La campa?a del fracaso
Un c¨²mulo de factores aboc¨® al PSOE al desastre el 4-M, desde datos demosc¨®picos internos err¨®neos a los bandazos de Cs a Unidas Podemos
A m¨¢s de un dirigente del Partido Socialista de Madrid (PSM) se le vino el mundo encima el 29 de abril. Todav¨ªa quedaban cinco d¨ªas para el 4-M y si las elecciones ya estaban dif¨ªciles, por mucho que dijeran lo contrario en La Moncloa y Ferraz, tras el anuncio que acababan de escuchar parec¨ªan directamente imposibles.
?ngel Gabilondo hab¨ªa prometido, en la recta final de unas elecciones que perseguir¨¢n por mucho tiempo al PSOE, ...
A m¨¢s de un dirigente del Partido Socialista de Madrid (PSM) se le vino el mundo encima el 29 de abril. Todav¨ªa quedaban cinco d¨ªas para el 4-M y si las elecciones ya estaban dif¨ªciles, por mucho que dijeran lo contrario en La Moncloa y Ferraz, tras el anuncio que acababan de escuchar parec¨ªan directamente imposibles.
?ngel Gabilondo hab¨ªa prometido, en la recta final de unas elecciones que perseguir¨¢n por mucho tiempo al PSOE, dos a?os de abono transporte gratis para los menores de 31 a?os si era presidente de Madrid. El acabose. La medida no pod¨ªa ser m¨¢s popular. Beneficiar¨ªa a 1,7 millones de personas. Los socialistas m¨¢s veteranos, en cambio, se tentaban la ropa mientras la memoria les llevaba a la repetici¨®n electoral de 2003, despu¨¦s de que el Tamayazo impidiese la investidura de Rafael Simancas. El candidato socialista ofreci¨® entonces transporte p¨²blico gratuito para los menores de 21 a?os y los mayores de 65. Un compromiso que mejorar¨ªa las vidas de mill¨®n y medio de madrile?os. No vali¨® de nada. El PSOE perdi¨® dos esca?os y 140.000 votos. Y as¨ª comenz¨® el reinado de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.
El bofet¨®n del martes pasado fue much¨ªsimo m¨¢s cruento. Por el resultado en s¨ª, el peor de los socialistas en Madrid con 13 esca?os y 275.000 votos menos que en 2019, cuando ganaron las elecciones pero no pudieron gobernar. Pero, sobre todo, porque pr¨¢cticamente nadie lo vio venir. Antes del cierre electoral en Entrev¨ªas, uno de los barrios m¨¢s humildes de la capital, Pedro S¨¢nchez avanz¨® el 2 de mayo que, seg¨²n fuentes de la campa?a pilotada por La Moncloa, los datos que se manejaban permit¨ªan pensar que el cambio estaba al alcance.
No fue un mensaje improvisado para transmitir esperanza. La v¨ªspera de las elecciones los estudios internos daban al bloque de izquierdas por delante de la derecha. Los cuatro d¨ªas previos estaban igualados. Nada que ver con los sondeos del PP, que reflejaban una subida de Isabel D¨ªaz Ayuso que no se ve¨ªa desde los tiempos de Aguirre. Ni con la encuesta de Metroscopia para EL PA?S, que en la ¨²ltima semana de campa?a conced¨ªa 28 esca?os a los socialistas. Ese trabajo demosc¨®pico fue recibido de u?as. Y eso que al final err¨® por elevaci¨®n: pronostic¨® cuatro diputados m¨¢s de los logrados.
Quiz¨¢s lo m¨¢s sorprendente de todo, confesaban en la direcci¨®n del PSOE de Madrid ¡ªantes de que se nombrara una gestora tras la dimisi¨®n del secretario general, Jos¨¦ Manuel Franco, previa a la renuncia de Gabilondo al acta¡ª, fue que en la noche electoral, cuando el escrutinio ya hab¨ªa comenzado, se segu¨ªa pensando en una victoria apurada pero segura. Pero ya hab¨ªa detalles inquietantes. S¨¢nchez, que redujo su presencia en la campa?a a solo tres actos tras una precampa?a muy intensa, sigui¨® la evoluci¨®n del recuento desde La Moncloa. Gabilondo lo hizo en un hotel a 500 metros de Ferraz. Isaura Leal, que presidir¨¢ la gestora hasta oto?o, fue la ¨²nica integrante de la direcci¨®n federal que pas¨® el funeral con el candidato. En G¨¦nova, entretanto, ya se preparaban para descorchar el champ¨¢n. La puntilla la dio M¨¢s Madrid, que a la chita callando rebas¨® al PSOE con un proyecto m¨¢s atractivo entre las clases medias y los menores de 45 a?os. Solo fue por 4.500 votos ¡ª32.000 en la capital¡ª. M¨®nica Garc¨ªa ser¨¢ la l¨ªder de la oposici¨®n hasta las elecciones de 2023.
