Hach¨ªs entre los invernaderos de Almer¨ªa: nuevo golpe al clan de los Pintaos
La Guardia Civil detiene a 20 personas e incauta seis toneladas de droga a esta organizaci¨®n local, que ya protagoniz¨® otra importante operaci¨®n policial en 2018 y lleva al menos dos d¨¦cadas asentada en la zona
Casi 3.000 hect¨¢reas de invernaderos convierten al municipio de Adra (Almer¨ªa, 25.148 habitantes) en un laberinto de pl¨¢stico. Recorrer la zona es adentrarse en una confusa red de caminos a la orilla del mar que conoc¨ªa muy bien el clan de los Pintaos, una organizaci¨®n de narcotraficantes local asentada en la costa almeriense desde hace al menos dos d¨¦cadas. La complejidad para la vigilancia policial, la cercan¨ªa a las playas y la mara?a de infraestructuras agr¨ªcolas les han servido para alijar droga en grandes cantidades a lo largo de los a?os, seg¨²n las investigaciones. Ahora, una operaci¨®n desarrollada por la Guardia Civil en los ¨²ltimos nueve meses ha permitido la incautaci¨®n de seis toneladas de hach¨ªs y la detenci¨®n de una veintena de miembros del clan, entre ellos los l¨ªderes. No es la primera vez que se desarticula esta organizaci¨®n delictiva: en verano de 2018 tambi¨¦n la Guardia Civil cercen¨® su estructura con el arresto de 15 personas y la intervenci¨®n de otras nueve toneladas de hach¨ªs.
Los Pintaos es un conocido clan asentado entre Adra y Berja (12.415 habitantes), municipios al oeste de la provincia de Almer¨ªa. Seg¨²n fuentes de la Guardia Civil, muchos de sus miembros tienen numerosos antecedentes y detenciones por diferentes delitos relacionados con el tr¨¢fico de estupefacientes. Se les sigue la pista desde hace dos d¨¦cadas, aunque no se descarta que comenzaran antes su actividad. No tienen oficio conocido, aunque llevaban una vida modesta, seg¨²n el relato policial, que destaca c¨®mo tras el golpe recibido en 2018 la organizaci¨®n ha conseguido recomponerse, probablemente porque pocos hayan pisado la c¨¢rcel o est¨¦n a la espera de juicio. Pero si entonces ocultaban el hach¨ªs en el fondo del mar, desde donde eran rescatados por buzos para despu¨¦s ocultarlos en trasteros de diferentes localidades costeras, esta vez han sido los invernaderos, su entorno y sus herramientas el epicentro de su negocio ilegal, en el que tambi¨¦n utilizaban embarcaciones r¨¢pidas y recreativas para llevar la droga hasta el poniente almeriense.
Los ahora detenidos utilizaban veh¨ªculos agr¨ªcolas como tractores o remolques para transportar sustancias estupefacientes o llevar hasta la playa m¨¢s cercana lanchas r¨¢pidas con las que realizar su actividad ilegal. En los invernaderos tambi¨¦n escond¨ªan los alijos, ocultando los fardos de la vigilancia policial. Tambi¨¦n ellos mismos se escond¨ªan bajo el pl¨¢stico cuando era necesario. Y en el momento que deb¨ªan escapar, aprovechaban su conocimiento de una red de caminos ¡°con mil variantes y donde es muy dif¨ªcil taponar todas las salidas¡±, cuentan fuentes de la investigaci¨®n, quienes tambi¨¦n subrayan que no es extra?o que durante las labores de vigilancia los agentes encontrasen objetos punzantes esparcidos por el suelo para pinchar las ruedas de las patrullas. Los Pintaos operaban especialmente en Adra, de ah¨ª que la operaci¨®n se haya denominado Abdera, remitiendo al nombre del asentamiento fenicio sobre el que se levanta la localidad.
La investigaci¨®n vivi¨® uno de sus momentos ¨¢lgidos el pasado mes de abril. Entonces, la Guardia Civil sorprendi¨® a la organizaci¨®n mientras descargaba fardos de una narcolancha entre las playas de Almerimar y El Ejido. La embarcaci¨®n escap¨® mar adentro y una furgoneta cargada de droga huy¨® a toda velocidad por carretera seguida por los agentes. La persecuci¨®n se extendi¨® durante m¨¢s de 30 kil¨®metros por la autov¨ªa A-7, con los bajos del veh¨ªculo lanzando chispas al rozar contra el asfalto. El conductor no permiti¨® a sus perseguidores adelantarlo con peligrosas maniobras y cuando dos patrullas le dieron en alto, tambi¨¦n consigui¨® evitarlos. ¡°Los agentes tuvieron que lanzarse al suelo para no ser atropellados. El conductor no dudaba en seguir su camino llev¨¢ndose por delante lo que hiciera falta¡±, a?aden las mismas fuentes. Debido a los bruscos movimientos, hasta las puertas de la furgoneta se abrieron dejando ver los fardos de hach¨ªs en su interior. Finalmente, se estamp¨® contra la mediana de la carretera. En el interior hab¨ªa casi 1.500 kilos de droga distribuidos en 47 fardos.
Un mes antes, la Guardia Civil se hab¨ªa incautado de 470 kilos de hach¨ªs en otras dos furgonetas localizadas en una nave que estaba siendo vigilada. Y previamente, en diciembre de 2020, los investigadores actuaron en una playa de Adra cuando la organizaci¨®n remolcaba una narcolancha cargada con 3.800 litros de gasolina y tel¨¦fonos satelitales en un tractor, que termin¨® volcando en la arena tras ser abandonado en marcha. Ya en primavera, la operaci¨®n entr¨® en su recta final. Primero en la costa almeriense ¨Ddonde los agentes se incautaron de otros 720 kilos de hach¨ªs¨D y m¨¢s tarde en Castell¨®n, donde hallaron otras 2,5 toneladas de la misma sustancia. Finalmente, el ¨²ltimo golpe se desarroll¨® en junio en el puerto deportivo de Almerimar, en El Ejido. All¨ª se detuvo a dos personas mientras cargaban fardos de una embarcaci¨®n recreativa a un turismo.
La operaci¨®n Abdera ha culminado con la detenci¨®n de 20 personas por los delitos de organizaci¨®n criminal, contra la salud p¨²blica y contra la seguridad vial. Adem¨¢s, se han incautado seis toneladas de hach¨ªs, 6.000 litros de gasolina, 12 veh¨ªculos, seis embarcaciones de alta velocidad y una recreativa. Todo ello se suma al golpe que el mismo clan recibi¨® en agosto de 2018, cuando entre los efectos intervenidos por la Guardia Civil hab¨ªa nueve toneladas de hach¨ªs, una moto acu¨¢tica, dos narcolanchas, 17 veh¨ªculos, una embarcaci¨®n pesquera, material de buceo y visores nocturnos, entre otros efectos.
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