El bolso tambi¨¦n es cosa de hombres
El accesorio femenino por excelencia ha sustituido a las zapatillas deportivas como capricho de moda masculino. Y no escapa a la ret¨®rica fluida y diversa.
Lo ven¨ªa avisando, m¨¢s o menos indisimuladamente, desde que se anunci¨® su nombramiento como director creativo de la colecci¨®n masculina de Louis Vuitton, el pasado febrero: lo primero que ten¨ªa pensado Pharrell Williams nada m¨¢s meterse en faena era echarle mano al Speedy. Confeccionado en loneta impermeabilizada, con estampado de damero o monograma serigrafiado, los bordes redondeados, el asa doble y el cierre de cremallera en sentido ¨²nico, el modelo, versi¨®n jibarizada de su popular bolsa de viaje, supuso un hito c...
Lo ven¨ªa avisando, m¨¢s o menos indisimuladamente, desde que se anunci¨® su nombramiento como director creativo de la colecci¨®n masculina de Louis Vuitton, el pasado febrero: lo primero que ten¨ªa pensado Pharrell Williams nada m¨¢s meterse en faena era echarle mano al Speedy. Confeccionado en loneta impermeabilizada, con estampado de damero o monograma serigrafiado, los bordes redondeados, el asa doble y el cierre de cremallera en sentido ¨²nico, el modelo, versi¨®n jibarizada de su popular bolsa de viaje, supuso un hito comercial para la firma francesa en 1930.
Un bolso con el que la entonces casa maletera se lanzaba a la aventura cotidiana, concebido para el d¨ªa a d¨ªa de la mujer. Pr¨¢ctico y vers¨¢til, el hombre no tard¨® demasiado en adoptarlo, sobre todo cuando apareci¨® en versi¨®n bandolera. Pues el cantante/rapero, compositor y productor estadounidense devenido dise?ador ha cumplido al apropiarse de uno de los referentes socioculturales que marcaron su educaci¨®n sentimental callejera (la pieza aspiracional m¨¢s fusilada en el top manta de la neoyorquina calle Canal), y con creces: otra cosa no, pero Speedys de todos los tama?os, materiales y colores hubo hasta la saciedad en su desfile de debut, a finales de junio. Tampoco se olvid¨® de otros cl¨¢sicos (el Keepall, el Alma, el Soft y el Malle Trunk), ni de darle una vuelta a clutches, mochilas y bowling bags, o de aportar ideas propias, como esa rendici¨®n deluxe en piel de la bolsa corporativa de papel en tono azafr¨¢n que distingue a los compradores del buque insignia del conglomerado de lujo LVMH. No vaya a ser que alg¨²n caballero se quede con las manos vac¨ªas la pr¨®xima primavera/verano 2024.
El fen¨®meno llega tarde a los titulares generalistas, porque el bolso como accesorio sin prejuicios de g¨¦nero lleva al menos una d¨¦cada redondeando al alza las propuestas de moda masculina. En 2016, los estudios de mercado ya pronosticaban que, a estas alturas del partido, su volumen de negocio alcanzar¨ªa los 10.000 millones de euros. Un reciente informe a prop¨®sito de h¨¢bitos de consumo elaborado por la agencia de datos Circana revela que sus ventas aumentaron un 7% en 2022, de las que el 15% corresponde a modelos de lujo. La categor¨ªa de producto con mayor crecimiento de la que haya noticia desde la pandemia. ¡°El tratamiento m¨¢s fluido de la masculinidad, evidente en el discurso del pr¨ºt-¨¤-porter durante las ¨²ltimas temporadas, ha cambiado la manera en que los hombres se aproximan a los complementos, no solo en t¨¦rminos de joyer¨ªa y relojer¨ªa¡±, explica Daniel Todd, director de compras de la tienda digital Mr. Porter. ¡°La demanda se ha disparado, evolucionando de la tote bag a dise?os de mano m¨¢s atrevidos, sofisticados, en piel o materiales suntuosos¡±, informa. Como ocurri¨® con la fiebre de las zapatillas deportivas, la proliferaci¨®n de colaboraciones entre etiquetas de post¨ªn y marcas de culto streetwear, am¨¦n de una calculad¨ªsima escasez en el n¨²mero de piezas a la venta, han hecho el resto.
Oportunas narrativas inclusivas y diversas aparte, el asunto tampoco deber¨ªa producir tanta sorpresa (susto, para seg¨²n quienes). Los se?ores, en realidad, no estar¨ªan sino recuperando un art¨ªculo que ya les era propio antes de renunciar a la ostentaci¨®n/ornamento en la indumentaria tras la Revoluci¨®n Francesa. En efecto, hay noticias de hombres con toda la barba llevando bolso en los d¨ªas que cazaban mamuts y bisontes. En la Edad Media colgaban faltriqueras de sus cinturones y, a partir de la Ilustraci¨®n, se populariz¨® entre los arist¨®cratas portar una suerte de limosneras con popurr¨ªs florales que camuflaban las consecuencias de la poca higiene personal. El moderno malet¨ªn de negocios, r¨ªgido, con una sola asa, surgi¨® a mediados del siglo XIX y, un poco despu¨¦s, la mochila casi como hoy la conocemos. A principios de la d¨¦cada de los setenta del pasado siglo, eran un clamor entre celebridades de pelaje y condici¨®n bohemia: en formato tote bag cargado por David Hockney, en plan bowling o neceser de piel lucido por Jimi Hendrix, versi¨®n capazo para Truman Capote y Elton John, y hasta birlado del olimpo femenino para colgar del hombro de Samuel Beckett. Esperando a Godot con un Jackie de Gucci. Los jugadores de la NBA y su exhibici¨®n de murses (contracci¨®n de man, hombre, y purse, bolso) durante el pase¨ªllo de la fama de los playoffs, ya en la d¨¦cada de 2000, merecer¨ªan un cap¨ªtulo propio.
Los cronistas a¨²n no se han puesto de acuerdo, si fue el manejable, vegano y muy asequible bolso de Telfar, el llamado Bushwick Birkin en referencia a la popular barriada neoyorquina donde encontr¨® primero su nicho, el que prendi¨® la mecha de los actuales se?ores bolsos en 2015, o si el honor corresponde al belt bag de Gucci, vuelta de tuerca de Alessandro Michele a la ri?onera que ha marcado la est¨¦tica de los j¨®venes cachorros zeta, cruzado sobre el pecho, a partir de 2017. Ese mismo a?o ve¨ªan la luz la sonada entente Louis Vuitton ¡Á Supreme y la edici¨®n masculina del emblem¨¢tico Saddle, de Dior, empe?o de Kim Jones. Desde entonces, no queda ense?a de lujo que no haya redoblado su oferta bolsera, de las apropiaciones del no menos ic¨®nico Baguette, de Fendi; al rid¨ªculamente mi?n¨²scu?lo Chiquito Moyen, de Jacquemus; pasando por el modernizado Intrincatto, de Bottega Veneta; el Puzzle, de Loewe, o los caprichosos dise?os de Balmain. Todos a llevar del asa, seg¨²n preconizan embajadores de marca del alcance del cantante Harry Styles, el actor Jacob Elordi o los ¨ªdolos del pop surcoreano de guardia. Y pensar que Coco Chanel le puso correa al 2.55 para darle libertad de acci¨®n a la mujer.