Los fallos de la asistencia jur¨ªdica a los migrantes en Canarias o el caso del albino que nadie vio
La asistencia letrada a los reci¨¦n llegados a las islas no cumple con las garant¨ªas que la ley reconoce a los reci¨¦n llegados
Entre los 42 migrantes que entraron el pasado 25 de septiembre en el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Gran Canaria uno llamaba especialmente la atenci¨®n. Era un maliense con la piel muy blanca y el cabello rojizo, un albino que dif¨ªcilmente podr¨ªa pasar desapercibido entre el resto de internos, pero en el que nadie repar¨®. Antes de entrar en el CIE, desde donde se preparar¨ªa su expulsi¨®n, a este chico lo vio la Polic¨ªa, una abogada, un fiscal y un juez de instrucci¨®n, pero ninguno se plante¨® no solo que proced¨ªa de un pa¨ªs en guerra, sino que, seg¨²n la ONU, los albinos son masac...
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Entre los 42 migrantes que entraron el pasado 25 de septiembre en el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Gran Canaria uno llamaba especialmente la atenci¨®n. Era un maliense con la piel muy blanca y el cabello rojizo, un albino que dif¨ªcilmente podr¨ªa pasar desapercibido entre el resto de internos, pero en el que nadie repar¨®. Antes de entrar en el CIE, desde donde se preparar¨ªa su expulsi¨®n, a este chico lo vio la Polic¨ªa, una abogada, un fiscal y un juez de instrucci¨®n, pero ninguno se plante¨® no solo que proced¨ªa de un pa¨ªs en guerra, sino que, seg¨²n la ONU, los albinos son masacrados en 28 pa¨ªses del ?frica subsahariana. La creencia de algunas comunidades sostiene que su cuerpo tiene propiedades m¨¢gicas y se les persigue para alimentar rituales con sus brazos, dedos o genitales que suelen mutilarse con machetes. ¡°Nadie me dijo que era albino¡±, se justificar¨ªa despu¨¦s la abogada que lo atendi¨®.
Quien cuenta esta historia es el juez Arcadio D¨ªaz Tejera, a cargo del control del CIE, que visit¨® el centro pocos d¨ªas despu¨¦s del internamiento. Acudi¨® all¨ª para explicar a los retenidos su derecho a pedir asilo, consciente de que ni los agentes, ni los abogados, ni el juez que aprob¨® su encierro les hab¨ªan informado. El juez s¨ª se fij¨® enseguida en aquel interno. ¡°Los albinos en determinadas culturas sufren persecuci¨®n. Y, efectivamente, al chico le pregunt¨¦ si ten¨ªa problemas por su condici¨®n y me dijo: 'Aqu¨ª no, pero en mi pa¨ªs, s¨ª¡±, recuerda. D¨ªaz Tejera suele mencionar este caso para ilustrar c¨®mo en Canarias los derechos de los migrantes, como la tutela judicial efectiva, no se garantizan. ¡°Una cosa es el deber ser y otra el ser. El deber ser es que todos est¨¢n informados y reciben asistencia; el ser es que, ante el desbordamiento, no reciben la informaci¨®n¡±, explica el juez.
El pasado lunes, ante el desembarco de m¨¢s de 1.600 personas durante el fin de semana, un grupo de abogados del turno de oficio fue convocado en la comisar¨ªa de Las Palmas de Gran Canaria. Deb¨ªan asistir a algunos de los reci¨¦n llegados, pero sus clientes estaban a m¨¢s de 40 kil¨®metros de all¨ª, hacinados en el muelle de Arguinegu¨ªn. La mayor¨ªa de los letrados firm¨® las ¨®rdenes de devoluci¨®n, que se les tramitan nada m¨¢s llegar, sin ver la cara de sus defendidos ni, por supuesto, entrevistarse con ellos. Esta forma de proceder se repite hace m¨¢s de un mes, seg¨²n los letrados consultados. ¡°Est¨¢ mal hecho y quiz¨¢ deber¨ªa entonar el mea culpa porque deber¨ªa haber ido al muelle. Firmar y ni siquiera entrevistarte con tu cliente, en cualquier otro caso, ser¨ªa motivo de queja del defendido¡±, mantiene uno de los abogados presentes en ese turno. Otro de esos abogados, que tambi¨¦n prefiere mantenerse en el anonimato, s¨ª se neg¨® a firmar las ¨®rdenes sin entrevistarse con sus clientes y dej¨® la comisar¨ªa para ir al muelle. Sin m¨¢s protecci¨®n que una mascarilla, habl¨® con ellos a distancia y les explic¨® su situaci¨®n gracias a un int¨¦rprete. ¡°Prefiero verlos porque si hay gente que necesita protecci¨®n internacional necesitan un abogado con el que tener un primer contacto y tienen que saber lo que se les est¨¢ notificando¡±, explica.
