J¨¹rgen Stock, secretario general de la Interpol: ¡°Hoy puedes organizar un grupo criminal internacional desde el sof¨¢, en pijama¡±
Al frente de este organismo transnacional se enfrenta tanto a los nuevos retos que presentan las modernas estructuras delictivas, cada vez m¨¢s globales, cibern¨¦ticas y agresivas, como a la tarea de explicar qu¨¦ es y c¨®mo opera el estamento que lidera. Nos citamos en su despacho de Lyon con el primer polic¨ªa del mundo
Lyon, vieja capital de las Galias. Una burguesa y confortable ciudad francesa. Entre un parque y el r¨ªo, un edificio de los a?os ochenta, en forma de cub¨ªculo, cercado por vallas. En la fachada, letras gigantes que dicen: ¡°Interpol¡±. El nombre, por s¨ª solo, despierta todo tipo de fantas¨ªas. Intr¨¦pidos agentes, operaciones internacionales, un poder omn¨ªmodo en la lucha contra el crimen.
Y, detr¨¢s de la fachada, una realidad no tan novelesca. Pasillos y oficinas que podr¨ªan ser las de cualquier empresa o administraci¨®n....
Lyon, vieja capital de las Galias. Una burguesa y confortable ciudad francesa. Entre un parque y el r¨ªo, un edificio de los a?os ochenta, en forma de cub¨ªculo, cercado por vallas. En la fachada, letras gigantes que dicen: ¡°Interpol¡±. El nombre, por s¨ª solo, despierta todo tipo de fantas¨ªas. Intr¨¦pidos agentes, operaciones internacionales, un poder omn¨ªmodo en la lucha contra el crimen.
Y, detr¨¢s de la fachada, una realidad no tan novelesca. Pasillos y oficinas que podr¨ªan ser las de cualquier empresa o administraci¨®n. Hasta que se abren las puertas del Centro de Mando y Coordinaci¨®n de la Organizaci¨®n Internacional de Polic¨ªa Criminal, su nombre completo. Ordenadores y pantallas desde donde uno tiene la visi¨®n, d¨ªa y noche, de la acci¨®n global de esta instituci¨®n que acaba de cumplir cien a?os.
Esto es el centro neur¨¢lgico de Interpol. Y aqu¨ª nos trae, despu¨¦s de entevistarlo en su despacho, J¨¹rgen Stock (Wetzlar, Alemania, 64 a?os), su secretario general. El primer poli del mundo. Un puro producto de la meritocracia alemana de la posguerra. Y al frente de una de aquellas organizaciones que, si no existiesen, casi nadie discute que habr¨ªa que inventar, pese a las crisis y pol¨¦micas.
El mal uso, por parte de pa¨ªses autoritarios, del sistema de alertas que constituye la columna vertebral de Interpol, coloca con frecuencia a la instituci¨®n en el foco de las cr¨ªticas. Tambi¨¦n las graves acusaciones que pesan sobre el actual presidente ¡ªfunci¨®n a tiempo parcial y no remunerada: quien dirige el d¨ªa a d¨ªa es el secretario general, el jefe verdadero¡ª o a la misteriosa desaparici¨®n de un presidente anterior. Entramos en la sala de m¨¢quinas.
Hay muchos mitos en torno a Interpol.
Y algunos est¨¢n bien.
?Cu¨¢les?
Que somos superagentes¡ Pero no vamos haciendo detenciones en la l¨ªnea de frente. Ni vamos por el mundo resolviendo casos que han quedado tiempo sin resolver.
El otro d¨ªa vi la pel¨ªcula Red Notice (Notificaci¨®n roja), protagonizada por agentes de Interpol. ?La ha visto?
No.
Da una imagen espectacular de Interpol. Agentes en operaciones muy arriesgadas y mucha acci¨®n. Lo que hacen ustedes, ?se parece en algo a esto, a James Bonds que viajan por el mundo? ?O son m¨¢s bien bur¨®cratas trabajando en una oficina?
