El divorcio de Rivera y Arrimadas
El exl¨ªder critica la estrategia de acuerdos con S¨¢nchez que sigue su sucesora y se distancia de Ciudadanos
Cuando reapareci¨®, a finales de septiembre, para presentar su libro, Albert Rivera insisti¨® en que no quer¨ªa convertirse en ¡°un jarr¨®n chino¡±, c¨¦lebre expresi¨®n de Felipe Gonz¨¢lez para describir a esos expresidentes con los que nadie en su partido sabe qu¨¦ hacer ¡ªcomo con los jarrones chinos¡ª porque molestan. Pero poco a poco, las declaraciones de Rivera, que sigue participando en actos p¨²blicos y entrevistas, le van asimilando a aquello en lo que no quer¨ªa convertirse. Aunque no era la primera vez, Rivera se descolg¨® este jueves con nuevas cr¨ªticas a los acuerdos con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, en t¨¦rminos muy duros, provocando un profundo malestar en la c¨²pula de In¨¦s Arrimadas. Coronaba la semana despu¨¦s de haber trascendido su contrato con el PP como abogado para recurrir la ley de alquileres del Ejecutivo con el que pacta Ciudadanos. El divorcio con su sucesora es un hecho.
La coincidencia temporal no pudo ser m¨¢s oportuna. El mismo d¨ªa que Ciudadanos hab¨ªa permitido con sus votos que los Presupuestos del Gobierno pasaran el primer tr¨¢mite, al superar las enmiendas a la totalidad, Rivera confes¨® su ¡°alivio¡± por haber dimitido hace un a?o y no tener as¨ª que estar apoyando cosas en las que no ¡°cree¡±. ¡°Saben que yo no aguanto ni un minuto apoyando cosas en las que no creo. Uno puede ser flexible, laxo, tener cintura, pero uno tiene que tener dignidad. Y cuando la dignidad en la vida la pierdes, eso no se recupera. Sinceramente, veo todo lo que pasa y digo, ay por dios, menos mal que dimit¨ª. Porque si tengo que aguantar todo esto, tengo que ir escoltado, pero frente a mis votantes. Porque como les hab¨ªa dicho que no iba a hacer todo eso y que era un peligro, si hago lo contrario¡¡±, dijo el expresidente de Cs en la presentaci¨®n en Zaragoza de su ¨²ltimo libro, Un ciudadano libre. La reflexi¨®n son¨® como un dardo envenenado a su sucesora, aunque tras saltar a los titulares Rivera se apresur¨® a negar en Twitter que sus palabras tuvieran que ver con las decisiones de la actual c¨²pula de Cs. Y defendi¨® su derecho a opinar de lo que le parezca, ¡°como cualquier otro ciudadano¡±.
En realidad, Rivera trata de seguir justificando la decisi¨®n que le persigue y que le cost¨® la vida pol¨ªtica, la de no llegar a un acuerdo con el PSOE de Pedro S¨¢nchez cuando ambos partidos sumaban 180 diputados. Pero al hacerlo, cuestiona la estrategia de su sucesora, que ha emprendido un giro hacia el centro y est¨¢ tendiendo la mano a S¨¢nchez para el acuerdo. ¡°Cuando me dicen, ?Se arrepiente de haberles llamado banda? Lo que me arrepiento es de que no me hubiera equivocado. Cuando les veo firmando los Presupuestos con Batasuna¡¡±, incidi¨® Rivera.
El exl¨ªder de Ciudadanos discrepa del rumbo de Cs bajo la batuta de Arrimadas desde hace meses, seg¨²n distintas fuentes que han hablado con ¨¦l, y de hecho se siente ¡°traicionado¡± por la nueva direcci¨®n, seg¨²n los interlocutores consultados. La tesis de quienes est¨¢n de acuerdo con ¨¦l, tambi¨¦n dentro de Cs, es que ¡°no es que hayan elegido su propio camino, es que han traicionado los principios del partido¡±, se?ala un dirigente auton¨®mico.
El riverismo sigue existiendo tras su muerte pol¨ªtica, dentro y fuera de Ciudadanos, aunque sobre todo fuera. Algunos, como el exportavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, o el exdiputado Marcos de Quinto, lanzan cr¨ªticas dur¨ªsimas, casi diarias, contra Arrimadas. ¡°Qu¨¦ verg¨¹enza ajena¡±, tuite¨® este jueves Girauta como comentario al discurso de la l¨ªder en el debate de Presupuestos. ¡°Ahora que S¨¢nchez y su banda se han re¨ªdo de Arrimadas y ¡°su mano tendida¡±. ?Qu¨¦ m¨¢s se le ocurrir¨¢ a Carlos Cuadrado?¡±, apostill¨® De Quinto haciendo referencia al vicesecretario general. Girauta y De Quinto mantienen una excelente relaci¨®n con el exsecretario de Organizaci¨®n, Fran Herv¨ªas, que sigue como senador. La ¨²ltima semana los tres han compartido timba de p¨®ker en casa del exvicepresidente de Coca- Cola, como atestigua una fotograf¨ªa que difundi¨® Girauta en sus redes sociales.
Las palabras de Rivera cayeron como un jarro de agua fr¨ªa en la direcci¨®n de Arrimadas, aunque fuentes pr¨®ximas a la l¨ªder subrayaron diplom¨¢ticamente que nunca se van a pronunciar en contra del ¡°presidente fundador¡±. ¡°Al cual admiramos y respetamos¡±, remacharon. Otros dirigentes no son tan delicados. ¡°Quiere llamar la atenci¨®n y cada vez quiere hacer m¨¢s ruido. No s¨¦ si quiere acabar en el PP¡±, se queja uno, que en todo caso defiende que ¡°le pone plomo en las alas a In¨¦s, pero no le quita un solo voto¡±. En la c¨²pula de Arrimadas creen que las cr¨ªticas de Rivera y de quienes estaban en el sector m¨¢s a la derecha ahora les ayudan a ¡°centrar¡± al partido.
La nueva l¨ªder no se arredra ante la tormenta de presiones externas e internas, incluidas la de su predecesor. ¡°Aqu¨ª tienen una mano tendida de Ciudadanos hasta el final, hasta el ¨²ltimo momento¡±, le dijo este jueves al Gobierno en el Congreso, inst¨¢ndole a elegir entre Ciudadanos o ERC y Bildu. Arrimadas quiso tambi¨¦n reafirmar su liderazgo y el rumbo que ha marcado para su partido. ¡°Estoy muy tranquila y muy fuerte, porque estoy haciendo lo correcto¡±, subray¨® como un mensaje a propios y extra?os. El divorcio es de mutuo acuerdo.
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