La asistencia letrada a los inmigrantes es un derecho fundamental que puede cambiar el destino del reci¨¦n llegado. Al desembarcar, todos reciben una orden de devoluci¨®n que, seg¨²n las circunstancias de cada uno, puede ser recurrida y revocada. El migrante puede sufrir persecuci¨®n en su pa¨ªs y pedir asilo, puede tener familiares en Espa?a, puede ser v¨ªctima de trata o sufrir una enfermedad que evite su deportaci¨®n, circunstancias que un abogado puede identificar en una entrevista personal. En ese documento, adem¨¢s, suelen estar mal escritos los nombres de los migrantes y su fecha de nacimiento, datos que deber¨ªan ser corroborados con los interesados. ¡°Los letrados tienen buena voluntad, pero las condiciones en las que se presta la asistencia no son adecuadas. Tiene que haber una conversaci¨®n privada con un int¨¦rprete de su idioma materno porque si no, no se est¨¢ tutelando un derecho fundamental de estas personas. La Administraci¨®n tiene que garantizarlo, desde la Polic¨ªa, al abogado, pero tambi¨¦n el fiscal y hasta el juez que ordena un internamiento. En la realidad esto no ocurre porque est¨¢n desbordados¡±, mantiene el magistrado D¨ªaz Tejera. El problema no es nuevo, ni exclusivo de Canarias: el Defensor del Pueblo dej¨® constancia en su ¨²ltimo informe de ¡°que la asistencia letrada en las devoluciones se ha convertido en un tr¨¢mite meramente formal¡±.
El Colegio de Abogados de Las Palmas reconoce que no est¨¢ garantizando una asistencia letrada adecuada a los migrantes, pero insiste en que los abogados de oficio son el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena desbordada. ¡°Se est¨¢n vulnerando los derechos porque no nos dan medios. No contamos con un lugar adecuado para entrevistarnos con los interesados, ni equipos de protecci¨®n, ni tampoco, en muchas ocasiones, hay int¨¦rprete. Recibimos numerosas presiones por parte de la Polic¨ªa para colaborar en las condiciones en las que estamos trabajando¡±, denuncia la vicedecana del Colegio, Pino L¨®pez. La letrada recuerda que los problemas vienen de largo y que hasta hace un mes el Colegio solo pod¨ªa destacar tres abogados por patera, independientemente de si en ella viajaban 20 o 100 ocupantes y que ¡°tras numerosas presiones¡± a la Consejer¨ªa de Justicia lograron a finales de octubre que se remunerase un abogado para cada seis o siete migrantes.
¡°Con independencia de lo que ocurra en Canarias, en cualquier situaci¨®n hay una cosa muy clara: ning¨²n letrado puede firmar nada si no ha realizado una asistencia jur¨ªdica¡±, mantiene el vocal de la asociaci¨®n de abogados extranjeristas Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Candela. ¡°?Que no hay medios para realizar esa asistencia? Pues el abogado no firma. Y no se podr¨¢n incoar expedientes hasta que la Administraci¨®n central, comenzando por el Ministerio del Interior que es responsable de la custodia policial, provea los recursos suficientes para garantizar una asistencia jur¨ªdica individual y presencial y con garant¨ªas sanitarias para los letrados¡±.
