Eulogio S¨¢nchez crea un espacio para el arte y los amigos en Santander
El coleccionista espa?ol ha aunado en un mismo espacio el trabajo, el ocio y la creaci¨®n contempor¨¢nea. Un proyecto con el que so?aba de ni?o y que ha hecho realidad en su ciudad natal
Eulogio S¨¢nchez (Santander, 70 a?os) fue, seg¨²n cuenta, un ni?o raro. ¡°Mi hermana dice que, de peque?o, quer¨ªa tener una casa llena de cuadros igual que otros ni?os quer¨ªan coches¡±, recuerda. En el colegio, un profesor de Historia del Arte le dio a conocer las vanguardias y el arte moderno: ¡°Cuando nos ense?¨® a Mir¨®, en clase le dijimos: esto lo puedo hacer yo. ?l nos hizo copiarlo en un papel, y nos dimos cuenta de lo complicado que es¡±. As¨ª empez¨® todo.
Ya adulto, despu¨¦s de haber estudiado Ciencias Matem¨¢ticas y de haber trabajado como profesor de instituto, S¨¢nchez se puso a adquiri...
Eulogio S¨¢nchez (Santander, 70 a?os) fue, seg¨²n cuenta, un ni?o raro. ¡°Mi hermana dice que, de peque?o, quer¨ªa tener una casa llena de cuadros igual que otros ni?os quer¨ªan coches¡±, recuerda. En el colegio, un profesor de Historia del Arte le dio a conocer las vanguardias y el arte moderno: ¡°Cuando nos ense?¨® a Mir¨®, en clase le dijimos: esto lo puedo hacer yo. ?l nos hizo copiarlo en un papel, y nos dimos cuenta de lo complicado que es¡±. As¨ª empez¨® todo.
Ya adulto, despu¨¦s de haber estudiado Ciencias Matem¨¢ticas y de haber trabajado como profesor de instituto, S¨¢nchez se puso a adquirir arte con el fin de decorar su casa. ¡°Al principio eliges las obras en funci¨®n del color de las cortinas o para que te quepan sobre el sof¨¢¡±, admite. ¡°Pero luego fui entrando en un vicio, y en cierto momento tuve que levantar una pared solo para colgar una pieza. De ah¨ª pas¨¦ a comprar otras que sab¨ªa que nunca podr¨ªa tener en mi casa¡±. Con una colecci¨®n de m¨¢s de 200 obras, muchas de ellas repartidas entre almacenes y galer¨ªas, se plante¨® hacerse con un espacio para albergarlas. Tras dos a?os de b¨²squeda, encontr¨® algo m¨¢s amplio de lo previsto, una antigua escuela de artes esc¨¦nicas de 575 metros cuadrados en el centro de Santander. Y esa fue su apuesta para la sede de la Colecci¨®n Eulogio S¨¢nchez.
Para acometer el proyecto de reforma recurri¨® a Andrea y Galo Carbajo, socios fundadores del estudio de arquitectura Carbajo Hermanos, a los que conoc¨ªa de toda la vida por su amistad con el padre de ambos. ¡°Eulogio me ha paseado en cochecito de beb¨¦ por El Sardinero¡±, incide Andrea. ?l les explic¨® sus necesidades. Quer¨ªa un h¨ªbrido de centro de arte y lugar de trabajo, y tambi¨¦n de ocio. ¡°Donde de pronto pudiera decir a unos amigos: vamos, nos abrimos un vino y sacamos unos quesos y unas anchoas y seguimos hablando¡±, lo define ¨¦l.
El resultado, inaugurado el pasado verano, a¨²na todas esas funciones sin confinarlas en espacios estancos. ¡°No separamos espacios privados y expositivos, por eso hay ventanas al interior en las salas donde est¨¢n las obras¡±, explican Andrea y Galo. Lo contrario que hicieron en otro de sus proyectos recientes, el local de la galer¨ªa madrile?a Maisterravalbuena, frente al Museo Reina Sof¨ªa. All¨ª, siguiendo las necesidades de los galeristas Pedro Maisterra y Bel¨¦n Valbuena, el ¨¢rea dedicada a la exposici¨®n quedaba separada del sector m¨¢s privado, casi dom¨¦stico. Una frontera marcada por detalles sutiles, como la presencia de rodapi¨¦s solo en la zona privada. ¡°Con el espacio de Eulogio hemos dado un paso m¨¢s al romper esa barrera¡±, concluyen.
