Jardineros, canteros y motobombas p¨²blicas daban servicio al pazo de Meir¨¢s
¡°A mi abuela la expulsaron de su casa y se le cay¨® el mundo encima¡±, declara en el juicio por la propiedad del palacete un testigo cuya familia fue expropiada a la fuerza por el franquismo para engrandecer los dominios del dictador
El Gobierno trata de demostrar que el pazo de Meir¨¢s ten¨ªa la consideraci¨®n de residencia del jefe del Estado mientras la familia Franco busca justo lo contrario: probar su car¨¢cter privado, como regalo que el pueblo de A Coru?a hizo al dictador por su persona, no por su cargo p¨²blico. Esta ma?ana, durante la primera sesi¨®n del juicio en que ha desembocado la demanda presentada por la Abogac¨ªa del Estado en 2019 para que los nietos del caudillo devuelvan el palacete, distintos testigos han afirmado que Meir¨¢s recibi¨® numerosos servicios de la Administraci¨®n p¨²blica. En estos servicios se encuadra la vigilancia hasta 1990, por parte de guardias civiles que viv¨ªan all¨ª todo el a?o, o repetidos trabajos de jardiner¨ªa, canter¨ªa o suministro de agua que corr¨ªan a cargo del vecino Ayuntamiento de A Coru?a antes de la muerte del dictador, y que supuestamente no se cobraban.
Cuando llegaba el verano, el pueblo de Meir¨¢s (Sada, A Coru?a) disparaba su poblaci¨®n. ¡°All¨ª estaba el jefe del Estado, se multiplicaba la gente¡±, ha explicado un funcionario del consistorio de A Coru?a al que hace a?os el Ayuntamiento encomend¨® un informe sobre servicios prestados al pazo. Exist¨ªan, por tanto, problemas de abastecimiento de agua, as¨ª que los bomberos de A Coru?a, seg¨²n revelan los partes de la ¨¦poca (¡°hojas blancas firmadas¡± por responsables del parque que ¨¦l recuper¨® del archivo) enviaban ¡°cinco o seis¡± veces ¡°en julio y agosto¡± motobombas al pazo. Esto ocurri¨® en los a?os 60 y parte de los 70 y no constan papeles en los que figure ¡°ning¨²n reembolso¡± por el servicio. ¡°Mi padre era bombero¡±, ha dicho el funcionario del departamento de gesti¨®n del suelo y de patrimonio, ¡°me dec¨ªa que esto era p¨²blico y notorio¡±. Adem¨¢s del suministro de agua en cisternas, seg¨²n ha explicado el trabajador del Ayuntamiento, ¡°los jardineros p¨²blicos se trasladaban al pazo a arreglar la finca¡± y ¡°los canteros del taller municipal tambi¨¦n¡±. Por esas tareas ¡°se les pagaban horas extra¡±, ha comentado.
Los testigos que han declarado a petici¨®n del abogado de la defensa de los nietos de Franco, Luis Felipe Utrera, han compuesto, sin embargo, un relato en el que la familia sigui¨® haciendo uso de la residencia estival e invirti¨® ¡°mucho dinero¡± no solo en la rehabilitaci¨®n posterior al incendio de 1978, sino en el constante mantenimiento de un caser¨®n centenario y lleno de achaques. El exalcalde de Sada entre 1979 y 2007, Ram¨®n Rodr¨ªguez Ares, que durante casi todos sus gobiernos mantuvo colgado en el despacho consistorial el retrato de Franco, ha confirmado que en los a?os 80 hubo conversaciones desde el Ayuntamiento de A Coru?a y que incluso se trat¨® en el pleno de la diputaci¨®n provincial la posible compra del pazo a la familia. Si hubo intentos de adquisici¨®n, ha defendido el abogado de los seis nietos demandados (Carmen, Jaime, Ar¨¢nzazu, Crist¨®bal, Mar¨ªa del Mar y Mar¨ªa de la O Mart¨ªnez-Bordi¨², adem¨¢s de la mercantil Pr¨ªstina, SL, que gestiona bienes de la familia), es porque ¡°las Administraciones lo consideraban propiedad privada¡±.
Seg¨²n Rodr¨ªguez Ares, pese al incendio de 1978 que se atribuy¨® a un cortocircuito y que devor¨® las entra?as de la torre derecha (y aunque el inmueble no fue rehabilitado hasta despu¨¦s de 20 a?os), ¡°el pazo no estuvo abandonado de ninguna manera¡±. Adem¨¢s, ha recordado que en una ocasi¨®n, comiendo con la hija, Carmen Franco, y el yerno del dictador, Crist¨®bal Mart¨ªnez Bordi¨², este, el marqu¨¦s de Villaverde, le dijo que ¡°ten¨ªa que irse a Betanzos a pagar el IBI¡±. ¡°Quiero decir una cosa¡±, ha anunciado a continuaci¨®n el exalcalde (por AP, PP y el Partido Dem¨®crata Sada Popular cuando Fraga lo expuls¨® del PP): ¡°Eso siempre fue una propiedad privada. No se puede hablar de recuperaci¨®n [por parte del Estado] porque el pazo nunca ha sido p¨²blico. Antes de ser de Franco era de Emilia Pardo Baz¨¢n¡±.
Fernando Quiroga Pi?eiro, suegro de una de las nietas demandadas, Arancha Mart¨ªnez-Bordi¨², ha reconocido tambi¨¦n su amistad con el marqu¨¦s de Villaverde (¡±nos gustaban los mismos deportes¡±) y ha asegurado que fue a visitar a Manuel Fraga a la Xunta para pedirle que colaborara econ¨®micamente con la rehabilitaci¨®n del pazo de Meir¨¢s tiempo despu¨¦s del asolador fuego que dej¨® el edificio (que por entonces no era un bien de inter¨¦s cultural) hecho ¡°un caos¡±. ¡°Fraga me dijo que no era posible ayudar¡±, ha comentado sin m¨¢s el testigo ante la juez de primera Instancia 1 de A Coru?a.
