¨¦ de imaginar c¨®mo ser¨ªa un encuentro entre el Sumo Hacedor y Satan¨¢s despu¨¦s de tantos siglos sin hablarse (desde la Creaci¨®n, si no me equivoco). Un encuentro discreto, desde luego, sin prensa ni testigos, quiz¨¢ en un apartamento c¨¦ntrico de una de las grandes ciudades europeas. Los imaginaba dando un repaso al mundo, no tanto para ver qui¨¦n iba ganando la partida como para preguntarse si hab¨ªa valido la pena emprenderla. Los imaginaba cansados a los dos, quiz¨¢ reconoci¨¦ndose mutuamente que se hab¨ªan pasado: demasiada hambre en el mundo, demasiada desigualdad, demasiada pobreza, demasiada muerte, explotaci¨®n, enfermedad, miseria, demasiada p¨®lvora tambi¨¦n, demasiadas armas de destrucci¨®n masiva. Quiz¨¢ hubiera llegado el momento de firmar la paz, de estrecharse la mano, como las dos teolog¨ªas representadas por los fotografiados, y darle un respiro a la humanidad.