El ataque a los m¨®viles de Torrent y Maragall con un programa esp¨ªa israel¨ª desata una tormenta pol¨ªtica

El m¨®vil del presidente del Parlament catal¨¢n, Roger Torrent, de ERC, fue objetivo de Pegasus, un programa esp¨ªa desarrollado por la compa?¨ªa israel¨ª NSO que solo pueden adquirir Gobiernos y cuerpos de seguridad para combatir el crimen y el terrorismo. Lo mismo ocurri¨® con el tel¨¦fono del exconseller de ERC Ernest Maragall, seg¨²n una investigaci¨®n de EL PA?S y The Guardian. El caso provoc¨® este martes una formidable polvareda pol¨ªtica: Torrent denunci¨® que en Espa?a ¡°se practica el espionaje contra adversarios pol¨ªticos¡±. Interior, la Polic¨ªa y la Guardia Civil aseguraron que nunca han contratado los servicios de NSO y el CNI afirm¨® que ¡°act¨²a siempre con pleno sometimiento al ordenamiento jur¨ªdico¡±. Esquerra impuls¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n a la que se sum¨® Podemos.

La intrusi¨®n en el tel¨¦fono de los dirigentes independentistas catalanes se fragu¨® a trav¨¦s de un fallo de seguridad de WhatsApp que permiti¨® ¡ªentre abril y mayo de 2019¡ª tratar de introducir el programa esp¨ªa de NSO en, al menos, 1.400 terminales en el mundo. La treta para activar el ataque era una llamada perdida de v¨ªdeo a trav¨¦s de la popular aplicaci¨®n de mensajer¨ªa, seg¨²n report¨® WhatsApp. Pegasus exprimi¨® esta flaqueza para atacar el m¨®vil de Torrent y Maragall, seg¨²n Citizen Lab, un grupo de ciberseguridad de la Munk School radicado en la Universidad de Toronto (Canad¨¢) que investig¨® en exclusiva el fallo de la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa de 2019. WhatsApp facilit¨® a Citizen Lab los n¨²meros asaltados por el ciberesp¨ªa israel¨ª, entre los que se encontraban los del presidente del Parlament ¡ªla segunda autoridad de Catalu?a, tras el president Quim Torra¡ª y del exconsejero de Exteriores Ernest Maragall, seg¨²n estos investigadores, pioneros en hacer p¨²blica la existencia de Pegasus, un sistema que, seg¨²n NSO, solo pueden adquirir Gobiernos.

EL PA?S y The Guardian han tenido acceso a un certificado emitido por Citizen Lab que acredita que el tel¨¦fono de Torrent fue atacado con el programa esp¨ªa de NSO. El documento sostiene que los agresores recurrieron a una llamada perdida de WhatsApp ¡°que no requer¨ªa respuesta¡± para arremeter contra el m¨®vil del pol¨ªtico catal¨¢n. Y recoge ¡°m¨²ltiples evidencias¡± que podr¨ªan determinar que tanto Torrent como Maragall ¡°fueron monitorizados¡±.

Los m¨®viles del presidente del Parlament y del exconsejero figuran en una lista de un centenar de casos en el mundo recopilados por Citizen Lab. El organismo canadiense ha identificado hasta 130 ¡°representantes de la sociedad civil¡± que han sido atacados mediante la vulnerabilidad de WhatsApp a trav¨¦s del programa del grupo israel¨ª NSO. Pegasus permite escuchar conversaciones, leer mensajes, acceder al disco duro, hacer capturas de pantalla, revisar el historial de navegaci¨®n y activar por control remoto la c¨¢mara y el micr¨®fono de los dispositivos. Una posibilidad que abre tambi¨¦n la puerta a escuchar el sonido ambiente de una habitaci¨®n si hay un m¨®vil infectado. El sistema facilita, incluso, pinchar mensajes y llamadas de voz cifradas, seg¨²n los expertos canadienses.

El caso levant¨® este martes una enorme polvareda pol¨ªtica en Barcelona y Madrid. En una comparecencia en el Parlament, Torrent acus¨® al Estado de ¡°practicar el espionaje contra adversarios pol¨ªticos¡±, a la vista de que ese programa solo lo pueden adquirir Gobiernos y fuerzas de seguridad. ¡°Es la primera vez que se acredita lo que ya sab¨ªamos¡±, dijo. ¡°Hab¨ªa denuncias de Amnist¨ªa Internacional y de otras entidades de que algunos Estados lo utilizaban para perseguir la disidencia pol¨ªtica, como ha pasado en Marruecos, Arabia Saud¨ª o M¨¦xico. Ahora sabemos que se hace en Espa?a¡±.