Somos una organizaci¨®n ligada por reglas y procedimientos. Estamos al servicio de los 195 pa¨ªses miembros, que son servicios de polic¨ªa alrededor del mundo. Nos ocupamos de recolectar informaci¨®n, que es el activo m¨¢s importante para ejercer la tarea de la polic¨ªa. Sin informaci¨®n, no sabes que un crimen ha ocurrido, no puedes conectar los puntos para desmantelar grupos del crimen organizado, no puedes localizar a un criminal. Es clave.
Volveremos m¨¢s adelante al trabajo de Interpol, pero antes me gustar¨ªa preguntarle por usted. ?C¨®mo decidi¨® hacerse polic¨ªa?
Empec¨¦ en la polic¨ªa alemana del Estado de Hesse el 2 de octubre de 1978.
Se acuerda del d¨ªa.
S¨ª, porque el 1 era fiesta y empec¨¦ el 2. Fue el principio de una larga carrera. Hubo una peque?a interrupci¨®n cuando decid¨ª estudiar Derecho, pero luego regres¨¦. As¨ª que he dedicado casi toda mi vida profesional, como polic¨ªa, a hacer de mi Estado de Hesse, de Alemania y finalmente del mundo un lugar un poquito m¨¢s seguro. Al menos esta es mi contribuci¨®n.
?Era usted el t¨ªpico ni?o que quiere ser polic¨ªa?
No, no. Me hice polic¨ªa porque no quer¨ªa estudiar. Mi intenci¨®n era dejar de depender financieramente de mis padres y dedicarme a algo con un cierto grado de acci¨®n. Un buen amigo era polic¨ªa, as¨ª que present¨¦ mi candidatura y tuve ¨¦xito. Nunca llev¨¦ uniforme. Empec¨¦ en la polic¨ªa criminal, con investigaciones. Hay una energ¨ªa, cuando hay un crimen y una v¨ªctima, que te lleva a buscar qui¨¦n es el autor, y esto para m¨ª no ha cambiado.
?Qu¨¦ clase de polic¨ªa era usted?
Un polic¨ªa al que le gustaba el trabajo en equipo, y en eso tampoco he cambiado. Es distinto de las pel¨ªculas, en las que se ve al comisario investigando por su cuenta, como un genio. No. La investigaci¨®n es un trabajo de equipo. En el mundo actual, m¨¢s que nunca, debes apoyarte en distintas competencias y grados de experiencia. Los criminales tienen una alta especializaci¨®n. Y es importante trabajar con personas fuera de la polic¨ªa. Siempre he intentado construir puentes entre el mundo de la pr¨¢ctica y el de los acad¨¦micos, una conexi¨®n entre la criminolog¨ªa, las ciencias sociales, la psicolog¨ªa y el trabajo policial.
Hay muchas dictaduras y pa¨ªses autoritarios en Interpol.
Esto es casi una cuesti¨®n de filosof¨ªa legal, pero hay principios b¨¢sicos aplicables en todos los lugares. La idea de proteger a los ni?os de los abusos. La idea de que los asesinos deben acabar entre rejas. Garantizar que hay un espacio p¨²blico seguro. Los sistemas jur¨ªdicos son diferentes, pero hay elementos que son los mismos en todas partes. Esa es quiz¨¢ una de las razones por las que, pese a las diferencias, la cooperaci¨®n policial internacional, incluso en tiempos de tensiones geopol¨ªticas, funciona. No siempre a la perfecci¨®n, y las divisiones tienen un impacto. Pero Interpol intenta mantener abiertos los canales de comunicaci¨®n entre los pa¨ªses y organizar un, al menos, nivel m¨ªnimo de cooperaci¨®n policial internacional. El terrorismo internacional, el crimen organizado transnacional o transcontinental, se ha globalizado. Los grupos internacionales, las mafias, los carteles, ll¨¢mense como se quiera, operan en el mundo de hoy en todos los continentes. Y los criminales no hacen necesariamente distinciones entre sistemas pol¨ªticos. Solo si se dispone de un marco multilateral s¨®lido y se cuenta con una Interpol fuerte, se puede captar la complejidad del crimen organizado transnacional.
