El Supremo ordena indagar si el accidente de un helic¨®ptero del Ej¨¦rcito se debi¨® a un fallo mec¨¢nico
Las familias logran reabrir la investigaci¨®n de un siniestro con cuatro militares muertos que se atribuy¨® a un error humano
El Tribunal Supremo ha ordenado reabrir la investigaci¨®n sobre el accidente que el 19 de marzo de 2014 sufri¨® un helic¨®ptero Superpuma del Ej¨¦rcito del Aire en aguas de Canarias, en el que fallecieron cuatro militares. El alto tribunal anula el archivo definitivo del caso que decretaron tanto el juez togado n¨²mero 52 de Las Palmas de Gran Canaria como el Tribunal Militar Territorial Quinto, con el visto bueno del fiscal, alegando que el siniestro fue fruto de un error humano y que no hay indici...
El Tribunal Supremo ha ordenado reabrir la investigaci¨®n sobre el accidente que el 19 de marzo de 2014 sufri¨® un helic¨®ptero Superpuma del Ej¨¦rcito del Aire en aguas de Canarias, en el que fallecieron cuatro militares. El alto tribunal anula el archivo definitivo del caso que decretaron tanto el juez togado n¨²mero 52 de Las Palmas de Gran Canaria como el Tribunal Militar Territorial Quinto, con el visto bueno del fiscal, alegando que el siniestro fue fruto de un error humano y que no hay indicios de delito. Sin embargo, en una sentencia dictada el pasado d¨ªa 28, el Supremo ha ordenado que se investigue si se produjo un fallo mec¨¢nico, como ped¨ªan las familias de las v¨ªctimas.
En el siniestro perdieron la vida el capit¨¢n Daniel Pena, los tenientes Carmen Gracia y Sebasti¨¢n Ruiz y el sargento Carlos Caramanzana. El quinto tripulante, el sargento Johander Ojeda, que salv¨® la vida, muri¨® a?o y medio despu¨¦s, el 22 de octubre de 2015, en otro accidente de un helic¨®ptero Superpuma frente a las costas del Sahara. Aunque este segundo siniestro increment¨® las sospechas sobre el mal estado de esas aeronaves, el tribunal militar dio carpetazo a aquel caso atribuyendo el accidente a una fatalidad.
El primer siniestro se produjo cuando el Superpuma del Servicio A¨¦reo de Rescate (SAR) de la base de Gando (Gran Canaria) realizaba un ejercicio nocturno de gr¨²a sobre el Meteoro, un Buque de Acci¨®n Mar¨ªtima (BAM) de la Armada. El informe de la CITAAM (Comisi¨®n Investigaci¨®n T¨¦cnica de Accidentes de Aeronaves Militares), dependiente de Defensa, concluy¨® que el accidente fue consecuencia de la desorientaci¨®n de la teniente que en ese momento pilotaba la aeronave. El fallo de una de las bengalas lanzadas por el avi¨®n CN-235 que iluminaba el ejercicio hizo que se quedara moment¨¢neamente a oscuras y la teniente decidi¨® abortar la maniobra de aproximaci¨®n al buque. Al alejarse del mismo, seg¨²n esta versi¨®n, llev¨® el helic¨®ptero contra el mar, cuando cre¨ªa estar ascendiendo. El hecho de que el sistema de avisos ac¨²sticos estuviese apagado impidi¨® que sonaran las alarmas al perder altura. ¡°No se ha encontrado indicio alguno de defecto o mal funcionamiento de la aeronave, por lo que no se deduce ning¨²n indicio de responsabilidad penal derivado de su mantenimiento¡±, concluy¨® el juez militar.
Sin embargo, el instructor dio por buena la versi¨®n de que el helic¨®ptero hab¨ªa llegado intacto al agua sin investigar la posibilidad de que se hubiera roto en vuelo el eje de transmisi¨®n trasera, como sospechaban las familias. No solo no se recuper¨® el rotor de cola del fondo marino, sino que no se atendi¨® la petici¨®n de Sebasti¨¢n Ruiz, padre del teniente fallecido, para que el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), un organismo del Ministerio de Defensa que cuenta con laboratorios especializados, analizara los restos del aparato que se almacenan en la Maestranza de Cuatro Vientos (Madrid), como se ha hecho en otros siniestros a¨¦reos.
La respuesta que dio el juez es que esta prueba no resultaba ¡°ni necesaria ni relevante¡±, mientras que el tribunal militar sostuvo que el informe de la comisi¨®n de investigaci¨®n, que barajaba el fallo humano como mera hip¨®tesis, desautorizaba cualquier otra alternativa.
El Supremo, sin embargo, considera que no se ha dado ¡°ninguna raz¨®n convincente¡± para justificar el rechazo de una prueba que no solo no es ¡°il¨®gica¡±, sino que resulta ¡°pertinente, ¨²til y procedente¡± para ¡°despejar cualquier duda razonable acerca de la existencia de otra causa distinta¡± al fallo humano y evitar la ¡°indefensi¨®n¡± de las familias.
Las dudas sobre lo ocurrido se acrecentaron el 23 de enero de 2017, cuando Francisco Ojeda, padre del sargento Johander, declar¨® que, antes de morir en el segundo siniestro, su hijo le hab¨ªa contado una versi¨®n muy diferente a la oficial sobre qu¨¦ ocurri¨® en el accidente del que sali¨® ileso: ¡°Antes de caer al mar, se escuch¨® un fuerte estruendo que ¨¦l, que era mec¨¢nico, atribuy¨® a una rotura. El capit¨¢n, que estaba a su lado, se levant¨® para tomar los mandos de la aeronave, pero no lleg¨® a tiempo¡±. Seg¨²n su padre, el sargento no cont¨® esta versi¨®n al juez porque le hab¨ªan hecho firmar ¡°un pacto de silencio¡±.