Doble golpe al menudeo
Dos grandes actuaciones policiales en Madrid y Barcelona afrontan el deterioro de la seguridad ciudadana
¡°?Cocacolas, cervezas, marihuana, coca¨ªna!¡±, gritaba un hombre de origen paquistan¨ª en una calle del Raval de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella (ciudad vieja). ¡°Les llaman lateros, porque se ponen en cualquier esquina a vender latas de bebidas, pero en realidad ofrecen de todo¡±, explica un agente de la Polic¨ªa Nacional, que el pasado mi¨¦rcoles llevaba a cabo una redada contra el tr¨¢fico de drogas en la zona. La operaci¨®n se sald¨® con...
¡°?Cocacolas, cervezas, marihuana, coca¨ªna!¡±, gritaba un hombre de origen paquistan¨ª en una calle del Raval de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella (ciudad vieja). ¡°Les llaman lateros, porque se ponen en cualquier esquina a vender latas de bebidas, pero en realidad ofrecen de todo¡±, explica un agente de la Polic¨ªa Nacional, que el pasado mi¨¦rcoles llevaba a cabo una redada contra el tr¨¢fico de drogas en la zona. La operaci¨®n se sald¨® con 68 detenidos, casi todos hombres j¨®venes procedentes de Pakist¨¢n.
Tan solo unos d¨ªas antes, el lunes, agentes de la polic¨ªa judicial de la Jefatura de Madrid entraban en una casa de la Ca?ada Real que anunciaba en grandes carteles sobre una de sus ventanas la venta de porros y otras drogas. All¨ª, en medio de ese conglomerado de asentamientos ilegales que conforman ese poblado chabolista del sur de Madrid, se despachaban a diario toda clase de sustancias estupefacientes, con el consecuente trasiego continuo de coches y drogodependientes. Esta ¨²ltima acci¨®n policial culminaba con la desarticulaci¨®n de la organizaci¨®n de Los Kikos, el clan familiar que controlaba el mercado de drogas de la zona desde que en 2002 cayeran Los Gordos, sus familiares.
Los dos golpes ¡ªoperaci¨®n Ma¨ªz en Madrid y operaci¨®n Coliseo en Barcelona¡ª, casi consecutivos, han venido a poner de relevancia de nuevo la dificultad de luchar y erradicar el menudeo, ese microtr¨¢fico de drogas evidente, de baja intensidad, que sin embargo acarrea un importante deterioro de la seguridad ciudadana.
¡°Peque?os robos, peque?os hurtos, incluso robos con intimidaci¨®n o violencia son comunes en los puntos de venta, ya que muchas veces son la manera en la que los toxic¨®manos obtienen el dinero para pagarse la dosis del d¨ªa y ese tipo de acciones, aparte de las peleas entre grupos rivales, generan mucha inseguridad subjetiva¡±, explica un portavoz policial.
Antes de la pandemia (que ha alterado todos los par¨¢metros), Barcelona afrontaba un gran reto de seguridad, con nuevos grupos policiales (llamados ¡°poli¨¦dricos¡±) vigilando las calles y unos altos ¨ªndices de delincuencia, en los que el grueso de los delitos eran hurtos (la mitad del total), con unos 365 al d¨ªa de media. En Madrid, aunque contaba entonces con la mitad de hurtos que Barcelona, tambi¨¦n supon¨ªan la mitad de todos los delitos que se cometen en la capital. ¡°El hecho de que El Raval sea una de las zonas de menudeo de drogas y que se encuentre en el centro de una ciudad por la que pasan m¨¢s de 30 millones de turistas al a?o puede tener que ver con esas diferencias de cifras y proporciones¡±, se?ala un mando policial.
¡°Los propietarios del Hotel Barcel¨® nos daban las gracias porque al d¨ªa siguiente de las detenciones pod¨ªan salir con el tel¨¦fono en la mano a la calle¡±, se?ala un agente de polic¨ªa de la Ciudad Condal, donde la macroperaci¨®n se desarroll¨® conjuntamente con los Mossos d¡¯Escaudra y la guardia urbana.