?Un ejemplo?
El cibercrimen. No tiene fronteras, por naturaleza. Es muy diferente de los que yo investigaba cuando era un joven polic¨ªa. Normalmente, un criminal ten¨ªa que ir a la escena del crimen para atracar un banco. Para invertir el producto il¨ªcito del delito hab¨ªa que ir a alg¨²n sitio, llevar el dinero a alguna parte. Hoy, en el mundo cibern¨¦tico, puedes permanecer en tu sof¨¢ en pijama, y organizar un grupo criminal, todo en l¨ªnea. Lo puedes hacer todo desde el sof¨¢ y desde casa operar internacionalmente. Es un cambio fundamental para la polic¨ªa.
?Hoy los grandes criminales est¨¢n en un sof¨¢ en pijama?
S¨ª, y ese es el grupo con el que tratamos en Interpol. No estamos tratando con el crimen dom¨¦stico. Nos ocupamos de la delincuencia internacional. Est¨¢n grupos como la ¡®Ndrangheta que operan en unos 40 pa¨ªses. Est¨¢ el cartel de Sinaloa en M¨¦xico: recientemente o¨ªa que operan en entre 40 y 50 pa¨ªses. Est¨¢ Black Axe en ?frica Occidental, presente m¨¢s o menos en todos los continentes del mundo. He aqu¨ª la dimensi¨®n del crimen organizado a la que se enfrenta Interpol. Es muy diferente de las amenazas a las que nos enfrent¨¢bamos cuando yo era un joven polic¨ªa, o cuando Interpol se cre¨® en 1923.
?Qu¨¦ le quita el sue?o?
El nivel de profesionalidad de los grupos de crimen organizado, extremadamente poderosos debido a la enorme cantidad de dinero ilegal que ganan. Se estima que la ¡®Ndrangheta, por ejemplo, gana unos 50.000 millones de d¨®lares al a?o. Son ricos, tienen acceso a la nueva tecnolog¨ªa, son muy flexibles, vigilan constantemente d¨®nde est¨¢n los puntos d¨¦biles para realizar sus actividades delictivas. Hay cada vez m¨¢s dos tipos de cr¨ªmenes. Por un lado, los que intentan no hacer demasiado ruido, operan bajo el radar e invierten el producto il¨ªcito del crimen en la econom¨ªa leg¨ªtima. Y, por otro, hay una fragmentaci¨®n en el mercado criminal, con grupos m¨¢s peque?os y una lucha por el terreno. Cada vez vemos m¨¢s tiroteos en las calles entre bandas con una violencia que no hab¨ªamos visto en el pasado. No solo en Am¨¦rica Latina sino tambi¨¦n en Europa.
?C¨®mo lo explica?
Una raz¨®n podr¨ªa ser esta fragmentaci¨®n. No son solo uno o dos grupos que dominan el mercado. Hay m¨¢s actores y competencia. Al ser el tr¨¢fico de drogas un sector en el que se puede ganar tanto dinero ¡ªes la mayor fuente de ingresos para el crimen organizado, todav¨ªa¡ª vemos ni?os cometiendo asesinatos. Se les ofrece tal vez 2.000, 3.000, 5.000 euros para cometerlos. Es la realidad en partes de Europa y de otras ¨¢reas del mundo. El crimen organizado transnacional es cada vez m¨¢s poderoso y peligroso. Visto lo que vemos, hay que considerarlo como una aut¨¦ntica amenaza para la seguridad nacional.
?Interpol tiene suficientes recursos ¡ªdinero, personas¡ª ante este panorama?
No s¨¦ si alg¨²n jefe de polic¨ªa en el mundo dir¨ªa que tiene suficientes recursos. Lo que veo en mis conversaciones con los jefes de polic¨ªa es que todos dicen: ¡°Nuestros recursos est¨¢n al l¨ªmite¡±. Tambi¨¦n por la complejidad del crimen internacional. Y sin duda Interpol, como muchas otras organizaciones internacionales, est¨¢ infrafinanciada.