As¨ª que finalmente la obra, seg¨²n Quiroga, la abon¨® la familia y se acometi¨® a partir de 1998 durante ¡°cuatro a?os¡±. ¡°A mi modo de entender, la pag¨® Carmen Franco o familiares... y creo que fue del orden de los 100 millones de pesetas¡±, ha a?adido despu¨¦s de explicar que fue ¨¦l mismo quien supervis¨® los trabajos y quien, tras sucesivos intentos, logr¨® convencer a la hija del dictador de que hab¨ªa que restaurar Meir¨¢s porque ¡°era una decisi¨®n hist¨®rica¡±. ¡°El pazo era muy importante para la historia de Espa?a y de Galicia¡±, ha repetido varias veces hoy, ¡°aquello estaba de llorar, y Carmen ten¨ªa mucho miedo de lo que costar¨ªa¡±.
El consuegro de la hija de Franco ha reconocido que, mientras vivi¨® el dictador, ¡°un mes antes¡± de que desembarcase la familia all¨ª para veranear, ¡°iba el Ej¨¦rcito¡± para acondicionar ¡°superficialmente¡± el recinto. ¡°[Los Franco] no se aprovecharon de la Jefatura del Estado para dejar aquello como un palacio¡±, ha defendido Quiroga Pi?eiro. El enclave, seg¨²n este testigo y el exalcalde de Sada, sigui¨® siendo utilizado para ¡°reuniones y visitas¡± de la familia, para celebrar misas conmemorativas y para recibir ¡°a gente importante de la sociedad espa?ola¡±. Quiroga ha citado, en concreto, a Juan Carlos de Borb¨®n, que iba ¡°ocasionalmente a comer con Crist¨®bal¡±.
Entre vecinos y personajes vinculados al pazo, hoy tambi¨¦n ha prestado declaraci¨®n Juan P¨¦rez Bab¨ªo, nieto de Josefa Portela, una viuda con cinco hijos (dos en el frente) a la que expropiaron la casa para magnificar los dominios del pazo cuando este se convirti¨® en mansi¨®n estival de Franco. El vecino de Meir¨¢s ha recordado que a su abuela ¡°se le cay¨® el mundo encima¡± cuando la despojaron a la fuerza de su vivienda. ¡°A ella y tambi¨¦n a mi madre les costaba much¨ªsimo hablar de eso. Les causaba mucho dolor¡±, ha dicho el testigo llamado a declarar a petici¨®n de las partes demandantes (Estado, Xunta, Ayuntamientos de Sada y A Coru?a y diputaci¨®n provincial). ¡°La terminaron presionando¡±, ha relatado P¨¦rez Bab¨ªo. Los encargados de la maniobra, de parte de la Junta pro Pazo formada por personalidades franquistas de la provincia, ¡°le hicieron varias visitas, trataron de convencerla, pero ella no quer¨ªa¡±. Al final, la ¡°expulsaron¡± y aquello ¡°la marc¨® para toda su vida. Siempre la vi profundamente triste¡±.
¡°Solo se acordaron del pazo 44 a?os despu¨¦s¡±
El abogado de la familia Franco ha defendido antes de entrar a la sala de vistas que detr¨¢s de este juicio para la devoluci¨®n del pazo al Estado hay ¡°un trasfondo pol¨ªtico¡±. ¡°Lo que realmente se trata [aqu¨ª] es la discusi¨®n de la propiedad de un inmueble que tanto el Estado como el resto de las instituciones que est¨¢n personadas abandonaron por completo en 1975 y solo se acordaron de ¨¦l 44 a?os despu¨¦s¡±, ha dicho. ¡°No se acordaron cuando se destruy¨®, no se acordaron cuando se incendi¨®, cuando hubo que reconstruirlo, y se acuerdan ahora¡±, ha apostillado. Durante la declaraci¨®n de Quiroga, no obstante, ni ¨¦l ni ninguno de los abogados demandantes han querido tirar del hilo de Fraga que el testigo les brindaba. Nadie pregunt¨® a rengl¨®n seguido por qu¨¦ el exministro de Franco no quiso invertir en el pazo cuando ya era presidente de la Xunta y en Galicia llov¨ªan las subvenciones. Si fue porque lo consideraba una propiedad privada o bien por no marcarse p¨²blicamente con lo que podr¨ªa ser interpretado como un favor a la familia del dictador.
La abogac¨ªa del Estado trata de defender que la escritura conocida hasta el a?o pasado, de 1941, es ¡°fraudulenta¡± y su objetivo fue traspasar de forma ¡°simulada¡± la propiedad a Franco de un bien comprado tres a?os antes a los herederos de Pardo Baz¨¢n y pagado con una cuestaci¨®n popular llevada a cabo con ¡°coacciones¡±. Otra escritura hallada en 2019 y fechada en 1938 demuestra, seg¨²n los letrados que representan al Gobierno, que el inmueble ya hab¨ªa sido adquirido por un precio mucho m¨¢s alto, y que lo fue para regalar al dictador en calidad de jefe del Estado. Adem¨¢s, la abogac¨ªa intenta probar que el pazo se manten¨ªa con fondos p¨²blicos y que incluso el Ayuntamiento de Ferrol se encargaba del abonar el IBI mientras vivi¨® Franco.
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