Meses de investigaci¨®n
Tanto la redada de Barcelona como la ca¨ªda del clan de Madrid han supuesto meses de investigaci¨®n policial y de recogida de indicios que permitieran acreditar qui¨¦nes eran los que vend¨ªan la droga y d¨®nde. En la capital todo parti¨® de un punto de venta en La Ca?ada. Pero en Barcelona fue la investigaci¨®n de una red de trata de personas la que desemboc¨® en una red de narcopisos en El Raval: ¡°Tra¨ªan enga?ados a ciudadanos humildes de Pakist¨¢n y les obligaban a trabajar en el negocio para saldar la deuda adquirida por el viaje: empezaban como lateros en las calles y conduc¨ªan a los clientes que quer¨ªan droga hasta los pisos, normalmente viviendas ocupadas cuyos propietarios eran entidades financieras, que saben que tardan m¨¢s en desahuciar¡±, se?ala el comisario de Extranjer¨ªa y Fronteras, Emilio de la Calle.
El descaro y la cronificaci¨®n de la delincuencia acaban revistiendo de un halo de impunidad esos puntos de venta de droga en peque?as dosis. ¡°Para que un juez te autorice a entrar en una propiedad, antes has tenido que reunir decenas de evidencias¡±, explica Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez, responsable de la UDYCO de Madrid y de la operaci¨®n Ma¨ªz, y veterano polic¨ªa especializado en narcotr¨¢fico. ¡°Un cartel o un anuncio en el que proclaman a los cuatro vientos la venta de drogas puede ser falso o enga?oso, incluso para potenciales clientes, nosotros tenemos que pillar la droga, poder demostrar que est¨¢ ah¨ª y eso lleva much¨ªsimos d¨ªas de trabajo: vigilancias, seguimientos interrumpidos por el riesgo de que nos muerdan (vean), toma de testimonios a compradores, que te quieran contar, o que no; que les pilles con la papelina o que la hayan consumido en el lugar de compra¡¡±.
As¨ª, con todos los camuflajes posibles (¡°paseadores de perros, corredores¡¡±), los agentes del Grupo Operativo de Investigaci¨®n Zonal (GOIZ), lograron descubrir el almac¨¦n de la droga y los domicilios y negocios de los cabecillas de la organizaci¨®n. El resultado: 14 detenidos (casi todos de la misma familia), 19 kilos de coca¨ªna, casi tres kilos de otras sustancias (principalmente hach¨ªs y hero¨ªna), 18 armas de fuego cortas (reales) con casi 2.000 cartuchos de diferentes calibres y 520.000 euros en efectivo.
El operativo de Barcelona desmont¨® una estructura de narcopisos. Se efectuaron 61 detenidos por varios delitos (57 en los pisos y cuatro en la v¨ªa p¨²blica), m¨¢s otros siete arrestados por incumplimiento de la Ley de Extranjer¨ªa. El juez envi¨® ayer a 20 a prisi¨®n. Se incautaron 74.000 euros, cuatro kilos de coca¨ªna, tres kilos de hero¨ªna, dos kilos de metanfetamina, un kilo de marihuana, 100 gramos de hach¨ªs, diez gramos de LSD, 350 plantas de marihuana, cuatro armas, un veh¨ªculo, cinco patinetes, 118 terminales telef¨®nicos, 173 botes de metadona, f¨¢rmacos, ansiol¨ªticos, antidepresivos, viagra, tranquilizantes¡
¡°El menudeo, ese tr¨¢fico de droga a peque?a escala, convierte al turista que quiere pasarse una noche de fiesta en potencial v¨ªctima de un delito contra el patrimonio, genera una bolsa de drogodependientes, degenera espacios urbanos representativos, incrementa los ¨ªndices de delincuencia (robos al descuido, o con intimidaci¨®n, de relojes, de bolsos)¡¡±, se?ala De la Calle. ¡°Es la espiral de la delincuencia que genera el narcotr¨¢fico¡±.
¡°Esta es una guerra eterna y con muchos frentes¡±, apunta el comisario Rodr¨ªguez. ¡°Tan importante es quitar de la circulaci¨®n las toneladas de droga que llegan en un barco como eliminar puntos de venta, que son su destino final; se imponen las leyes de oferta y demanda del mercado, y nosotros ya vamos a por el siguiente punto de venta¡±.