Qu¨¦ duro es todo
La caja va en la cubierta del Ocean Viking, un barco de la ONG SOS Mediterran¨¦e que transportaba a 234 migrantes recogidos en altamar y que finalmente, despu¨¦s de ser rechazados por Italia, pudieron desembarcar en Francia. En el interior de la caja se oculta uno de los 57 ni?os rescatados. Al tratar de imaginar a qu¨¦ rayos juega, se nos ha ocurrido que a nacerse. Cada vez que abre la caja, se nace en un sitio diferente a aquel en el que de verdad fue dado a luz y del que lo ha expulsado seguramente el hambre. Entre las paredes de cart¨®n, cuando cierra la tapa y se queda envuelto en la oscuridad, tal vez se sienta tan seguro como dentro del ¨²tero materno. Pero sus ¨®rganos se forman, sus brazos y sus piernas crecen, sus p¨¢rpados se desabrochan y enseguida se manifiesta el deseo de averiguar qu¨¦ hay ah¨ª fuera. Abre entonces la caja y ve el mar.
La cierra de nuevo y comienza a concebirse otra vez imaginariamente. Huele a algas, a pescado crudo, a sal, huele al origen de los tiempos. Desde esos or¨ªgenes, el cr¨ªo viaja a lugares menos ¨¢speros de aquel en el que vino al mundo. La pr¨®xima que vez que asome el rostro, tal vez aparezca un lugar en el que los adultos puedan comprarse unos zapatos (observen los calcetines de los pies que se aprecian detr¨¢s del cart¨®n), donde se puedan hacer dos o tres comidas al d¨ªa, donde las personas de su edad no tengan las preocupaciones de la gente adulta. As¨ª, el ni?o que no vemos se nace y se desnace una y otra vez mientras el capit¨¢n de la embarcaci¨®n negocia con las autoridades de aqu¨ª y de all¨¢ su desembarco. Qu¨¦ duro es todo.
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