Una int¨¦rprete para m¨¢s de 170 migrantes
Las fallas en la asistencia letrada se reproducen en otras islas, que asumen mucha menos presi¨®n migratoria que Gran Canaria. El mi¨¦rcoles de la semana pasada, 24 abogados asistieron de forma precaria en el comedor de un hotel de Tenerife a 177 migrantes, llegados sobre todo de Senegal, pero tambi¨¦n de otros pa¨ªses. Solo hab¨ªa una int¨¦rprete para todos ellos. Una situaci¨®n similar se repiti¨® al d¨ªa siguiente con un centenar de migrantes. Cuatro letrados presentes esos d¨ªas han relatado a EL PA?S las dificultades que enfrentaron para comunicarse con sus clientes, el espacio inadecuado en el que se encontraban y la falta de medidas de seguridad para evitar contagios. ¡°Me llam¨® la atenci¨®n que el inspector de Polic¨ªa nos dijo que primero firm¨¢semos los acuerdos de devoluci¨®n antes de entrevistarnos con los migrantes, pero la mayor¨ªa de los letrados nos negamos¡±, recuerda el abogado Fernando Mart¨ªn.
Los problemas de comunicaci¨®n se hicieron evidentes enseguida y dos voluntarios de Cruz Roja que hablaban franc¨¦s, un idioma que no todos los presentes dominaban, intentaron ayudar. El segundo d¨ªa fue incluso uno de los ocupantes del cayuco que hablaba espa?ol el que tuvo que traducir a sus compa?eros. En un primer momento, la traductora explic¨® el contenido de la orden de devoluci¨®n a todos los presentes, pero la labor se complic¨® a la hora de la entrevista individual con los migrantes y que, en la mayor¨ªa de los casos, no pudo realizarse. ¡°La entrevista es una garant¨ªa fundamental para el migrante porque su historia de vida puede cambiar totalmente su situaci¨®n en Espa?a y no ejercieron ese derecho con todas las garant¨ªas¡±, mantiene la abogada Vania Oliveros.
El relato de estos abogados es de frustraci¨®n. ¡°Yo no ten¨ªa la seguridad de que estaban entendiendo lo que les estaba contando¡±, mantiene Mart¨ªn. ¡°Era absolutamente imposible que la int¨¦rprete tradujese a cada uno de nosotros. Se vulner¨® un derecho fundamental¡±, se queja la abogada Isabel Gonz¨¢lez. ¡°Hac¨ªamos preguntas tan personales como si te persiguen por tu orientaci¨®n sexual y ten¨ªan que responderlas en un sal¨®n delante de todos¡±, se queja otro de los abogados que prefiere que no se publique su nombre. ¡°Aquello me pareci¨® un parip¨¦ para que parezca que se cumple un procedimiento con unas garant¨ªas que en la pr¨¢ctica no existen¡±, a?ade.
En su visita a Gran Canaria el pasado viernes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asegur¨® que todos los migrantes ¡°tienen el derecho a la asistencia letrada y se les informa de sus derechos¡±. Se les asiste, afirm¨®, ¡°con los int¨¦rpretes oportunos para que sus derechos no solo sean reconocidos formalmente sino tambi¨¦n materialmente¡±.
Un a?o de r¨¦cords
Las llegadas a Canarias superan ya las 15.500 personas, el registro m¨¢s alto desde 2006. En la llamada crisis de los cayucos llegaron a las islas algo m¨¢s de 31.000 personas. Los ¨²ltimos meses del a?o son los meses m¨¢s intensos en la ruta canaria por las condiciones meteorol¨®gicas, pero este mes de octubre, con la llegada de 5.328 personas, ha registrado los datos m¨¢s altos de la historia, ni siquiera superados en 2006. Noviembre ha comenzado tambi¨¦n con un ritmo muy intenso de llegadas: de la medianoche del pasado s¨¢bado a la del lunes 49 pateras y cayucos llegaron a las islas con m¨¢s de 2.000 personas a bordo. Ese fin de semana 1.800 personas durmieron sobre el suelo del muelle de Arguinegu¨ªn, al sur de la isla de Gran Canaria.