Vivir en el limbo de una plaza de toros
Migrantes y solicitantes de asilo son acogidos en Melilla en instalaciones improvisadas por la saturaci¨®n del CETI
Uzman se pregunta cu¨¢ndo podr¨¢ irse de Melilla despu¨¦s de m¨¢s de tres meses varado en la ciudad aut¨®noma. Este maliense de 35 a?os lleg¨® junto a otras 52 personas el pasado 6 de abril en la ¨²ltima entrada colectiva a trav¨¦s de la valla, registrada en pleno per¨ªodo de confinamiento. Entonces, encontr¨® las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) cerradas debido a las medidas de protecci¨®n frente a la covid-19. Y hasta hoy. ¡°Primero nos quedamos en la puerta del CETI¡±, recuerda. Despu¨¦s de que los m¨¦dicos les vieran, cuenta que les llevaron a unas instalaciones improvisadas donde permanecieron casi dos meses. ¡°Ahora estamos en la plaza de toros¡±.
La Secretar¨ªa de Estado para las Migraciones, que gestiona el CETI, no permite nuevas entradas ¡°para asegurar una acogida acorde a la situaci¨®n actual¡±, seg¨²n confirman fuentes del departamento. En el centro, preparado para acoger a 782 personas, conviven actualmente 1.382, pero ha llegado a albergar a m¨¢s de 1.600 inmigrantes durante las semanas m¨¢s duras del estado de alarma. El cierre ha obligado a mantener en funcionamiento recursos improvisados habilitados durante el confinamiento y que no est¨¢n preparados para acoger a migrantes o solicitantes de asilo, como el espacio de la plaza de toros, gestionado por las autoridades locales.
¡°Han tra¨ªdo a la gente que han ido encontrando aqu¨ª¡±, comenta Uzman. La Consejer¨ªa de Salud P¨²blica del Ejecutivo melillense ha habilitado tres espacios en los pasillos del edificio para alojar por separado a los migrantes subsaharianos que han llegado a Melilla desde el 16 de marzo, a nacionales marroqu¨ªes atrapados en la ciudad por el cierre fronterizo decretado por Marruecos el 13 de marzo y a mujeres y familias de otros territorios igualmente varadas.
Organizaciones como el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), que presta asistencia jur¨ªdica a los acogidos, han denunciado las condiciones en las que conviven al menos 88 personas en la segunda planta del recinto, el ala donde se aloja Uzman. Im¨¢genes del interior muestran hileras de camastros y literas encajonadas en pasillos de menos de dos metros de ancho. El agua corriente en los aseos funciona de forma intermitente y el olor del agua estancada impregna buena parte del recinto. ¡°Nos preocupa el deterioro de las condiciones higi¨¦nicas y el riesgo para la salud p¨²blica que entra?a dicho deterioro¡±, reivindica el abogado Josep Buades, coordinador del SJM.
Fuentes del Gobierno local admiten que la situaci¨®n les sobrepasa: ¡°La ciudad aut¨®noma est¨¢ asumiendo una competencia que no es suya. Se ha hablado con Migraciones, a los que se reclama el servicio¡±. La situaci¨®n se ve agravada por el bloqueo que mantiene el Ministerio del Interior de los traslados hacia instalaciones en la Pen¨ªnsula de migrantes y solicitantes de asilo, que solo pueden abandonar la ciudad aut¨®noma si lo autoriza la Comisar¨ªa General de Extranjer¨ªa y Fronteras. Las salidas peri¨®dicas, que sol¨ªan hacerse cada semana antes de decretarse el estado de alarma, son la ¨²nica herramienta que permite mantener el equilibrio en unas instalaciones que nunca han estado por debajo de su capacidad.
En abril, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska solo autoriz¨® dos salidas de 51 y 136 personas, lo que permiti¨® empezar a aliviar la presi¨®n del centro. En mayo, Migraciones coordin¨® con Cruz Roja el traslado a un hotel de otras 50 personas con un perfil vulnerable y de riesgo ante la covid. Fuentes de la Secretar¨ªa de Estado aseguran que est¨¢n en constante comunicaci¨®n con Interior y que la prioridad es ¡°continuar liberando plazas [en el CETI] para tener espacios bloqueados para albergar a posibles casos de covid, y tambi¨¦n para asegurar la protecci¨®n de quienes se encuentran en el centro¡±. Las salidas se realizan ¡°cuando se consideran pertinentes, de acuerdo a an¨¢lisis individualizados, en los que priman los perfiles de protecci¨®n internacional y de colectivos vulnerables¡±, seg¨²n fuentes de Interior.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.