Cuando usted lleg¨® a esta casa, cort¨® la financiaci¨®n de empresas privadas como tabaqueras o la FIFA.
Lo par¨¦. Creo que la confianza es una condici¨®n fundamental de todo el trabajo que realizamos. Tambi¨¦n la confianza en nuestra independencia. No estoy diciendo que esas donaciones se hicieran con mala intenci¨®n. Pero, y al menos as¨ª es como yo entiendo la organizaci¨®n policial, tenemos que demostrar que somos neutrales e independientes. Nadie nos fija la agenda, si no son los pa¨ªses miembros en la Asamblea General. Pero incluso somos independientes de los pa¨ªses miembros, porque quiz¨¢ sepa que hemos estado recibiendo un apoyo significativo de los pa¨ªses miembro.
S¨ª.
El sistema funciona de la siguiente manera. La Asamblea General decide, bas¨¢ndose en mis propuestas, cu¨¢les son las prioridades para el pr¨®ximo a?o y en qu¨¦ ¨¢mbitos criminales queremos fijarlas. Si un pa¨ªs miembro dice: ¡°?Puedo apoyar un programa que ayude a proteger a los ni?os?¡±, no hay problema si la Asamblea General lo considera prioritario. Si la Asamblea General dice que no, no es un ¨¢rea prioritaria este a?o, no aceptamos donaciones, tampoco de los pa¨ªses miembros. Y eso es exactamente lo que ocurri¨® con estas donaciones de los Emiratos ?rabes Unidos. Recibimos 50 millones durante cinco a?os. Pero no nos dijeron qu¨¦ hacer con el dinero. Lo usamos seg¨²n las prioridades decididas anualmente por la Asamblea General. Este es el mecanismo con el dinero que recibimos.
?No existe un problema de confianza, tambi¨¦n, cuando Emiratos ?rabes Unidos da este dinero y luego se elige, para presidir Interpol, a Ahmed Naser al Raisi, alto responsable en el Gobierno de Emiratos ?rabes Unidos que est¨¢ acusado de encubrir la tortura e investigado?
Las alegaciones conciernen al presidente en calidad de alto funcionario de Emiratos ?rabes Unidos. Se trata de una cuesti¨®n entre las partes implicadas: los que est¨¢n haciendo esas acusaciones y el se?or Al Raisi en calidad de general-mayor en el Ministerio del Interior de Emiratos ?rabes Unidos. Eso queda fuera de Interpol. Cada miembro del Comit¨¦ Ejecutivo, incluso el presidente de la organizaci¨®n, est¨¢ ah¨ª en su capacidad nacional dom¨¦stica. Yo soy un funcionario internacional a tiempo completo, pero un miembro del comit¨¦ ejecutivo, incluido el presidente, permanece en su cargo nacional. As¨ª que se trata de una alegaci¨®n que no se refiere a su funci¨®n como presidente, sino en su administraci¨®n nacional. En primer lugar, est¨¢ la presunci¨®n de inocencia. En segundo lugar, es un asunto entre las partes implicadas. En mi funci¨®n ser¨ªa inapropiado hacer comentarios al respecto.
Tambi¨¦n tuvo un problema con un presidente anterior, el chino Meng Hongwei, que desapareci¨® repentinamente y despu¨¦s fue juzgado y condenado en China por aceptar sobornos.
Eso es algo que ocurri¨® fuera del marco de Interpol. Una situaci¨®n similar. El anterior presidente segu¨ªa siendo miembro de su Gobierno, de la administraci¨®n p¨²blica. Y ocurri¨® algo en China que no ten¨ªa que ver con su funci¨®n como presidente de Interpol, sino con algo que ocurri¨® en sus funciones nacionales. Y debemos respetar la soberan¨ªa de nuestros pa¨ªses miembros; yo no vigilo a nuestros pa¨ªses miembros, no en la aplicaci¨®n de los derechos humanos ni en otros temas. Es uno de los principios cruciales del trabajo de Interpol.
