Vox acapara el protagonismo en Col¨®n, mientras que el PP toma distancia
La convocatoria re¨²ne a 25.000 personas, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno y 126.000 seg¨²n la polic¨ªa municipal de Madrid. EL PA?S calcula una asistencia de 60.000 personas
Suyos fueron los s¨ªmbolos m¨¢s llamativos, las consignas m¨¢s repetidas, los l¨ªderes m¨¢s aclamados. La segunda foto de Col¨®n no incluy¨® dirigentes pol¨ªticos, pero PP y Ciudadanos dejaron el campo abierto a Vox entre la multitud que se manifest¨® este domingo en Madrid contra los indultos a los l¨ªderes del proc¨¦s. Tanto fue as¨ª que el presidente popular, Pablo Casado, se mantuvo a la entrada de la plaza, lejos del coraz¨®n de la marcha, donde escuch¨® algunas increpaciones, como tambi¨¦n la m¨¢xima dirigente de Ciudadanos, In¨¦s Arrimadas. Mientras, en el hervidero de la multitud, los dirigentes de Vox eran jaleados. La actitud del PP de mantenerse en un segundo plano se not¨® en la asistencia, menos multitudinaria que la de febrero de 2019. Seg¨²n los c¨¢lculos de EL PA?S, se reunieron unas 60.000 personas.
La ya rutinaria guerra de cifras tampoco falt¨® a la cita en esta ocasi¨®n. La Delegaci¨®n del Gobierno, en manos del PSOE, calcul¨® la asistencia en 25.000, casi la mitad de las 45.000 que hab¨ªa registrado hace dos a?os en la otra gran marcha contra las negociaciones con el independentismo catal¨¢n, tambi¨¦n en la plaza de Col¨®n. La polic¨ªa local, bajo alcalde del PP, multiplic¨® por tres los datos del Gobierno y los elev¨® a 126.000.
Bajo el en¨¦rgico sol del mediod¨ªa, el himno de Espa?a sonaba incesante, solo interrumpido por espor¨¢dicas incursiones de corneta, y el centro de la plaza de Col¨®n distaba de estar abarrotado. Faltaban unos minutos para las 12, hora prevista para el inicio de la concentraci¨®n, y la gente hac¨ªa ondear las miles de banderas rojigualdas o enarbolaba sus pancartas, con Pedro S¨¢nchez como objetivo predilecto. Una le llamaba ¡°asesino, eg¨®latra y globalista¡±. Otra hac¨ªa descansar su foto sobre una sucesi¨®n de emoticonos de excrementos. M¨¢s incluso que protestar contra los indultos, lo que ped¨ªan los gritos y las consignas con insistencia era la dimisi¨®n del presidente del Gobierno.
En la espera, la gente se entregaba a los selfis. ¡°?Viva Espa?a, co?o!¡±, gritaban sonrientes dos hombres ante su c¨¢mara. Los ¨²nicos s¨ªmbolos partidistas eran los de Vox. Ni una gaviota solitaria del PP ni un bander¨ªn naranja de Ciudadanos.
Casado, arropado por la presidenta de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, y un s¨¦quito de militantes, baj¨® a pie los escasos metros de la cuesta que conduce desde la sede del PP, en la calle G¨¦nova, a la entrada de la plaza de Col¨®n. Esta vez Casado marc¨® distancias, f¨ªsicamente incluso: tom¨® posiciones all¨ª mismo, sin adentrarse en la multitud. Mientras hac¨ªa declaraciones a la prensa, escuch¨® algunos gritos en contra. Un momento embarazoso que complet¨® despu¨¦s D¨ªaz Ayuso ¡ªesta s¨ª, aclamada sin discusi¨®n¡ª con unas pol¨¦micas declaraciones en las que inst¨® al Rey a no firmar los indultos.
