Vox lanza su campa?a electoral en la ¡®Plaza Roja¡¯ de Vallecas
Abascal usa la delincuencia y la inmigraci¨®n para ara?ar votos a la izquierda en el cintur¨®n obrero de Madrid
La Plaza de la Constituci¨®n del barrio madrile?o de Vallecas, donde Vox lanzar¨¢ este mi¨¦rcoles su campa?a para las elecciones auton¨®micas del 4 de mayo, se conoce popularmente como la ¡°Plaza Roja¡±. Por el color de sus adoquines, pero tambi¨¦n porque es escenario frecuente de manifestaciones.
Vox ha cambiado la c¨¦ntrica plaza de Col¨®n, espacio habitual de sus actos electorales, por la plaza donde la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, clausur¨® su campa?a en mayo de 2019. Ha pasado del barrio de Salamanca, donde los tres partidos del centro y la derecha tuvieron m¨¢s del 70% de los votos en las ¨²ltimas elecciones generales, a Puente de Vallecas, donde la izquierda super¨® el 65%.
Si en las elecciones catalanas de febrero pasado Vox hizo campa?a en los feudos del independentismo, en los que fue objeto de acoso y agresiones que multiplicaron su presencia medi¨¢tica, en Madrid ha elegido como objetivo prioritario el cintur¨®n rojo, que pretende repintar de verde; buscando el vuelco electoral que el Frente Nacional de Le Pen consigui¨® en cotos tradicionales del Partido Comunista franc¨¦s. Vallecas es, adem¨¢s, la patria chica de Pablo Iglesias, que el l¨ªder de Podemos, seg¨²n repiten los responsables del partido ultra, ¡°abandon¨® y traicion¨®¡± para mudarse a su chal¨¦ de Galapagar. Vox quiere hacer del exvicepresidente su principal antagonista.
El bander¨ªn de enganche del partido ultra para pescar votos en los barrios obreros es la inseguridad ciudadana. La candidata de Vox a la Presidencia madrile?a, Roc¨ªo Monasterio, se present¨® el Viernes Santo en el barrio de Ciudad Lineal, donde el d¨ªa anterior bandas latinas la emprendieron a tiros en plena calle y sembraron el p¨¢nico. Monasterio prometi¨® a los vecinos mano dura con esas bandas ¡°compuestas por inmigrantes ilegales a los que no se les est¨¢ repatriando¡±, aunque no consta que sus miembros, muchos de origen dominicano, no sean inmigrantes legales e incluso tengan nacionalidad espa?ola.
La asociaci¨®n de la delincuencia con la inmigraci¨®n irregular es una constante de la campa?a de Vox, que ha pedido el cierre de los centros de menores extranjeros no acompa?ados, sin explicar qu¨¦ hacer con ellos, y ha denunciado que cada plaza cuesta a las arcas regionales 4.700 euros al mes.
Vox se atribuye el m¨¦rito de que Isabel D¨ªaz Ayuso, del PP, haya convertido Madrid en la comunidad con menos restricciones por la pandemia, enfrent¨¢ndose a sus socios de Ciudadanos, y aboga por levantar el toque de queda y acabar con los confinamientos. Tenderos y comerciantes, aut¨®nomos y parados nutren un caladero de descontento en los barrios m¨¢s deprimidos, donde la marca electoral del PP habr¨ªa quedado invalidada por los sucesivos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.
Ante los recelos que en muchos sectores provoca su promesa de aplicar una ¡°radical bajada de impuestos¡±, Vox responde publicitando recortes simb¨®licos del ¡°gasto pol¨ªtico¡±: reducir a la mitad los 132 diputados de la asamblea regional o limitar a siete las 13 consejer¨ªas que tuvo Ayuso.
?xito limitado
Hasta ahora, el ¨¦xito de Vox para penetrar en el cintur¨®n rojo de Madrid ha sido limitado. En Puente de Vallecas, el distrito donde dar¨¢ el pistoletazo de salida a su campa?a, consigui¨® el 10 de noviembre de 2019 el 12% de los votos, convirti¨¦ndose as¨ª en la cuarta fuerza pol¨ªtica. Sin embargo, logr¨® mayores ¨¦xitos en algunas poblaciones al sur de la capital: fue la fuerza m¨¢s votada en Valdemoro (75.000 habitantes); y la segunda en Fuenlabrada (cuarta poblaci¨®n de la comunidad, con 195.000 habitantes), por delante del PP.
Esos fueron sus resultados en las elecciones al Congreso, ya que en las auton¨®micas su cosecha fue mucho m¨¢s escasa. El reto de Vox es convertir el 4-M en un ensayo de las generales. Por eso Santiago Abascal ¡ªque tendr¨¢ tanto protagonismo electoral como la propia Monasterio¡ª no solo es el director de campa?a, sino que cierra la lista por Madrid.
La decisi¨®n de centrarse en disputar el voto a la izquierda en vez de rivalizar con el PP no solo supone un pacto impl¨ªcito de no agresi¨®n con Ayuso ¡ªcon la que Monasterio reconoce llevarse bien y con la que aspira a gobernar¡ª, sino que tiene car¨¢cter estrat¨¦gico: la ¨²nica forma de que la suma de las derechas no d¨¦ cero es que no se limite a dividir el electorado que ya ten¨ªa el PP, sino que ara?e votos de la izquierda o la abstenci¨®n.
El fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, ha llamado a trav¨¦s de las redes sociales a los vecinos de Vallecas a boicotear el acto electoral de Vox: ¡°Que repiquen las campanas, que en las ventanas suenen canciones antifascistas y que no haya nadie escuchando el discurso de odio. Y ma?ana [el jueves] vamos todos a desinfectar el suelo con lej¨ªa¡±, ha a?adido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.