El servicio secreto CNI tambi¨¦n vigila las campa?as de desinformaci¨®n en la Red
El Observatorio Digital Elisa monitoriza cientos de webs prorrusas, antisistema, de extrema izquierda y ultraderecha
El Departamento de Seguridad Nacional de La Moncloa no es el ¨²nico que vigila la red a la b¨²squeda de campa?as de desinformaci¨®n. Tambi¨¦n el Centro Criptol¨®gico Nacional (CCN), dependiente del servicio secreto CNI, dispone al menos desde noviembre de 2019 de una herramienta de cibervigilancia denominada Elisa.
La tarea del Observatorio Digital del centro de inteligencia consiste en monitorizar el ciberespacio para detectar, de m...
El Departamento de Seguridad Nacional de La Moncloa no es el ¨²nico que vigila la red a la b¨²squeda de campa?as de desinformaci¨®n. Tambi¨¦n el Centro Criptol¨®gico Nacional (CCN), dependiente del servicio secreto CNI, dispone al menos desde noviembre de 2019 de una herramienta de cibervigilancia denominada Elisa.
La tarea del Observatorio Digital del centro de inteligencia consiste en monitorizar el ciberespacio para detectar, de manera temprana, la presencia de ¡°campa?as sistem¨¢ticas y maliciosas de distribuci¨®n de desinformaci¨®n que busquen generar polarizaci¨®n o desestabilizar la sociedad, exacerbando sus conflictos o aprovechando sus vulnerabilidades en beneficio de Estados extranjeros¡±, seg¨²n fuentes del centro.
El servicio secreto se limita a cibervigilar la red a partir de fuentes abiertas, por lo que su tarea no est¨¢ sometida a control judicial. Su trabajo tampoco tiene m¨¢s consecuencia pr¨¢ctica que los informes que eleva al Gobierno, pues no tiene competencias para promover el cierre ni para censurar ninguna web.
La monitorizaci¨®n empez¨® por unas pocas decenas de sitios de Internet, pero se ha ido ampliando progresivamente hasta abarcar unos 350 y ser¨¢n m¨¢s a medida que se vayan creando o se descubran. La clasificaci¨®n de un medio digital como ¡°potencialmente desinformador¡± se realiza a partir del an¨¢lisis de una serie de indicadores de transparencia y trazabilidad que examinan, por ejemplo, la ocultai¨®n de su origen, fuentes, propietarios o financiaci¨®n.
En torno al 25% de los sitios sometidos a vigilancia son prorusos, un tercio ubicados en Rusia y otro tercio en Espa?a; un 35% son webs antisistema en espa?ol, la mitad de ellas an¨®nimas; un 22% son de extrema derecha y un 18% de extrema izquierda, tanto alojadas en servidores en Espa?a como en otros pa¨ªses europeos, de Am¨¦rica Latina y Estados Unidos.
Los informes de Elisa, de car¨¢cter quincenal, se remiten a la Comisi¨®n Permanente contra la Desinformaci¨®n, cuyo protoloco de funcionamiento se public¨® el pasado jueves en el BOE. Un representante del CNI forma parte de esta comisi¨®n, junto a altos funcionarios de Presidencia del Gobierno y de los ministerios de Interior, Exteriores y Econom¨ªa.
La vigilancia de las redes se ha generalizado en los ¨²ltimos a?os, despu¨¦s de que los pa¨ªses occidentales tomaran conciencia del uso intensivo que hac¨ªa Rusia de noticias falsas, amplificadas por sus ¡®granjas de bots¡¯, como arma para debilitar a sus adversarios o competidores. Lo hizo en la guerra de Crimea (2014), en las elecciones estadounidenses (2016) y francesas (2017) y en el refer¨¦ndum del Brexit (2016). Tambi¨¦n Espa?a fue objetivo de esas campa?as durante el refer¨¦ndum ilegal en Catalu?a (2017).
