Manuel Clavero, andaluz ejemplar
¡°Fue un s¨ªmbolo de la dignidad de los andaluces. Coherente y generoso, merece el t¨ªtulo de Padre de la Andaluc¨ªa moderna¡±
El primer gesto, como la primera visita que realiza un presidente despu¨¦s de su investidura, est¨¢ siempre cargado de simbolismo. Yo quise que mi primera aparici¨®n p¨²blica tras ser investido presidente de la Junta de Andaluc¨ªa tambi¨¦n lo estuviera y, por eso, el 17 de enero de 2019, al d¨ªa siguiente de la votaci¨®n en el Parlamento de Andaluc¨ªa, visit¨¦ en su domicilio de Sevilla al catedr¨¢tico ...
El primer gesto, como la primera visita que realiza un presidente despu¨¦s de su investidura, est¨¢ siempre cargado de simbolismo. Yo quise que mi primera aparici¨®n p¨²blica tras ser investido presidente de la Junta de Andaluc¨ªa tambi¨¦n lo estuviera y, por eso, el 17 de enero de 2019, al d¨ªa siguiente de la votaci¨®n en el Parlamento de Andaluc¨ªa, visit¨¦ en su domicilio de Sevilla al catedr¨¢tico Manuel Clavero Ar¨¦valo. Le encontr¨¦ l¨²cido y afable, atento como siempre a todo aquello en lo que estuviera en juego Andaluc¨ªa, y me atrever¨ªa a decir que ilusionado ante la nueva etapa que se abr¨ªa en el Gobierno andaluz.
Aquel no era, claro, un gesto inocente ni vac¨ªo. Clavero significaba para m¨ª, para todos los andaluces, el faro inici¨¢tico que nos ilumin¨® en los tiempos agitados de la Transici¨®n. El hombre tranquilo que, con la moderaci¨®n como arma y la paciencia como instrumento, mostr¨® a los andaluces el camino para alcanzar el lugar que por historia y por relevancia nos correspond¨ªa entre las comunidades aut¨®nomas de Espa?a. No m¨¢s que las dem¨¢s, pero, desde luego, no menos que nadie.
Como tambi¨¦n quisimos cargar de significado la decisi¨®n de crear un t¨ªtulo honor¨ªfico con su nombre, la Medalla de Andaluc¨ªa Manuel Clavero Ar¨¦valo, distinci¨®n que desde 2020 se entrega junto a las medallas de Andaluc¨ªa cada 28 de febrero y que destaca a personas y entidades con una trayectoria de especial relevancia para Andaluc¨ªa.
El destino ha querido que don Manuel fallezca el mismo d¨ªa y casi a la misma hora en que SM el Rey Felipe VI recib¨ªa en el Palacio de San Telmo la primera Medalla de Honor de Andaluc¨ªa, con la que, precisamente, hemos querido subrayar la voluntad de concordia que tanto nos identifica a los andaluces con nuestro Jefe del Estado y que fue tambi¨¦n el faro de toda su trayectoria vital.
Siendo un andaluz de pura cepa, Manuel Clavero estaba en las ant¨ªpodas del falso estereotipo de lo andaluz: era un intelectual sabio, un profesor brillante y un investigador riguroso. Lo demostr¨® en su c¨¢tedra de Derecho Administrativo de la Universidad de Sevilla, a la que sirvi¨® tambi¨¦n como rector en los a?os en los que, desde sus aulas, se gestaba el gran cambio democr¨¢tico. Sus alumnos, muchos de ellos m¨¢s tarde actores principales de la Transici¨®n, como Adolfo Su¨¢rez -en Salamanca- o Felipe Gonz¨¢lez -en la Hispalense-, aprendieron de ¨¦l mucho m¨¢s que reglamentos y disposiciones: aprendieron que el Estado debe ponerse al servicio de los ideales de libertad y de los deseos de igualdad de los ciudadanos.
Dem¨®crata desde los tiempos en los que no abundaban, Clavero fue, ante todo, un s¨ªmbolo de la dignidad de los andaluces. Si la Espa?a actual est¨¢ en deuda con ¨¦l como impulsor de nuestro modelo auton¨®mico, Andaluc¨ªa le deber¨¢ siempre el sacrificio personal que realiz¨® dimitiendo como ministro para defender con libertad el S¨ª en el refer¨¦ndum del 28F de 1980. Una muestra de generosidad y coherencia dif¨ªcil de encontrar en los tiempos corrientes.
Su clarividencia, su enorme capacidad de an¨¢lisis de la realidad, fundamentada en sus amplios conocimientos de la Historia y el Derecho, le permiti¨® ir siempre un paso por delante, anticip¨¢ndose a los vaivenes de la pol¨ªtica en un momento en el que, precisamente, la capacidad de maniobrar con rapidez era una virtud muy necesaria.
Firme en sus convicciones democr¨¢ticas y en su amor a Andaluc¨ªa y a Espa?a, Clavero nos ense?¨® que sentirse plenamente andaluz es la mejor manera de sentirse plenamente espa?ol, y que ambas condiciones, lejos de ser incompatibles, forman parte de una misma naturaleza. Si Blas Infante puso las bases te¨®ricas de un autogobierno andaluz y por eso le llamamos Padre de la Patria Andaluza, don Manuel Clavero merece, sin duda, el t¨ªtulo de Padre de la Andaluc¨ªa moderna, la Andaluc¨ªa a un tiempo ambiciosa y generosa que hoy busca volver a situarse en el puesto de relevancia al que tiene derecho. Si ser andaluz es motivo de orgullo, compartir esa condici¨®n con personas de la altura de Manuel Clavero convierte el simple gentilicio en una alta distinci¨®n.
Don Manuel Clavero imagin¨® espa?oles iguales en derechos y libres para decidir su futuro, dentro de una naci¨®n solidaria que, siempre unida, tuviera cada d¨ªa un peso mayor en el panorama europeo e internacional. De ah¨ª que pueda imaginar su desasosiego interior en los ¨²ltimos a?os, al contemplar, desde su l¨²cida vejez, c¨®mo los intereses ego¨ªstas de unos y la abstinencia culpable de otros pretend¨ªan conducir a Espa?a a un escenario de ruptura.
Sobre su memoria, ahora que nos ha dejado, los andaluces renovamos nuestro compromiso por una Espa?a s¨®lida y fuerte, una Espa?a de todos, sin fronteras f¨ªsicas ni econ¨®micas, en la que la diversidad sea sin¨®nimo de riqueza y no de litigio. Estamos obligados a dar continuidad a su sue?o de igualdad, ahora m¨¢s vigente que nunca. Le recordaremos por su capacidad de di¨¢logo, por su templanza y por su sabidur¨ªa, y tendremos siempre en la memoria su eterna fidelidad a Andaluc¨ªa y a Espa?a por encima de todo.