Papas a quienes nadie hace caso
A Benedicto XVI, erudito y complejo, se hace como que se le le¨ªa. A Francisco, que se le entiende m¨¢s, se hace como que no se le oye
Benedicto XVI no era una persona alegre, y normal, con lo que hab¨ªa visto. En sus textos desmenuza las palabras sagradas en busca de razones para la esperanza. Sus libros son interesantes, pero para lectores entregados y estudiosos, no al alcance de cualquiera. Tambi¨¦n los escrib¨ªa para los no creyentes, pero a estos, salvo excepciones, les tra¨ªan sin cuidado. A Benedicto XVI, erudito y complejo, se hace como que se le le¨ªa. A Francisco, que se le entiende m¨¢s, se hace como que no se le oye. El resultado es el mismo, nadie les hace demasiado caso.
Los creyentes tambi¨¦n son homosexuales, lesbianas, eligen la eutanasia, abortan, se divorcian, se vuelven a casar, usan anticonceptivos, no comprenden por qu¨¦ una mujer no puede ser cura, ni el celibato, y les da igual lo que diga un obispo. Luego la Iglesia va a remolque de los tiempos, de la gente, y as¨ª quiz¨¢ veamos en 2171 que admite hacer el amor solo por placer, y en 2295 o por ah¨ª, la primera mujer papa. Solo cuando sea lo suficientemente tarde, le aterroriza la p¨¦rdida de las formas. Lo vemos con la muerte de Benedicto XVI, que es como la de un expresidente de Francia, sin toda la excitaci¨®n sobrenatural de la muerte de un papa, de la sucesi¨®n, del cambio de ¨¦poca. Con su renuncia, ha deca¨ªdo el golpe esc¨¦nico. Ya no es Dios quien decide cu¨¢ndo termina un papado, es el hombre, es un tema administrativo.
Pero si no hubiera dimitido, c¨®mo habr¨ªan sido estos diez a?os con un se?or tan mayor y tan asqueado del Vaticano como Ratzinger. Que eligi¨® de n¨²mero dos a un tipo tan mediocre como Bertone, que se reform¨® un ¨¢tico con 400.000 euros de los fondos de un hospital infantil. El mangoneo habr¨ªa sido inenarrable. Quien admiraba a Benedicto XVI m¨¢s bien era por su intransigencia en las esencias. Ten¨ªa esa man¨ªa de querer unir fe y raz¨®n e intentaba un di¨¢logo con el no creyente, pero siempre llegaba un punto en que te lo cre¨ªas o no, y no hab¨ªa m¨¢s que hablar. Tras su cordialidad, hab¨ªa un desd¨¦n ¨ªntimo: ¡°El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano¡± (de su ¨²ltima enc¨ªclica). Tambi¨¦n dijo: ¡°Sin la fuerza de una autoridad religiosa, el mundo no puede funcionar¡±. Quiz¨¢ sea cierto, porque el mundo no va muy bien ¡ªsalvo Ir¨¢n y otras teocracias, o Rusia, donde el patriarca Kiril bendice la guerra¡ª, y a lo mejor es porque los papas no tienen autoridad. S¨ª, estar¨ªa bien que a Francisco le hicieran caso. Cito de sus enc¨ªclicas: ¡°La salvaci¨®n de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la poblaci¨®n, sin reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro¡±. ¡°La cultura del relativismo (¡) es tambi¨¦n la l¨®gica interna de quien dice: dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la econom¨ªa¡±. ¡°Algunos nacen en familias de buena posici¨®n econ¨®mica (¡). No necesitar¨¢n un Estado activo y solo reclamar¨¢n libertad. Pero evidentemente no cabe la misma regla para alguien que naci¨® en un hogar pobre¡±. ¡°Tanto desde reg¨ªmenes pol¨ªticos populistas como desde planteamientos econ¨®micos liberales, se sostiene que hay que evitar a toda costa la llegada de personas migrantes (¡) Es inaceptable que los cristianos compartan esta mentalidad¡±. ¡°Algunos cristianos comprometidos, bajo una excusa de realismo y pragmatismo, suelen burlarse de las preocupaciones por el medio ambiente (¡). Les hace falta una conversi¨®n ecol¨®gica¡±. Es para preguntarse si, m¨¢s que los ateos, es la derecha actual la que debe ser evangelizada. Y no s¨¦ qu¨¦ es m¨¢s dif¨ªcil.
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