En las primeras filas, frente al escenario, por donde Casado ni asom¨®, tambi¨¦n se escucharon gritos espor¨¢dicos contra ¨¦l que mentaban el caso de su m¨¢ster y su rechazo a la moci¨®n de censura presentada por Vox en octubre. Surg¨ªan cada cierto tiempo, junto al muy celebrado de ¡°Madrid ser¨¢ la tumba del sanchismo¡±, mientras la multitud esperaba impaciente porque una aver¨ªa en la megafon¨ªa demor¨® 50 minutos los discursos. Que esas primeras filas de la concentraci¨®n estaban copadas por los seguidores de Vox qued¨® claro cuando se pasaron por all¨ª dirigentes de ese partido como Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, Javier Ortega Smith o Macarena Olona. A duras penas lograron avanzar entre abrazos, besos y selfis. M¨¢s adelante, Espinosa de los Monteros pudo saludar a la exportavoz parlamentaria del PP Cayetana ?lvarez de Toledo, que s¨ª se dej¨® ver sin reservas, acompa?ada por el escritor Mario Vargas Llosa, otro asiduo de Col¨®n.
Tras su ba?o de masas, ninguno de los dirigentes de Vox se qued¨® en primera fila porque la organizaci¨®n, la plataforma c¨ªvica Uni¨®n 78 que encabeza la exl¨ªder de UPyD Rosa D¨ªez, hab¨ªa pedido que los pol¨ªticos se mantuviesen en segundo plano. La foto final de todos los l¨ªderes, como en 2019, estaba descartada de antemano por PP y Ciudadanos. La presidenta de este ¨²ltimo partido, In¨¦s Arrimadas, escoltada por su plana mayor, tambi¨¦n tuvo una presencia discreta. Y como Casado, soport¨® algunos gritos que la tachaban de traidora.
Con los l¨ªderes pol¨ªticos dispersos por la plaza, la palabra en el escenario fue para la plataforma de Rosa D¨ªez, que re¨²ne a intelectuales y pol¨ªticos en la reserva. Subidos a la tribuna estaban, entre otros, los exdirigentes del PP vasco Mar¨ªa San Gil y Carlos Urquijo. Tambi¨¦n el escritor Andr¨¦s Trapiello, que se dirigi¨® en primer lugar a la multitud para explicar que se encontraba all¨ª por ¡°coherencia¡± y ¡°respeto¡± a s¨ª mismo. Lo que se estaba celebrando, defendi¨®, era un ¡°acto moral y pol¨ªtico¡± en defensa de los valores democr¨¢ticos y de la Constituci¨®n. El escritor puso mucho ¨¦nfasis en combatir la idea de que los indultos pueden ser un gesto de ¡°concordia¡±, porque, adujo, lo que van a hacer es premiar a ¡°los que quieren dividir¡±.
Trapiello cit¨® profusamente a autores republicanos como Antonio Machado o miembros del Instituto Libre de Ense?anza. Y se esforz¨® en defender que la protesta contra los indultos no es solo cuesti¨®n de ¡°fachas¡±. ¡°Aqu¨ª hay gente de derecha, pero tambi¨¦n de centro y de izquierda¡±, asegur¨®. El ¨²nico rastro iconogr¨¢fico de algo parecido a la izquierda era una pancarta, en medio de la plaza, sostenida por media docena de personas y firmada por un tal Centro Izquierda de Espa?a. En primera fila, delante de Trapiello, lo que destacaban eran banderas de la Legi¨®n, camisetas de la Guardia Civil o decenas de pegatinas al pecho con el lema: ¡°Stop invasi¨®n. ?Defiende Espa?a!¡±. Algunos gritaban un viejo eslogan de la ultraderecha en la Transici¨®n: ¡°?Espa?a una y no 51!¡±.
El saludo inicial de Rosa D¨ªez tambi¨¦n despert¨® aromas a?ejos: ¡°?Espa?oles todos!¡±. Luego lo reforz¨® con ¡°espa?oles de bien¡±. ¡°?Somos mayor¨ªa!¡±, sentenci¨®, ¡°No vamos a consentir que nuestra naci¨®n se entregue como pago a los grandes delincuentes para que S¨¢nchez pueda dormir dos a?os m¨¢s en La Moncloa¡±, clam¨®. D¨ªez anunci¨® que habr¨¢ m¨¢s manifestaciones. En Col¨®n y ¡°en otras plazas de Espa?a¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.