Ambos proyectos est¨¢n unidos por el factor com¨²n de la generosidad: ¡°Hay que ser generosos con las obras de arte, como hay que ser generosos con los habitantes en el dise?o de una casa¡±. De esto, es una declaraci¨®n de principios la entrada, que acoge una gran escultura de Jacobo Castellano: un proyector de cine montado sobre una ra¨ªz de olivo de resonancias autobiogr¨¢ficas (la familia del artista tuvo una sala de cine en su Ja¨¦n natal) con la que tambi¨¦n puede identificarse un p¨²blico muy amplio. Es el caso del cineasta Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, primo de Eulogio S¨¢nchez y asiduo visitante. ¡°Es, de todas mis obras, la que de verdad le entusiasma¡±, revela el coleccionista. A continuaci¨®n, van saliendo al paso las dem¨¢s, colocadas por la galerista Bel¨¦n Valbuena, a veces propiciando encuentros inesperados: una escultura de Asunci¨®n Molinos Gordo convive con un retrato de Alex Katz, y un oscuro cuadro de Miriam Cahn conduce hasta la naturaleza muy colorida de Antonio Ballester Moreno, mientras cerca de la cocina, que hace las veces de un txoko vasco, destacan los collages fotogr¨¢ficos de Miguel ?ngel Tornero. Eulogio suele adquirir sobre todo obra de artistas vivos por la importancia que para ¨¦l tiene la relaci¨®n personal con ellos.
Tambi¨¦n los colores comunican. Junto al blanco y al tono caramelo de la madera de abedul, destacan el azul celeste y el rosa, asociados a la infancia, que fueron elegidos de com¨²n acuerdo entre propietario y arquitectos. ¡°Siempre utilizamos los colores en funci¨®n de la personalidad del cliente, y en este caso es alguien muy sensible y reservado, pero con algo de ni?o¡±, explican los hermanos Carbajo. ¡°Lo mismo sucede con el mobiliario, donde hemos buscado una sobriedad que se corresponde con ¨¦l¡±. Han combinado los muebles de dise?o propio con otros de Josep Mora (¡°la silla Egoa, un cl¨¢sico de los noventa¡±) y Jon Gasca para la firma de este ¨²ltimo, Stua.
Todas estas decisiones hacen confluir conceptos a priori opuestos, como el trabajo y el ocio, el arte y la vida cotidiana, la sobriedad y el hedonismo. Una combinaci¨®n que retrata al propietario, pero que tambi¨¦n se corresponde con los principios de los arquitectos. Haber residido en Jap¨®n hace m¨¢s de una d¨¦cada les aport¨®, dicen, ¡°una idea de respeto y de humildad propia de esa cultura¡± que despu¨¦s han aplicado a proyectos tan diversos como helader¨ªas, locales de caf¨¦ de especialidad o dise?os expositivos en museos como el Reina Sof¨ªa. ¡°La construcci¨®n es una extensi¨®n de la creatividad. Nunca planteamos ideas locas que luego no sepamos resolver¡±, dicen.
Ese fue un factor clave para que Eulogio S¨¢nchez los eligiera. ¡°Me horrorizan los edificios exagerados donde la arquitectura toma mucho protagonismo¡±, asegura. Su mesa de trabajo ocupa la estancia m¨¢s luminosa, frente a un enorme ventanal. Actualmente, S¨¢nchez, que vive entre Madrid y Santander, administra su patrimonio tras la venta del negocio familiar, la empresa de supermercados Uvesco (de la que formaban parte BM y Super Amara), a un fondo franc¨¦s. Considera que el arte le ha aportado mucho en el ¨¢mbito personal, pero tambi¨¦n en el profesional: ¡°Te hace mejor persona y te da una mente m¨¢s abierta, te ense?a a tener curiosidad y a no despreciar lo que no entiendes. Porque no hay nada preestablecido ni verdades absolutas en el arte contempor¨¢neo¡±. De eso da cuenta este nuevo rinc¨®n de Santander, el refugio de un ni?o raro.?