Un artista revelaci¨®n
El pintor Antonio Ballester regresa a la capital tras triunfar en el extranjero
Es uno m¨¢s de los que han tenido que marcharse. Pero, a sus 31 a?os, Antonio Ballester Moreno (Madrid, 1977) no es un exiliado pol¨ªtico, ni mucho menos. ?l se fue porque este pa¨ªs, Espa?a; esta ciudad, Madrid; esta universidad, la facultad de Bellas Artes de la Complutense, no le dejaban crecer y realizar su sue?o. Huy¨®, s¨ª. Y, en cierto modo, salv¨® su vida.
"Estudi¨¦ cuatro a?os en la Complu, sacando buenas notas, pero sin obtener lo que quer¨ªa", dice, como mascando los pensamientos, uno a uno. "No hab¨ªa buenos profesores, con alguna excepci¨®n... Pero una universidad debe ser un puente entre la vida de estudiante y la profesional y, en Bellas Artes en Madrid ning¨²n profesor funciona a la vez dentro del mundo del arte".
"Es imposible crear una corriente cultural en esta ciudad"
Ahora a Ballester se le asocia con el movimiento iniciado a principios de los noventa en Estados Unidos denominado Beautiful Losers, influenciados por la subcultura juvenil del skate, el graffiti y la m¨²sica independiente y cuyo estilo art¨ªstico era un reflejo de su propio estilo de vida.
Despu¨¦s de vender casi todo lo que ha pintado en ferias de Los ?ngeles, en Berl¨ªn o en Arco; despu¨¦s de haber expuesto en esas mismas ciudades y en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Castilla y Le¨®n (MUSAC), o en Bilbao o en Santiago de Compostela, regresa a Madrid siendo casi un perfecto desconocido para el gran p¨²blico. Y monta su primera exposici¨®n individual en su ciudad natal: fue un ni?o en Moratalaz y un joven con monopat¨ªn y bote de spray en Las Rozas. Sus ¨²ltimos cuadros estar¨¢n a partir del 16 de abril en una peque?a galer¨ªa de Lavapi¨¦s: Maisterravalbuena. Pero antes pasaron muchas cosas.
Ballester aterriz¨® en Berl¨ªn (Universit?t der K¨¹nste, Universidad de las Artes) con una beca Erasmus en 2000, tras terminar cuarto de carrera. Iba para un a?o pero se qued¨® dos, dej¨¢ndose asignaturas pendientes para prorrogar la estancia.
"Fue un cambio radical. De la apat¨ªa que se viv¨ªa en Madrid, pas¨¦ a un sitio donde se trabajaba a lo bestia, hab¨ªa una sana competencia entre alumnos alucinante. Tuve la oportunidad de estar con profesores que eran renombrados artistas: desde Georg Baselitz [su expresionismo figurativo contribuy¨® al renacimiento del arte representacional a finales del siglo XX], Rebecca Horn [cuya obra se caracteriza por los performances, filmes, instalaciones espaciales escult¨®ricas, dibujos y fotograf¨ªas sobrepintadas] o mi tutor, Lothar Baumgarten [un habitual de la Documenta, una de las exposiciones de arte contempor¨¢neo m¨¢s importantes del mundo, obsesionado con las falsas construcciones de la identidad]. Ese tipo de est¨ªmulos, creo que son imprescindibles", asegura.
De all¨ª se trajo la disciplina y el trabajo. Regres¨® a Madrid, "por razones personales", e intent¨® trasladar aqu¨ª esa fuerza de trabajo y poner en marcha con otros compa?eros, un proyecto cultural con la asociaci¨®n Los 29 enchufes. "Fracas¨®. Te cansas de ir contracorriente, de entrevistarte con pol¨ªticos sin que sirva de nada... es imposible crear una corriente cultural continua en esta ciudad, todo es demasiado puntual y ef¨ªmero, no se trabaja para generar un caldo de cultivo; en Berl¨ªn, a la gente que le alquila locales vac¨ªos a artistas les desgrava Hacienda".
Desesperado, Ballester hab¨ªa dejado de hacer instalaciones y v¨ªdeos, y se hab¨ªa entregado a la pintura ("requer¨ªa menos infraestructura"). Ya ten¨ªa mucho trabajo hecho en un estudio de mala muerte compartido de Carabanchel, pero ning¨²n lugar donde mostrarlo. Pidi¨® una beca en el MUSAC y se la dieron. All¨ª le descubri¨® Agust¨ªn P¨¦rez Rubio, actual director del museo y quien hizo conocer su trabajo a Javier S. Peres, director de Peres Projects, una prestigiosa galer¨ªa de arte. Desde entonces el ¨¦xito no ha parado de llamar a su puerta. Sus cuadros, reivindicadores del arte m¨¢s b¨¢sico, del hacer artesano (desde el bordado y el macram¨¦ a la cer¨¢mica), quiz¨¢ tengan algo de homenaje. Preguntado por el porqu¨¦ de esas creaciones, responde: "Mi abuelo era un escultor murciano que nunca vendi¨® nada".
Antonio Ballester Moreno. Galer¨ªa Maisterravalbuena. Del 16 de abril al 23 de mayo. Doctor Fourquet, 1.
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