El final de la otra dispersi¨®n de los presos de ETA: solo tres de los 190 siguen en el r¨¦gimen carcelario m¨¢s duro
El reciente traslado de los ¨²ltimos cuatro etarras que quedaban en centros penitenciarios de Andaluc¨ªa se ve acompa?ado de una vida en prisi¨®n menos estricta para la mayor¨ªa del colectivo
Todos m¨¢s cerca del Pa¨ªs Vasco y Navarra, y tambi¨¦n con un r¨¦gimen penitenciario menos estricto. El Ministerio del Interior puso fin, el pasado jueves, de un modo simb¨®lico a la pol¨ªtica de dispersi¨®n de los presos de ETA puesta en marcha por el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez en 1989 con el anuncio del traslado de los cuatro ¨²ltimos reclusos de la organizaci¨®n terrorista que permanec¨ªan en c¨¢rceles de Andaluc¨ªa. El departamento de ...
Todos m¨¢s cerca del Pa¨ªs Vasco y Navarra, y tambi¨¦n con un r¨¦gimen penitenciario menos estricto. El Ministerio del Interior puso fin, el pasado jueves, de un modo simb¨®lico a la pol¨ªtica de dispersi¨®n de los presos de ETA puesta en marcha por el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez en 1989 con el anuncio del traslado de los cuatro ¨²ltimos reclusos de la organizaci¨®n terrorista que permanec¨ªan en c¨¢rceles de Andaluc¨ªa. El departamento de Fernando Grande-Marlaska acompa?¨® la medida con un segundo cambio en la situaci¨®n penitenciaria de estos reclusos: los cuatro fueron tambi¨¦n progresados del primer grado o r¨¦gimen cerrado, el m¨¢s duro, al segundo u ordinario, lo que les permitir¨¢ acceder a beneficios penitenciarios si cumplen ciertos requisitos.
Tras esta decisi¨®n, solo tres de los 190 reclusos de la organizaci¨®n terrorista (que representan el 1,6% del colectivo) contin¨²an en primer grado, seg¨²n datos de Interior a los que ha tenido acceso EL PA?S. En febrero de 2018, solo tres meses antes de que ETA anunciase su disoluci¨®n y con el PP en La Moncloa, la situaci¨®n era muy distinta. De los 245 presos etarras que hab¨ªa entonces, 209 (el 88%) estaban clasificados en este r¨¦gimen. Grande-Marlaska defendi¨® este lunes en Vitoria, donde acudi¨® a la presentaci¨®n del primer tomo de un proyecto de investigaci¨®n sobre el terrorismo en el Pa¨ªs Vasco, la nueva pol¨ªtica penitenciaria. ¡°Lo que es legal es legal, y no hay puntos intermedios¡±, dijo.
De los 187 reclusos restantes, ocho est¨¢n a¨²n sin clasificar o son preventivos (a la espera de juicio); 167 (el 87,9%) est¨¢n clasificados en segundo grado penitenciario, y 12 (6,3%), en tercer grado o semilibertad. Los 179 etarras incluidos en estos dos ¨²ltimos grupos (el 94,2%) pueden solicitar permisos carcelarios ¡ªhasta un m¨¢ximo de 36 d¨ªas al a?o los clasificados en segundo grado, siempre con el visto bueno judicial, y 48 los que est¨¢n en semilibertad¡ª si han cumplido un cuarto de su condena y otros requisitos como el buen comportamiento. No obstante, la concesi¨®n de estas salidas depende, en primera instancia, de Instituciones Penitenciarias y, si es recurrida por la Fiscal¨ªa, del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, Jos¨¦ Luis de Castro.
Los porcentajes actuales de los presos etarras en las diferentes clasificaciones penitenciarias son similares a los que se registran en el resto de la poblaci¨®n reclusa. As¨ª, de los cerca de 40.000 internos con condena firme que hay en Espa?a, solo el 1,3% est¨¢ en primer grado ¡ª¡±es un r¨¦gimen pensado para reclusos problem¨¢ticos que no se adaptan a la vida en prisi¨®n, y los presos de ETA ahora no lo son¡±, se?alan fuentes penitenciarias¡ª, mientras que el 78,2% est¨¢ en segundo grado y el 20,5% restante disfruta de alguna modalidad de r¨¦gimen abierto o semilibertad, seg¨²n los datos que ofreci¨® el pasado abril en el Congreso el secretario general de Instituciones Penitenciarias, ?ngel Luis Ortiz.
Estos cambios en la clasificaci¨®n penitenciaria de los presos de ETA son criticados por la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT). La abogada Carmen Ladr¨®n de Guevara, que ejerce la acusaci¨®n en nombre de la asociaci¨®n en numerosos juicios contra etarras, se?ala que la aplicaci¨®n de reg¨ªmenes penitenciarios m¨¢s livianos a los etarras ¡°es lo que m¨¢s nos preocupa¡±. La abogada, muy cr¨ªtica tambi¨¦n con los acercamientos, considera que esa flexibilizaci¨®n del r¨¦gimen de vida no solo permite la concesi¨®n de permisos ¡ª¡±algunos etarras ya los han disfrutado¡±, afirma¡ª, sino que abre la puerta a que en el futuro accedan al tercer grado y, despu¨¦s, a la libertad condicional. ¡°Siempre hemos exigido que, para poder acogerse a beneficios penitenciarios, colaboren con la justicia. Si no lo hacen, que cumplan ¨ªntegras sus condenas¡±, concluye Ladr¨®n de Guevara.
La medida es mejor recibida, aunque tambi¨¦n con cr¨ªticas, por Sare, la plataforma ciudadana de apoyo a los presos vascos que en los ¨²ltimos a?os ha convocado manifestaciones en el Pa¨ªs Vasco para reclamar su acercamiento a prisiones pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco. Su portavoz, el exconsejero vasco por Eusko Alkartasuna (EA) Joseba Azkarraga, asegura que el cambio en la clasificaci¨®n penitenciaria no se ha traducido en beneficios reales: ¡°La inmensa mayor¨ªa de los permisos que las juntas de tratamiento [un ¨®rgano formado por profesionales penitenciarios] han aprobado est¨¢n paralizados por recursos de la Fiscal¨ªa. Hay presos que tienen hasta tres permisos paralizados¡±, denuncia.
El futuro frenazo de las excarcelaciones
Menos presos. La cifra de 190 presos de ETA es la m¨¢s baja desde hace cuatro d¨¦cadas y descender¨¢ en los pr¨®ximos dos a?os en medio centenar, seg¨²n las estimaciones coincidentes de la AVT y Sare. Despu¨¦s, ambas asociaciones auguran un frenazo en las excarcelaciones, ya que buena parte de los etarras que seguir¨¢n entonces en prisi¨®n fueron juzgados tras la reforma del C¨®digo Penal de 2003 que elev¨® el cumplimiento efectivo de las penas de los 30 a los 40 a?os.
54 reclusos en Pa¨ªs Vasco. Los colectivos de apoyo a los presos de ETA reclaman el traslado de todos ellos a las tres c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco, cuya gesti¨®n asumir¨¢ el Gobierno de Vitoria el pr¨®ximo oto?o. Actualmente hay 51 en ellas, que aumentar¨¢n a 54 en los pr¨®ximos d¨ªas.
Libertades condicionales. Sare asegura que un tercio de los reclusos de la banda armada ha cumplido ya dos terceras partes de su condena y, si estuviera clasificado en tercer grado, podr¨ªa aspirar, a la libertad condicional, una medida contemplada en el C¨®digo Penal. La AVT se opone.