Cuando el caf¨¦ ayuda a la rehabilitaci¨®n social de presos
Redemption Roasters es un negocio integral alrededor del caf¨¦ que incluye centros de formaci¨®n en correccionales y una red de locales que dan empleo a los reclusos que han pasado por su programa de formaci¨®n
El camino a la rehabilitaci¨®n penal, condensado en el aroma de un buen caf¨¦. Un tostadero dentro de una c¨¢rcel; cursos de barista para la re?edu?caci¨®n y reorientaci¨®n de los presos; oportunidades de trabajo en una cafeter¨ªa local nada m¨¢s salir a la calle. Ted Rosner y Max Dubiel, dos amigos que se conocieron en la escocesa Universidad de St. Andrews, decidieron dejar atr¨¢s sus carreras profesionales respectivas ¡ªuno era abogado, el otro consultor¡ª para poner en marcha un negocio que les permitiera controlar las riendas de su futuro y contribuir a una mejora de la sociedad. As¨ª naci¨® en 2016 Redemption Roasters (los tostaderos de la redenci¨®n), un proyecto integral de compra mayorista de caf¨¦, tueste y elaboraci¨®n del grano y venta en cafeter¨ªas locales.
Ted y Max se aliaron con el secretario de Estado de Justicia para poner en marcha una empresa que facilitara la rehabilitaci¨®n de la poblaci¨®n penitenciaria y su incorporaci¨®n a la vida laboral. ¡°Todo comenz¨® con nuestra fascinaci¨®n por el caf¨¦, que puedes tocar, oler, sentir, y que tiene ese car¨¢cter tan internacional¡±, explica Max en la terraza de su cafeter¨ªa en King¡¯s Cross, una de las 13 que la empresa tiene en Londres.
¡°La empresa comenz¨® llam¨¢ndose Black Sheep (oveja negra). Vend¨ªamos a restaurantes y hoteles. En una feria de caf¨¦ de Londres conocimos a un representante del ministerio que nos cont¨® su idea de ense?ar a los presos a trabajar en las cafeter¨ªas. Nos atrajo el proyecto, pero pensamos en algo m¨¢s que una academia para baristas. ?Por qu¨¦ no introducir el tostadero en una prisi¨®n?¡±, cuenta Max.
Las prisiones del Reino Unido se cuentan entre las m¨¢s masificadas de toda Europa. De hecho, el nuevo Gobierno del Partido Laborista se vio obligado hace medio a?o a adelantar la liberaci¨®n de miles de presos que cumpl¨ªan pena por delitos menores y estaban a punto de pasar al tercer grado, antes de que se agotara definitivamente el espacio en las celdas. El primer ministro, Keir Starmer, ha encargado al exministro conservador de Justicia David Gauke un informe sobre las reformas necesarias para reducir la aglomeraci¨®n.
Para el primer tostadero, Max y Ted alquilaron unas instalaciones m¨ªnimas en el correccional de menores de Aylesbury (Buckinghamshire). Reunieron 120.000 euros entre familiares y amigos para el proyecto. ¡°Incorporamos a ocho reclusos, m¨¢s un profesional que les comenz¨® a ense?ar las t¨¦cnicas y el oficio. Habilidades de barista y manejo del tostadero. En unos cuatro meses, tuvimos al primer preso con condena cumplida que vino a trabajar a una de nuestras cafeter¨ªas¡±, recuerda Max.
Para el principal tostadero lograron unos 600.000 euros. Lo instalaron en la prisi¨®n de The Mount, en Bovingdon (Hertfordshire). Era 10 veces m¨¢s grande que el anterior, con 16 personas trabajando a diario. La mitad, presidiarios. Con el vencimiento del contrato de alquiler, hace apenas unos meses, parec¨ªa que el tostadero de The Mount pod¨ªa acabar desapareciendo. Pero Max y Ted se encontraron con la complicidad de James Timpson, nuevo secretario de Estado de Justicia y presidente de una cadena de tiendas de reparaci¨®n de calzado, duplicado de llaves y lavander¨ªa, Timpson¡¯s, con m¨¢s de 2.000 establecimientos. De los primeros negocios en participar en la rehabilitaci¨®n de expresidiarios. ¡°Uno de los consejos que nos dio James fue: ¡®Volcaos en aquellos presos que est¨¦n realmente motivados. Usad vuestra energ¨ªa en aquellos a los que de verdad pod¨¢is ayudar¡±, se?ala Max.
Exconvictos como Darren Russen, que comenz¨® a formarse como barista cuando cumpl¨ªa condena por posesi¨®n de arma blanca (llevaba 16 a?os encadenando condenas), o Samuel Urhie, con ocho a?os de c¨¢rcel a sus espaldas y hoy maestro y mentor de otros presos para Redemption Roasters, son la demostraci¨®n de a qu¨¦ huele el aroma de una nueva vida.