Dos semanas para desactivar la bomba pol¨ªtica de Madrid
La Moncloa no quiere prorrogar el estado de alarma. No tiene votos para hacerlo. Al Gobierno le preocupa que Ayuso les arrastre en su batalla. La estrategia de acercamiento gener¨® dudas
En p¨²blico, el Gobierno traslada la imagen de que la crisis de Madrid est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n gracias al estado de alarma. Pero en privado, varios ministros y miembros del Ejecutivo consultados asumen que el debate interno y la preocupaci¨®n es creciente porque el problema ...
En p¨²blico, el Gobierno traslada la imagen de que la crisis de Madrid est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n gracias al estado de alarma. Pero en privado, varios ministros y miembros del Ejecutivo consultados asumen que el debate interno y la preocupaci¨®n es creciente porque el problema pol¨ªtico que tiene el Gobierno en Madrid no ha hecho m¨¢s que empezar.
La capital, y sobre todo su presidenta, Isabel D¨ªaz Ayuso, con su mano derecha, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, que fue un hombre clave del aznarismo son, en la interpretaci¨®n de varios ministros, una bomba de relojer¨ªa pol¨ªtica que puede estallar en cualquier momento. Y el Gobierno no tiene buenos instrumentos para controlarla. Ni jur¨ªdicos ¡ªEspa?a es un Estado cuasi federal¡ª ni pol¨ªticos.
En La Moncloa se muestran mucho m¨¢s confiados, creen que el Gobierno tiene muchas f¨®rmulas para regular una situaci¨®n as¨ª y, sobre todo, est¨¢n convencidos de que Ayuso se ha equivocado completamente y notar¨¢ el desgaste, que ya se detecta en algunas encuestas recientes. Pero otros miembros del Ejecutivo tienen muchas m¨¢s dudas y creen que Ayuso puede lograr arrastrar al Ejecutivo a una imagen de descr¨¦dito generalizada de la pol¨ªtica que tambi¨¦n empiezan a detectar varios sondeos.
El Gobierno ha cerrado filas por completo ante la necesidad de tomar el control de la pandemia en su epicentro europeo y salvar vidas, pero eso no implica que no haya dudas sobre c¨®mo afrontar la larga batalla pol¨ªtica que plantea el Gobierno de Madrid. El horizonte de un posible adelanto electoral, que Ayuso podr¨ªa precipitar para reforzar su posici¨®n frente a Ciudadanos, est¨¢ en la cabeza de muchos. Pero la mayor¨ªa de los miembros del Gobierno consultados creen que finalmente no llegar¨¢ a tanto porque es una maniobra demasiado arriesgada para el PP, que mantuvo la Comunidad por un estrecho margen de cuatro esca?os en los que los 26 de Ciudadanos y los 12 de Vox son imprescindibles para gobernar.
El Gobierno ha logrado ahora dos semanas de margen, lo que dura el estado de alarma. Salvador Illa, el ministro de Sanidad, ha trasladado a los dem¨¢s ministros que est¨¢ convencido de que las cifras bajar¨¢n lo suficiente en este tiempo como para no necesitar una pr¨®rroga. ?Pero qu¨¦ pasa si eso no sucede? El escenario de un nuevo calvario en el Congreso para aprobarlo es un mal sue?o para todos despu¨¦s de la ag¨®nica b¨²squeda de votos de mayo. Un aut¨¦ntico infierno parlamentario que el Ejecutivo evitar¨¢. De hecho, La Moncloa ya est¨¢ buscando f¨®rmulas a trav¨¦s de la ley de 1986 para evitar esa pr¨®rroga. Aunque el problema llega siempre al mismo sitio: si Madrid no colabora, y ya est¨¢ asumido que no lo har¨¢, nada es seguro.
La crisis de Madrid se ha gestionado entre muy pocas personas, como es habitual en el Gobierno de S¨¢nchez. En el momento cr¨ªtico, cuando se decidi¨® aplicar el estado de alarma ante la resistencia de Ayuso a retomar las medidas que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid hab¨ªa tumbado, el presidente, reci¨¦n aterrizado desde Argelia, estaba con los m¨¢s cercanos: la vicepresidenta Carmen Calvo, el propio Illa, Iv¨¢n Redondo, su jefe de Gabinete, y F¨¦lix Bola?os, secretario general de Presidencia. Por tel¨¦fono avis¨® a Pablo Iglesias, l¨ªder de Unidas Podemos, la otra pata de la coalici¨®n. Pocos m¨¢s compartieron esa decisi¨®n trascendental.
