Vox contra el mundo y el mundo contra Vox
La extrema derecha redobla su discurso m¨¢s agresivo en el Congreso. El rechazo a sus mensajes sobre inmigraci¨®n y LGTBI une a Cs con la izquierda, mientras el PP evita el choque
Las sesiones de control al Gobierno son el momento m¨¢s espectacular y tambi¨¦n m¨¢s superficial de la vida parlamentaria. Un pim-pam-pum de intervenciones de dos minutos a lo sumo, en las que los l¨ªderes pol¨ªticos encadenan los temas m¨¢s dispares y las frases m¨¢s prefabricadas. Un formato ideal para lo que demandan los focos. Cuando estos se apagan, siguen sucediendo cosas en el hemiciclo del Congreso, aunque algunas pasen casi inadvertidas. Incluso que una d...
Las sesiones de control al Gobierno son el momento m¨¢s espectacular y tambi¨¦n m¨¢s superficial de la vida parlamentaria. Un pim-pam-pum de intervenciones de dos minutos a lo sumo, en las que los l¨ªderes pol¨ªticos encadenan los temas m¨¢s dispares y las frases m¨¢s prefabricadas. Un formato ideal para lo que demandan los focos. Cuando estos se apagan, siguen sucediendo cosas en el hemiciclo del Congreso, aunque algunas pasen casi inadvertidas. Incluso que una de las portavoces del tercer grupo de la C¨¢mara denuncie en sede parlamentaria una conspiraci¨®n del Gobierno contra su partido.
Resulta que esa portavoz, Macarena Olona, de Vox, con ocasi¨®n de su primer combate en el pleno frente a la nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, el pasado mi¨¦rcoles, revel¨® ni m¨¢s ni menos que la existencia de un plan secreto del Ejecutivo para ilegalizar a su formaci¨®n. Ya su l¨ªder, Santiago Abascal, hab¨ªa dejado caer ante el presidente del Gobierno un enigm¨¢tico ¡°ustedes fantasean con ilegalizarnos¡±. Olona pormenoriz¨® luego ese fantaseo ante un hemiciclo que ya hab¨ªa sufrido la desbandada que sigue al final de los ef¨ªmeros duelos entre los l¨ªderes: el Gobierno ¡°est¨¢ cocinando desde hace meses¡± una operaci¨®n para ¡°fabricar pruebas¡± que le permitan ilegalizar a Vox. El instrumento ser¨ªa, seg¨²n narr¨® Olona, la misma ley de partidos que sirvi¨® para proscribir a Batasuna.
A la diputada Olona le gusta invocar su condici¨®n de ¡°abogado del Estado¡± ¡ªella lo dice en masculino¡ª y as¨ª lo hizo esta vez, a pesar de que se eximi¨® de presentar pruebas concretas para demostrar sus conclusiones. Le bast¨® que Llop decidiese no contestar directamente a sus preguntas y se limitase a calificar su discurso de ¡°delirio¡± para deducir que el Gobierno no se atreve a desmentir tan ¡°graves acusaciones¡±.
La extrema derecha ha desistido esta vez de amenizar el inicio del nuevo curso parlamentario con una moci¨®n de censura, como hizo el a?o pasado, pero ha vuelto al Congreso con un discurso renovado en decibelios, conjuras o leyendas de las redes ultras. Y cada vez con mayor agresividad en sus palabras contra los inmigrantes. Abascal lleg¨® a decir ante Pedro S¨¢nchez que los extranjeros ¡°siembran el p¨¢nico en las calles de Espa?a¡±. El d¨ªa anterior, la diputada Mar¨ªa Ruiz Sol¨¢s hab¨ªa se?alado a los inmigrantes como importadores de la homofobia, lo que le vali¨® la reprobaci¨®n de toda la C¨¢mara menos del PP, que suele evitar esos choques directos. ¡°Ustedes viven en una realidad paralela¡±, le dijo la diputada de Ciudadanos Sara Gim¨¦nez.
Vox se siente reforzado por el ¨¦xito de su recurso de inconstitucionalidad contra el estado de alarma y por los patinazos del Gobierno en el caso de la falsa agresi¨®n hom¨®foba de Malasa?a. De lo primero alardea en cada una de sus intervenciones. Lo segundo le ha servido para construir un relato inverso: el ¨²nico discurso de odio en Espa?a es el que propaga contra Vox un Gobierno surgido de ¡°un colosal fraude electoral¡± y aliado con la ¡°izquierda medi¨¢tica¡± mediante ¡°montajes¡± como el de Malasa?a. Todo eso es la prueba, seg¨²n la extrema derecha, de que el Ejecutivo pretende poner fuera de la ley al partido que m¨¢s abiertamente reclama la ilegalizaci¨®n de otros: con seguridad, los independentistas, incluido el PNV ¡ª¡±un tumor que hay que extirpar¡±, en palabras ante el pleno del diputado Joaqu¨ªn Robles¡ª y hasta es posible que los ¡°marxistas¡±, seg¨²n han dicho alguna vez los dirigentes de Vox.
El discurso de la extrema derecha contra los inmigrantes o contra el colectivo LGTBI ¡ª¡±un lobby¡±, en definici¨®n de la diputada Ruiz Sol¨¢s¡ª ha vuelto a concitar el repudio general de la C¨¢mara. En esos temas y en el del feminismo partidos como Ciudadanos o el PNV se enfrentan a Vox con tanto ah¨ªnco como la izquierda. El PP tampoco secunda esas posiciones de sus competidores por la derecha, pero por lo general reh¨²ye la confrontaci¨®n directa. Esta semana, los populares fueron los ¨²nicos que no polemizaron con el partido de Abascal por su discurso sobre las minor¨ªas sexuales. La diputada del PP Marta Gonz¨¢lez dedic¨® m¨¢s tiempo a criticar al Gobierno por el caso de Malasa?a. Y su grupo se abstuvo en la votaci¨®n de un texto socialista de condena a los ataques hom¨®fobos. Vox apret¨® el bot¨®n del ¨²nico voto en contra.
Hay veces, sin embargo, que los populares no pueden contener su exasperaci¨®n ante algunas actitudes de la extrema derecha. Le pas¨® al diputado Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro, despu¨¦s de que Vox pretendiese tumbar una peque?a reforma del reglamento para adaptar los nombres de las comisiones parlamentarias a las de los nuevos ministerios. El partido de Abascal alegaba que la existencia de una comisi¨®n por cada ministerio es un subterfugio para que los diputados cobren m¨¢s dietas. Berm¨²dez de Castro y Miguel Guti¨¦rrez, de Ciudadanos, echaron un rapapolvo a Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez, diputado de Vox y juez que gusta de hacer gala de erudici¨®n jur¨ªdica. Berm¨²dez le afe¨® sus ¡°argumentos mendaces¡±. El de Ciudadanos lo expres¨® con menos remilgos: ¡°Ustedes mienten a los espa?oles¡±.
Incluso en ese leve tr¨¢mite sin trascendencia pol¨ªtica ¡ªlo avalaban al tiempo los dos partidos del Gobierno y el PP¡ª Vox fue el ¨²nico en votar en contra. No hay situaci¨®n que agrade m¨¢s a la extrema derecha: dejar claro que de un lado est¨¢n ellos y del otro los partidos del ¡°consenso progre¡±. Vox contra el mundo y el mundo contra Vox. ¡°Porque ya solo queda Vox¡±, repiten sus diputados.