Esa pr¨¢ctica no ha desaparecido en ning¨²n momento. El pasado d¨ªa 2, la web rusa Primavera Roja publicaba un art¨ªculo que, citando supuestos testigos, aseguraba que los disturbios que se produjeron en las manifestaciones contra el estado de alarma en Espa?a fueron organizados por la Polic¨ªa. Fue una noticia aislada, pero la narrativa es la misma que medios rusos usaron sistem¨¢ticamente durante las protestas por la sentencia del proc¨¦s, hace un a?o.
Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional aseguran que su objetivo no son las noticias falsas o fake news, sino las campa?as de desinformaci¨®n, que pueden basarse en mentiras flagrantes pero, con mayor frecuencia, tergiversan o manipulan hechos reales.
El recelo de asociaciones de la prensa y medios de comunicaci¨®n est¨¢ en qui¨¦n decide lo que es o no desinformaci¨®n, pues en el comit¨¦ permanente solo se sientan representantes del Gobierno y los expertos de la sociedad civil solo ser¨¢n convocados cuando las autoridades lo consideren oportuno.
El Plan de Acci¨®n contra la Desinformaci¨®n de la UE, de diciembre de 2018, instaba a los pa¨ªses miembros a mejorar sus capacidades de lucha contra la desinformaci¨®n y a designar puntos de contacto con el Sistema de Alertas R¨¢pidas (SAR) europeo. Pero tambi¨¦n les ped¨ªa reforzar a los verificadores de datos e investigadores independientes, ausentes hasta ahora del modelo espa?ol de lucha contra la desinformaci¨®n.
La pol¨¦mica generada por la publicaci¨®n del protocolo ha llevado al Departamento de Seguridad Nacional a anunciar la pr¨®xima convocatoria de un foro con editores, periodistas y expertos en comunicaci¨®n del que deber¨ªa salir la futura Estrategia Nacional de Lucha contra la Desinformaci¨®n.
"La mano del genocida Soros tras el coronavirus"
¡°La mano del genocida Soros asoma detr¨¢s del coronavirus¡±, ¡°La Fundaci¨®n Bill Gates, la Farmaindustria y el World Economic Forum simularon una epidemia por coronavirus hace tres meses¡±, ¡°Publicaciones cient¨ªficas demuestran que el coronavirus ha sido creado en un laboratorio militar chino¡±. Estas tres (falsas) noticias, encuadradas por el servicio secreto en posibles campa?as de desinformaci¨®n, pertenecen al universo de la paranoia conspiranoica y, publicadas un 28 de diciembre, pasar¨ªan por inocentadas de mal gusto. Pero algunos de estos bulos, traducidos a varios idiomas y replicados por medios digitales ideol¨®gicamente contrapuestos en apariencia, acaban saltando desde webs marginales a otras de mayor difusi¨®n y contaminando el discurso de algunas fuerzas pol¨ªticas.
Entre los m¨¢s de 350 sitios de Internet clasificados como ¡°potencialmente desinformativos¡± no figura ning¨²n medio de comunicaci¨®n propiamente dicho ni ninguna web vinculada a ning¨²n partido. Sin embargo, cuando OK Diario public¨®, el pasado d¨ªa 14, un informe sobre ¡°narrativas antiglobalistas¡± de Elisa, Vox se dio por aludido. El informe subrayaba ¡°la marcada naturaleza antisistema contraria a las instituciones democr¨¢ticas¡± de un discurso que sostiene que ¡°los gobiernos democr¨¢ticos est¨¢n controlados o sirven a los intereses de grupos de presi¨®n privados o corporativos¡±. El texto no se refer¨ªa a Vox, pero anticip¨® lo que dir¨ªa Abascal el d¨ªa 21 en su moci¨®n de censura. ¡°?Qu¨¦ y cu¨¢nto le debe usted al se?or Soros? ?Cu¨¢nto del da?o que hacen ustedes a Espa?a tiene explicaci¨®n en esa obediencia?¡±, espet¨® el l¨ªder ultra a un estupefacto S¨¢nchez.