¡°Mi hijo me cont¨® que le hicieron firmar un pacto de silencio¡±

¡°Le pregunt¨® a su hijo qu¨¦ hab¨ªa pasado, respondi¨¦ndole que el general le hab¨ªa hecho firmar un documento que era como un pacto de silencio, motivo por el que estaba asustado, y que le hab¨ªa hecho firmar que no hab¨ªa visto ni o¨ªdo nada y que [...] le hab¨ªa hecho hincapi¨¦ en que no ten¨ªa que contar nada de lo sucedido a la prensa. [...] En su opini¨®n, el general intimid¨® a su hijo, ya que regres¨® llorando¡±.

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El tr¨¢gico destino del sargento Ojeda

Desaparecidos en el Atl¨¢ntico

El 20 de marzo de 2014, Francisco Ojeda era un hombre afortunado. En la base de Gando (Gran Canaria) pudo abrazar a su hijo, el sargento Jhonander Ojeda, ¨²nico superviviente del accidente sufrido el d¨ªa anterior por un helic¨®ptero Superpuma del Servicio A¨¦reo de Rescate (SAR) en el que perecieron cuatro militares. As¨ª que Francisco no se preocup¨® demasiado por el papel que firm¨® su hijo ni tampoco por la investigaci¨®n que abri¨® el Juzgado Togado Militar Territorial 52 para dilucidar las causas del siniestro.

La suerte de Francisco se torci¨® a?o y medio despu¨¦s. El 22 de octubre de 2015, otro Superpuma del Ej¨¦rcito del Aire cae al mar a 40 millas del Sahara. Uno de sus tres tripulantes es Jhonander. En las primeras horas de confusi¨®n Defensa los da por rescatados y celebra el milagro del sargento que ha esquivado por dos veces a la muerte. La euforia se esfuma cuando son localizados los cad¨¢veres.

El pasado 23 de enero, Francisco declar¨® como testigo ante el juez que investiga el primer accidente, aquel al que sobrevivi¨® su hijo, y su testimonio revolucion¨® una causa que parec¨ªa abocada al archivo bajo el peso de la versi¨®n oficial: que el Superpuma se estrell¨® por un fallo de los pilotos, que se desorientaron en un arriesgado ejercicio nocturno al fallar la bengala que deb¨ªa iluminarles.

?Por qu¨¦ no habl¨® antes?, se le inquiri¨® en el juzgado. ¡°Mi hijo no quer¨ªa que prestase declaraci¨®n, pero transcurrido el tiempo y habida cuenta de lo sucedido en el Yakolev [el siniesto en el que murieron 62 militares] considera su obligaci¨®n decir la verdad de lo sucedido¡±, refleja el acta judicial.

La verdad, seg¨²n le cont¨® Jhonander a su padre, es que, aunque fall¨® una bengala y durante cuatro minutos se quedaron a oscuras, ¨¦l no cre¨ªa que ese fuera el motivo del accidente. Lo que sucedi¨® es que, cuando ya se alejaban del barco sobre el que deb¨ªan realizar el ejercicio, ¡°se escuch¨® un fuerte golpe o estruendo, ante lo cual observ¨® c¨®mo el capit¨¢n Dani Pena [que estaba en la parte trasera del aparato] se levant¨® para ir a la cabina e intentar hacerse con los mandos del helic¨®ptero, sin conseguirlo, porque ya estaba cayendo en picado y, encontr¨¢ndose a baja altura, entr¨® el agua por la cabina y volc¨® el helic¨®ptero, saliendo desplazado hacia atr¨¢s su hijo y, quedando una c¨¢mara de aire por encima de ¨¦l, nadando se dirigi¨® al ojo de buey y tras romperlo sali¨®¡± del Superpuma. Para su hijo, mec¨¢nico de helic¨®pteros, la causa del siniestro fue la rotura de la transmisi¨®n o del rotor de cola, que hizo que el aparato se precipitara al mar ¡°en un minuto escaso¡±.

?Por qu¨¦ Jhonander neg¨® haber o¨ªdo nada extra?o cuando compareci¨® en el juzgado militar, el 23 de marzo de 2015? Seg¨²n la versi¨®n de su padre, ¡°su hijo le coment¨® que el general le hab¨ªa dicho que siempre mantuviera la versi¨®n pactada, no solo ante la prensa: que no hab¨ªa visto ni o¨ªdo nada y que, cuando se dio cuenta, ya estaba en el agua¡±.

Unos 15 d¨ªas despu¨¦s del accidente, Francisco Ojeda se reuni¨® con el general y este le indic¨®, seg¨²n su versi¨®n, que ¡°como padre ten¨ªa que recalcarle a Jhonander que ten¨ªa que mantenerse en lo pactado [...] En su opini¨®n, su hijo ten¨ªa miedo de que si no dec¨ªa lo que le hab¨ªa indicado el general podr¨ªa tener problemas en su carrera militar y pod¨ªa impedir que volviese a volar¡±.

El documento

?El general al que alude el padre de Jhonander es Javier Salto, entonces jefe del Mando A¨¦reo de Canarias y ahora director del Gabinete T¨¦cnico de la ministra de Defensa, Mar¨ªa Dolores de Cospedal. A ra¨ªz de la declaraci¨®n de Francisco, el juez ha interrogado como testigo a Salto, quien ha respondido por escrito, un privilegio que los generales mantienen en la jurisdicci¨®n militar. ¡°Ese documento no existe, yo al menos no lo conozco y desde luego no se lo hice firmar¡±, ha explicado Salto a EL PA?S.

Pero el documento s¨ª debe existir, aunque no fuera ¨¦l quien se lo hiciera firmar, ya que Jhonander confirm¨® su existencia en la declaraci¨®n que prest¨® ante el juez. ¡°No fue el general Salto el que personalmente le puso a la firma [pero] s¨ª es cierto que firm¨® un documento que en s¨ªntesis dec¨ªa que cualquier declaraci¨®n sobre lo sucedido ten¨ªa que atenerse a lo recogido en el citado documento¡±, contest¨® el sargento a preguntas de uno de los abogados de las familias de los otros fallecidos. La conclusi¨®n que dijo haber sacado de la lectura del mismo es que ¡°no ten¨ªa que hablar con nadie de lo sucedido salvo ante la CITAAM [comisi¨®n de investigaci¨®n de accidentes a¨¦reos] y ante el juez¡±.

No se sabe qu¨¦ explic¨® Jhonander ante la CITAAM, ya que sorprendentemente esta no levant¨® acta de su declaraci¨®n, ni qu¨¦ dec¨ªa exactamente el documento que firm¨®, ya que nadie lo ha encontrado. Hallarlo es una de las tareas pendientes de la investigaci¨®n. Otra ser¨¢ recuperar el rotor de cola del helic¨®ptero, a¨²n en el fondo del mar, e intentar comprobar si algo se rompi¨® con estruendo un minuto antes del siniestro, como Francisco asegura que le cont¨® su hijo antes de morir.