El c¨²mulo de factores que explican la hecatombe del PSOE recuerda a una conjunci¨®n astral. Los protagonistas del desplome tambi¨¦n desempe?aron su papel en la victoria de 2019. Un hito que no se produc¨ªa desde 1987. Pero el contexto no ten¨ªa nada que ver con el actual.
El primer problema es que el adelanto electoral pill¨® a contrapi¨¦ a los socialistas. Gabilondo ignor¨® las peticiones de que fuese m¨¢s beligerante y endureciese su oposici¨®n en lo m¨¢s crudo de la pandemia. El candidato llevaba meses de salida, pendiente de si PP y PSOE pactaban su nombramiento como Defensor del Pueblo. M¨¢s Madrid ocup¨® el espacio dejado con un perfil id¨®neo para el momento: Garc¨ªa combati¨® en primera l¨ªnea al coronavirus como anestesista en el Doce de Octubre. Nadie mejor que ella conoc¨ªa los estragos de la covid, y as¨ª los denunci¨® una semana tras otra en las sesiones de control en la Asamblea de Madrid.
El PSOE se debati¨® en un primer momento por cambiar de cabeza de cartel. Pero al final opt¨® por apostar de nuevo por Gabilondo. Adem¨¢s de que hab¨ªa margen de maniobra, el candidato ten¨ªa buena imagen y era conocido. A fin de cuentas, ser¨ªan sus terceras elecciones. Pero en Ferraz y La Moncloa tambi¨¦n se pens¨® que si se apostaba por otro candidato corr¨ªa el riesgo de quemarse si el resultado era decepcionante. Y esta fue la l¨®gica que se impuso.
Con esos mimbres, la confianza ciega en sus proyecciones termin¨® de abocar al PSOE al desastre. Los sondeos no advirtieron del desapego que estaban causando los volantazos discursivos en la campa?a. El primer gran error, coinciden todos los cuadros consultados del PSOE de Madrid, con independencia de sus filias y sus fobias, fue dirigirse al electorado de Ciudadanos. En Catalu?a fue una de las claves del triunfo del PSC el 14-F. Pero con dos matices claves: una nutrida parte de los votantes de Cs lo hab¨ªan sido antes de los socialistas catalanes. En esas elecciones el PSC se postul¨® como el referente principal del electorado constitucionalista frente al independentismo. El contexto de las elecciones madrile?as fue muy distinto. Izquierda o derecha. Los votantes de Cs se decantaron en masa por Ayuso.
El viraje hacia Pablo Iglesias a 12 d¨ªas de las elecciones confundi¨® a¨²n m¨¢s al electorado tradicional del PSOE. Gabilondo se hab¨ªa pasado la precampa?a neg¨¢ndose a pactar con el exvicepresidente segundo del Gobierno en su intento de captar a los indecisos de Cs descontentos con la gesti¨®n de la presidenta de Madrid en la pandemia. Mes y medio despu¨¦s, tras aceptar que el voto de Cs era impenetrable, La Moncloa cambi¨® de estrategia. El efecto fue la fuga de los pocos votos de centro y la desmovilizaci¨®n de los socialistas. Como jam¨¢s se hab¨ªa producido.
El Gobierno en la sombra nunca se present¨®
La renovaci¨®n en la lista electoral del PSOE, sobre todo en los puestos de salida, se explot¨® con la presentaci¨®n, a lo largo de varios actos diarios, de cada una de las principales novedades de la candidatura. El recibidor de Ferraz se transform¨® casi en un plat¨®. La intenci¨®n era generar la m¨¢xima expectaci¨®n, sobre todo en redes y televisi¨®n, y dar a conocer a un equipo rejuvenecido y seleccionado personalmente por Pedro S¨¢nchez. Hana Jalloul (n¨²mero dos de la lista), Juan Lobato (cuatro) e Irene Lozano (cinco) se sucedieron como las estrellas del d¨ªa.
Los planes de La Moncloa eran dar a conocer tambi¨¦n a los componentes del Ejecutivo que ?ngel Gabilondo presidir¨ªa si Madrid, despu¨¦s de 26 a?os bajo el control del PP, volv¨ªa a tener un Gobierno progresista. Pero no se pas¨® de la presentaci¨®n, el 16 de abril, de Reyes Maroto, la ministra de Industria, como la futura vicepresidenta econ¨®mica de Madrid. La intenci¨®n de los estrategas de la campa?a era dar a conocer al d¨ªa siguiente a quien ser¨ªa el consejero de Sanidad. Y as¨ª sucesivamente. Si se hubiera hecho se habr¨ªa abierto una crisis imprevisible con M¨¢s Madrid. La l¨®gica era reservar la cartera de Sanidad para M¨®nica Garc¨ªa. Al final, el Gobierno en la sombra nunca se present¨®.