Casi toda la crisis se ha llevado as¨ª, desde La Moncloa, a toda velocidad, sin mucho debate interno. Sin embargo, en el Consejo de Ministros que lo aprob¨®, el viernes, s¨ª hubo un debate profundo, sobre todo jur¨ªdico pero tambi¨¦n pol¨ªtico, aunque dentro del cierre de filas que domina el ambiente interno del Ejecutivo de coalici¨®n durante la pandemia. Iba a ser una reuni¨®n de tr¨¢mite, sin el presidente, y finalmente dur¨® dos horas. Varios ministros temen que Ayuso utilice el estado de alarma para eludir su responsabilidad y culpar al Ejecutivo de todo lo que pase. Incluida la crisis econ¨®mica que se avecina en Madrid.
Despu¨¦s de un intenso debate jur¨ªdico, finalmente, el Gobierno ha optado por dejar la autoridad de una forma muy difusa en el art¨ªculo 4 del decreto: ¡°A los efectos del estado de alarma, la autoridad competente ser¨¢ el Gobierno¡±. No el ministro de Sanidad, ni cuatro ministros, como en el coraz¨®n de la pandemia. Y sobre todo decidi¨® dejar intactas las competencias de Madrid. Eso es lo que preocupa a varios miembros del Ejecutivo: que la pandemia sigue en manos de Ayuso ¡ªlos rastreadores, los test, el seguimiento, las decisiones clave¡ª y no pueden hacer nada para mejorar la gesti¨®n. Y, sin embargo, Madrid dir¨¢ que est¨¢n intervenidos y todo es responsabilidad del Gobierno.
En algunos sectores del Ejecutivo hay dudas sobre la decisi¨®n inicial de acercarse tanto a Ayuso, con la famosa fotograf¨ªa de las 24 banderas en la Puerta del Sol. Creen que se ha permitido a la presidenta y su gur¨² Rodr¨ªguez que arrastren a su pelea pol¨ªtica al presidente y al ministro Illa, ahora convertido en la diana de la oposici¨®n. ¡°Ayuso no es Merkel. Y se la trat¨® como si lo fuera. Era mejor proteger al presidente y no permitir que lo bajen a ese barro¡±, se?ala un ministro. ¡°Hemos sido un poco ingenuos. Estaba claro que ellos iban a liarla as¨ª. Y se lo pusimos f¨¢cil. Se pod¨ªa haber actuado antes¡±, remata otro.
Sin embargo, otros creen que era imprescindible intentar un acuerdo. La foto de las banderas, explican, lleg¨® despu¨¦s de que el vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, pidiera a La Moncloa un acuerdo. Los que defienden la estrategia seguida creen que ha quedado muy claro qui¨¦n quer¨ªa un pacto y qui¨¦n lo ha boicoteado.
El problema de fondo es que la crisis no ha desaparecido. Ni la sanitaria ni la pol¨ªtica. Madrid sigue siendo la madre de todos los conflictos. Y el riesgo de que Ayuso la agrave a¨²n m¨¢s con una convocatoria electoral ¡°contra S¨¢nchez¡± inquieta en algunos sectores. ¡°Corremos el riesgo de ayudarla a convertirse en la hero¨ªna de la derecha, est¨¢ buscando ocupar el espacio de Vox¡±, analiza un miembro del Ejecutivo.
Otros est¨¢n mucho menos inquietos. Creen que es imposible que Pablo Casado permita a Ayuso ir a elecciones porque ser¨ªan unos comicios ¡°contra Ciudadanos¡± ¡ªel principal perjudicado¡ª y pondr¨ªan en riesgo no solo el Gobierno de Madrid, la joya de la corona, sino todos los que dependen del partido de In¨¦s Arrimadas. Demasiado en juego incluso para personas tan imprevisibles como Ayuso y Rodr¨ªguez.