Interior reaccion¨® a esos ataques a media tarde de este martes, aunque no contest¨® a las preguntas de este diario previas a publicar la informaci¨®n. ¡°Ni el Ministerio del Interior, ni la Polic¨ªa Nacional ni la Guardia Civil han tenido nunca ninguna relaci¨®n con la empresa NSO, y por lo tanto nunca han contratado ninguno de sus servicios¡±, seg¨²n el escueto mensaje de un portavoz del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska que a?ad¨ªa: ¡°Las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se enmarcan siempre en el escrupuloso respeto a la legalidad¡±.

Por otro lado, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) indic¨® a trav¨¦s de un portavoz que el organismo ¡°act¨²a siempre con pleno sometimiento al ordenamiento jur¨ªdico y con absoluto respeto a la legalidad vigente¡±. Y record¨® que las acciones del servicio secreto espa?ol est¨¢n supervisadas por un magistrado del Tribunal Supremo.

Mar¨ªa Jes¨²s Montero sobre el supuesto espionaje a Torrent: "El Gobierno no tiene constancia"

¡°El Gobierno no tiene constancia de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, haya sido objeto de un hackeo¡±, asegur¨® finalmente un portavoz del Ejecutivo, que afirm¨® que la intervenci¨®n de las comunicaciones se desarrolla siempre con una orden judicial.

A pesar de estas aclaraciones, Esquerra impuls¨® este martes junto a nueve partidos ¡ªincluido Unidas Podemos, socio del Gobierno de coalici¨®n con el PSOE¡ª una declaraci¨®n en la que denuncia la ¡°gravedad¡± de esos hechos y ped¨ªa una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre las ¡°cloacas del Estado¡±. Junto con ERC y Podemos firmaron ese comunicado PNV, JuntsxCat, la CUP, EH Bildu, M¨¢s Pa¨ªs, Comprom¨ªs, Equo y BNG.

Maragall fue alertado este martes por Citizen Lab del ataque con Pegasus. Torrent, unos d¨ªas antes, tras ser informado por este peri¨®dico. Durante el tiempo que el m¨®vil de Torrent fue objetivo de Pegasus ¡ªa mediados de 2019¡ª, el dirigente independentista particip¨® en decenas de encuentros pol¨ªticos y declar¨® como testigo ante el Supremo en el juicio del proc¨¦s. En mayo de 2019, cuando fue objetivo de Pegasus, Torrent particip¨® en una reuni¨®n en Estrasburgo con la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatvic. ¡°Notaba cosas extra?as. Se me borraban mensajes de WhatsApp y los historiales de conversaciones. A la gente de mi entorno no le pasaba¡±, explic¨®. Tambi¨¦n Maragall ha mantenido en los ¨²ltimos tiempos una intensa agenda internacional, en su calidad de exconseller de Exteriores del Govern.

Citizen Lab reconoce la dificultad de probar el alcance del ciberasalto al m¨®vil de Torrent, ya que, indica, los programas de NSO ¡°disponen de un sistema de borrado de los dispositivos¡±. ¡°Tras un objetivo de Pegasus suelen encontrarse las huellas de un Gobierno¡±, valora el investigador de este grupo John Scott-Railton. Seg¨²n este experto, ¡°es posible confirmar que el tel¨¦fono fue objetivo de Pegasus. Sin embargo, ser¨ªa necesaria una investigaci¨®n adicional para saber si fue hackeado. No hay ning¨²n motivo para pensar que no fue as¨ª¡±.

Demanda en EE UU

Controlada por el fondo londinense Novalpina Capital, la firma NSO dice investigar la mala utilizaci¨®n de sus sistemas, pero se niega a aclarar si Espa?a figura en su cartera de clientes. ¡°Debido a la confidencialidad, no podemos confirmar qu¨¦ autoridades usan nuestra tecnolog¨ªa¡±, respondi¨® por correo la empresa israel¨ª. La firma asegura que iniciar¨¢ una investigaci¨®n ¡°si se justifica¡± que sus productos se usaron mal en Espa?a.

La compa?¨ªa israel¨ª se ha desvinculado ante tribunales de Estados Unidos del mal uso de su programa esp¨ªa. Achaca esta responsabilidad a sus clientes, los Gobiernos que adquieren sus productos. La empresa WhatsApp ¡ªpropiedad de Facebook¡ª denunci¨® el pasado octubre a NSO por usar su plataforma para infectar con Pegasus los m¨®viles de activistas y diplom¨¢ticos de todo el mundo. No consta que las fuerzas de seguridad del Estado espa?ol sean clientes de NSO, aunque Polic¨ªa y CNI s¨ª contrataron, al menos hasta 2015, a su principal competencia, la compa?¨ªa italiana Hacking Team. El radar de Pegasus se extend¨ªa en 2018 por 45 pa¨ªses, seg¨²n Citizen Lab. Y se ensa?¨® con activistas en Bar¨¦in, Kazajist¨¢n, Marruecos, Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos y M¨¦xico.