Pero entender¨¢ usted que para la imagen de Interpol, una organizaci¨®n policial, no es muy positivo tener presidentes que tienen problemas con la ley.
Mi papel consiste en explicar la situaci¨®n y lo que significa para Interpol. Esa es la situaci¨®n legal y ese es el estatuto legal de un miembro del Comit¨¦ Ejecutivo, aunque sea el presidente. S¨ª, puede que sea un poco dif¨ªcil de entender, desde el punto de vista de la percepci¨®n, pero esa es la construcci¨®n legal de Interpol.
Aumentan las famosas notificaciones rojas. Se trata, seg¨²n la definici¨®n de Interpol, de ¡°una solicitud dirigida a las fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de su extradici¨®n o entrega, o de una acci¨®n judicial similar¡±.
Hay un aumento constante, aunque no es una explosi¨®n.
?Por qu¨¦ aumentan?
El crimen es cada vez m¨¢s internacional, por lo que es l¨®gico que aumenten las demandas de cooperaci¨®n internacional. La notificaci¨®n roja es una de las herramientas m¨¢s poderosas de las que disponemos. No es una orden de detenci¨®n internacional, sino una alerta. Los pa¨ªses deciden despu¨¦s qu¨¦ hacer con ellas. Adem¨¢s, el mandato de Interpol es limitado: tenemos estrictamente prohibido apoyar nada con un componente militar o pol¨ªtico, religioso o racial. Todo lo que hacemos debe hacerse en el esp¨ªritu de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos. Si una notificaci¨®n roja concierne a alguien y pensamos que tal vez se trate de una cuesti¨®n de libertad de expresi¨®n o es una especie de movimiento pol¨ªtico o algo as¨ª, nos apartamos. He invertido muchos recursos para reforzar la verificaci¨®n en el cumplimiento. El 95% de peticiones que recibimos cada a?o no presenta ning¨²n problema y tramitamos la petici¨®n a veces en horas. En un 5% de los casos, lo miramos con m¨¢s profundidad. Preguntamos al pa¨ªs que nos d¨¦ m¨¢s informaci¨®n. Podemos pedir a otros pa¨ªses m¨¢s informaci¨®n sobre si la persona en cuesti¨®n tiene un estatus protegido, como refugiado. Miramos en fuentes p¨²blicas. Recibimos a veces informaciones de ONG sobre un caso concreto. Todo se toma en cuenta antes de decir si aceptamos o declinamos.
El Parlamento Europeo, y el brit¨¢nico, han se?alado en sendos informes que pa¨ªses como Rusia usan las notificaciones rojas con fines pol¨ªticos y que abusan de este sistema de alerta en Interpol.
Hay casos de incumplimiento en los que no siempre se trata de que el pa¨ªs nos est¨¦ enga?ando. A veces es porque hay una diferencia en los sistemas legales y debemos decir: ¡°No, lo sentimos, esto no lo podemos procesar¡±. Los pa¨ªses miembros pueden intercambiar informaci¨®n bilateralmente, pero no se puede utilizar Interpol para esto cuando un caso determinado tiene un fuerte elemento pol¨ªtico. En lo que respecta a Rusia, actualmente no es ning¨²n secreto que hemos estado aplicando medidas llamadas correctivas. Ese es el principal instrumento para garantizar el cumplimiento de nuestros sistemas y asegurarnos de que todas las solicitudes se ajustan a nuestras normas y reglamentos.
El a?o que viene dejar¨¢ el cargo despu¨¦s de dos mandatos. ?A qu¨¦ se dedicar¨¢? ?Se jubilar¨¢? ?Cultivar¨¢ su jard¨ªn en Alemania?
No, no.
?Qu¨¦ har¨¢?
Todav¨ªa quedan meses y tengo algunas ideas a¨²n. Quiero entregar una Interpol fuerte a mi sucesor. Una casa en orden. Despu¨¦s, veremos. He llegado a una edad en la que puedo estar m¨¢s relajado ante lo que venga.